93.1 STRANGE TALES #114 (1ª historia) (noviembre 1963)
por Óscar Rosa Jiménez



EQUIPO CREATIVO:
Guión: Stan Lee
Dibujo: Jack Kirby
Entintado: Dick Ayers

SINOPSIS:
La Antorcha Humana está realizando sus ejercicios de entrenamientos diarios, junto a su hermana, cuando llegan unos amigos para avisarle de la llegada a Glenville del Capitán América. La leyenda viviente hará su reaparición en una muestra de coches antiguos, a la que Johnny acepta con gusto ir. Mientras todos esperan la llegada del héroe, irrumpen unos ladrones que roban uno de los coches de la exposición. Johnny no pierde el tiempo y se dirige a detenerlos, cuando hace acto de presencia el Capitán América. El héroe lo trata con cierto desprecio, pidiéndole que lo deje actuar en solitario, pero Johnny desoye la advertencia, derritiendo una carretera delante de los fugitivos. Así, son detenidos posteriormente por la policía, aunque todo el mérito se lo lleva el Capitán América, algo de lo que queda constancia en la prensa al día siguiente. Este hecho deja indignado a Johnny, que lee las noticias en casa de Dorrie Evans. Tanto es así, que su estado de ansiedad le hace encenderse en llamas, lo que provoca un pequeño incendio en el piso de su novia. Ella le acaba echando a patadas de él, mientras comienza las reformas, debido a los desperfectos. Mientras, el sospechoso Capitán América, acude a la cárcel donde están los ladrones del coche, que resultan ser aliados suyos. Los libera de acuerdo a un plan concebido de antemano, de forma que ahora toda la policía está detrás de los fugados, incluida la propia Antorcha. De hecho, será Johnny el responsable de volverlos a detener. En dicha detención, Johnny descubre que el Capitán América buscaba distraer a la policía mientras robaba el banco de la ciudad. Afortunadamente, llega a tiempo de enfrentarse al ladrón, cuyo vehículo de fuga acaba destrozado. Posteriormente, ambos se enfrentan y Johnny acaba derrotado temporalmente, ya que el Capitán América ha conseguido mojarlo para que no active sus poderes. Una vez repuesto, Johnny se lanza tras el atracador, que tras una dura pelea es derrotado y desenmascarado. No es el Capitán América, sino el Acróbata, un antiguo enemigo al que se enfrentó anteriormente.

EDICIONES ESPAÑOLAS:
  • Capitán América #2 Surco
  • Marvel Gold Capitán América Vol. 1 #1

    DATOS IMPORTANTES:
  • Continúa el tórrido romance con Dorrie Evans.
  • Primera reunión en el Universo Marvel de dos personajes que recuerdan a la etapa anterior de la editorial, aunque uno de ellos es un impostor y Johnny es una nueva versión del anterior héroe.

  • RESEÑA:
    Bueno, una vez más, tengo el placer de relataros las aventuras y desventuras de Johnny en un serial tan apasionante como éste. Y digo tan apasionante, porque este número es, en su mayoría, pura diversión. En gran parte por el trabajo de Jack Kirby, por supuesto, aunque nuestro querido Stan tendrá la gentileza de mostrarnos algunos desatinos típicos de la época. Diría que bastante irrisorios, pero vayamos por partes.

    Comenzamos con el entrenamiento habitual de Johnny, en la medida de lo posible, supervisado por su hermana. Atentos porque viene curvas. Hemos pasado de una inexistente identidad secreta, a que todo hijo de vecino de Glenville sabe a la hora que entrena Johnny y entran en su casa como si tal cosa. Tanto es así, que llegan en el momento más oportuno, estando a punto de perder la vida.


    Aunque, la irrupción tiene su lógica: ¡Ha regresado el Capitán América! Una magnífica noticia que, no obstante, no está exenta de misterio. Uno que no parece interesar demasiado a Sue que se marcha para no volver más en esta historia. Lo curioso, es que todos quieren ver a la Antorcha junto a. Capitán América, porque los consideran héroes. Sin embargo, parece que la Chica Invisible no lo es, o al menos a nadie parece interesarle si realmente lo fuera. Vaya forma de maltratar al personaje una vez más. En fin, Sue al rincón, dejándonos unos de los cameos más intrascendentes de la historia del Universo Marvel. ¡Bravo, Stan!

    Poco después, nos trasladamos al evento. Qué nadie se pregunte que pinta el Capi en una muestra de coches antiguos, porqué posiblemente nadie sabría la respuesta. De hecho, él mismo hace esperar a la congregación de fieles que están deseosos de ver su regreso. Esto da lugar a que se produzca un acto delictivo, suerte que Johnny andaba por allí. Bueno, quizá no hacía tanta falta como el se pensaba, porque ya está aquí nuestro co-protagonista de la historia de hoy.


