EQUIPO CREATIVO:
Argumento: Stan Lee
Guión: Robert Bernstein
Dibujo: Dick Ayers
Entintado: Dick Ayers
SINOPSIS:
Tras su entrenamiento diario, la Antorcha Humana recuerda sus enfrentamientos anteriores con el Mago y Pete Pote de Pasta.
En esos mismos instantes, Pete Pote de Pasta regresa al país y planea vengarse de la derrota sufrida por la Antorcha Humana en su anterior encuentro. Para ello, decide aliarse con el Mago, aunque antes deberá liberarlo de la cárcel.
Tras consumar la fuga, ambos se unen para poner en marcha un plan urdido por el Mago, cuya intención es desacreditar públicamente al miembro de Los 4 Fantásticos, de forma que realiza crímenes con la apariencia de la Antorcha Humana.
Varios días después, el dúo criminal decide atracar a uno de los hombres más ricos del mundo que llega a la ciudad. Sin embargo, se encuentran con que su víctima es la Antorcha disfrazada.
Ante la sorpresa, los villanos huyen a la casa del Mago, donde tiene algunas trampas específicas preparadas para contrarrestar los poderes ígneos de su enemigo.
Pero la Antorcha consigue zafarse de su prisión y acaba deteniendo a ambos, lo cual provoca que recupere su estatus de héroe entre los que le rodean.
La primera alianza entre el Mago y Pete Pote de Pasta.
RESEÑA:
Con la llegada de este número, estamos ante un momento sumamente importante para la colección, ya que a partir de ahora la Antorcha Humana deberá de competir con el Doctor Extraño en cuanto a protagonismo. Esto sería una práctica muy común de la época que iremos viendo a medida que avancemos en el tiempo, pero el pistoletazo de salida de esta iniciativa se produce en esta colección.
Es curioso, porque con el paso de los años este momento crítico, que supuso un trampolín muy importante para ciertos personajes, ha perdido el valor real que tuvo en su momento, por lo que me ha parecido justo empezar la reseña indicando este punto.
Hoy nos centraremos en la primera historia protagonizada por Johnny, que, como hemos ido comentando, ya llevaba la friolera de ocho números, nieve si contamos el que nos ocupa hoy.
Si hay una cosa que nos ha revelado la lectura de este serial, es que aquí vieron la luz por primera vez una serie de villanos que tendrían cierto papel relevante en el futuro, la mayoría como enemigos de la primera familia Marvel. No obstante, el rencor inicial surgió con Johnny, que sería el primero en derrotarlos en solitario. Tal es así, que en este número veremos la formación del 50% de los futuros Cuatro Terribles cuyo mayor afán es vengar su derrota a manos de la Antorcha. Para ello van a formar una alianza que no será tal y como lo había pensado, inicialmente, Pete Pote de Pasta.
Creo que estamos ante el mayor desarrollo de personajes que he observado en esta serie, y curiosamente se encuentra en dos villanos.
Pete es el origen de esta formación, no solo porque la idea se le ocurra a él, que también, sino porque será el primero en ponerse manos a la obra. De esa forma su primer plan consiste en liberar al Mago de prisión.
Aunque, de lo que estoy seguro es, que el pobre Pete no se imaginaba que, a las primeras de cambio, el Mago lo relegaría al puesto de simple ayudante, además de tomar las riendas de la iniciativa contra el enemigo común.
Esto provoca un continuo tira y afloja que se prolongará en el tiempo, pero cuyo origen tiene lugar aquí.
De todas formas, los combates dialécticos entre ambos se acaban recrudeciendo bastante a medida que avanza la historia. Lo que, en mi opinión, dota de mayor tridimensionalidad a los personajes. Para mí, esta relación amor/odio no solo es el mayor aliciente de esta historia, sino el motor que la impulsa, lo que provoca que el protagonismo del héroe quede en un segundo plano.
El culmen de esta relación, tan simpática como accidentada, coincide con el desenlace de la historia, donde ambos intercambian los papeles.
Aunque ya se encargó Víctor de contarnos la obra y milagros del sin par Pete Pote de Pasta, en su primera aparición, no puedo evitar reírme ante la efigie tan ridícula de este personaje en sus inicios. Entre la gorra de pintor callejero y eso de tener que cargar con el cubo a todas partes para utilizarlo como depósito de su pasta especial. Desde luego es la monda.
Después, hay un par de cosas que me han llamado la atención. La primera es que cuando el mago regresa a su casa, no pierde la oportunidad de volver a su sillón favorito.
La segunda es que alguien había leído el Journey Into Mystery #86 y le había gustado tanto la idea, que decidió repetirla…
Para centrarnos un poco en el protagonista del serial, tenemos que decir que los autores siguen las pautas con las que venían actuando desde números anteriores: un joven que quiere demostrar al grupo, a toda costa, que es capaz de solucionar sus propios problemas. Y de nuevo, queda relegado de otras aventuras por sus obligaciones escolares.
Lo realmente curioso, es que todo este tipo de escenas consiguen que la historia pierda cierta calidad, no solo por la contradicción que genera con la serie madre, sino porque desdibuja un poco a los personajes que ya conocemos. Además, vuelvo a tener la sensación de que las dos o tres primeras páginas son un auténtico relleno que no conduce a ningún sitio.
En este caso concreto, se nos muestra como Johnny entrena sus habilidades, a pesar de que continúa teniendo una llama que se debilita relativamente pronto.
Por otro lado, tenemos el recuerdo de unos personajes que, curiosamente, reaparecen más tarde. En esta parte se entiende un poco el recurso, pero, sin embargo, el flashback me parece que, al menos en la historia del Mago, es ligeramente diferente al original. Por ejemplo, cambian la participación de Sue y su importancia en la derrota final del Mago.
Desde luego, aquí podemos encontrar lo mayores errores de continuidad del naciente Universo Marvel.
Y como suele ser habitual en esta serie, no puede faltar el cameo de Los 4 Fantásticos, generalmente al teléfono o a través de futuristas pantallas de televisión. Y casi siempre por los mismos motivos.
Es curioso, porque un recurso que pretende mostrar un universo cohesionado acaba siendo explotado de manera excesiva, todo fruto de la esquematización tan habitual de estos años.
VALORACIÓN:
Una historia muy entretenida, cuya principal importancia radica en una alianza diferente a las de la época. Diría que la mano de Stan se nota un poco más que en el número anterior.
Resalta ese desarrollo y caracterización de unos villanos, que desconocen que son el germen de un grupo de cierta relevancia. Se van perfilando personalidades de personajes secundarios, que comienzan a ser algo más que una mera anécdota.
El aspecto gráfico que imprime Dick Ayers es ligeramente diferente sobre todo en el Mago. Su trabajo aquí me parece bastante correcto, aunque tiene ciertas reminiscencias de Kirby. Que tampoco es que eso sea malo, precisamente.
En definitiva, una buena historia, de lo mejor que he leído hasta el momento en este serial que, a pesar de sus ingenuidades, es, fundamentalmente, una historia para divertir. Y conmigo lo ha conseguido.