    Entrada espectacular (estilo Kirby en estado puro), y ya tenemos a la leyenda viviente, aunque la notamos un poco hosca. Aparte de un detalle que comentaré al final, una pista no demasiado sutil merecedora de un no-premio. La cuestión es que el héroe no parece querer colaboradores junto a él, ni siquiera alguien que se parece mucho a un antiguo aliado. Creo que es el primer fallo que comete Stan en esta historia. Vale que la caracterización del Capi tenga que ser la que es, teniendo en cuenta el final, pero el encuentro entre ambos personajes hace aguas por todos lados. Es cierto que no se conocen, pero es que es clavado a tu amigo, el que combatió contigo en la 2ª Guerra Mundial, no es lógico liarte a escudazos con él sin preguntarle quién es. Además, los presentes parecen estar ciegos, ya no tanto porque le atribuyan el mérito al Capi, es que solo se preocupan por no dañar su imagen al quedarse atrapado en el coche embarrado. Que por cierto, vaya la que lía Johnny con la carretera, la convierte en una ciénaga.

    Al día siguiente, Johnny no puede dar crédito a las noticias como es natural. Momento elegido por Stan para mostrarnos la situación más chanante del mes sin lugar a dudas. Llega el momento de las risas...


    Atentos, porque la escena no tiene desperdicio. Seguimos viendo a una novia que no está muy contenta con el alter ego de su novio, pero en lugar de dejarlo, no duda un momento en rajar de él. Además, le dice en su cara que el Capi sería mejor novio. Pobrecito Johnny, lo que ocurre a continuación, no es otra cosa que justicia poética, ella se lo ha buscado.

    Johnny comienza a perder los nervios, como si de Hulk se tratara, de forma que no puede controlar su poder y acaba encendiéndose. La Coca-Cola de la mano explota y se cae de culo. Comienza la destrucción masiva del piso de Dorrie. Lejos de dejar el asunto tal cual, Johnny se va al fregadero a soltar el botellín, la moqueta comienza a arder. No contento con esto, a pesar de los improperios de Dorrie, el muchacho sale corriendo a la salida. Las llamas en algunos puntos de la habitación llegan al metro de altura. Ahí te quedas Dorrie... La muchacha se ve que tiene dinero, porque ya está llamando para que le traigan una moqueta nueva. Esta relación no funciona, yo lo dejaría antes de que la cosa empeore. Tampoco quiero olvidar un detalle importante, ¿desde cuándo Johnny se enciende cuando pierde los nervios? Juraría que no he visto esa reacción antes, aunque el gag se volverá a repetir cuando llegue cierto invitado helado a la colección.

    En fin, tras el momento de distensión, volvemos al trabajo duro, pero sobre todo volvemos con nuestro misterioso Capi, cuyo plan implica la liberación de los ladrones de coches, que resultan ser aliados suyos. En dicho plan, parece que nadie había pensado en la Antorcha, que sigue siendo ninguneado en esta historia en cada momento posible. La huida propicia una persecución de proporciones épicas. ¿Pero no eran dos simples ladrones? ¿A qué viene tanto jaleo? Sea como sea, Johnny acude al rescate.


    Mención especial a la técnica que emplea Johnny para detener el coche de los fugados. Una vez más, se demuestra que nuestro héroe es un hombre de recursos, y que sus poderes no están tan limitados como puede parecer en un principio. Si fuesen otros tiempos, diría que este ataque en concreto es fruto de ver algún que otro manga, pero no es el caso. En esta ocasión, Stan se adelantó a Goku y compañía, ¡sí señor!

    Tras sesgar el vehículo, literalmente hablando, los opositores a villanos caen a un lago, en el cual la temperatura comienza a subir. Salen tan mal parados, que no tiene más remedio que contar los planes secretos del presunto Capi. Llega la hora que todos estábamos esperando, ¿o puede qué no? Lo que está claro, es que a pesar de haber estado desparecido, este Capitán América está al tanto de las nuevas tecnologías. Si no, como se explica que tenga semejante vehículo para huir del atraco. Parece que lo de los coches en la puerta, ya no se estilaba.


    No obstante, Johnny consigue hacer aterrizar el aparato, lo que provoca una persecución que bien podría estar protagonizada por el mismo Jerry Lewis. Pero lo mejor de todo, es que derrota a Johnny con una fregona.


    Nuestro protagonista está quedando en muy mal lugar en esta historia, creo que ya no hay quien lo arregle. Realmente, poco más se puede añadir. Una fregona húmeda es capaz de apagar la llama de la Antorcha. Sin palabras...

    Menos mal que el buen hombre de la tienda tenía unos ventiladores a mano.


    A estas alturas, ya no puedo parar de reír. Esto es pura comedia.

    De aquí, nos aproximamos al final, en el cual tendremos un enfrentamiento más serio, aunque también más típico. ¿Un camión con el interior forrado de amianto?, ¿la conversión de las llamas de Johnny en un gas que haga explotar la trampa? Eso ya no es nada ante el despiporre de lo visto hasta el momento. Además, como se come qué la llama de Johnny se apague con una fregona y sea capaz de hacer explotar un camión. Aparte, de que todos sabemos que la llama sin oxigeno se apaga. Venga Stan, mírate los libros de ciencias.

    Ahora sí, Johnny consigue derrotar a su oponente. Todo para descubrir que quien pensaba era su héroe con un mal día, no es otro que el Acróbata, al cual se enfrentó en Strange Tales #106. Por lo menos, el recuerdo de su héroe de la infancia ha quedado intacto.


    Es curioso, aunque también algo previsible, que Johnny es el encargado de resucitar a dos personajes de la edad de oro de la editorial. Recordemos que fue el responsable de rescatar a Namor de la indigencia en la serie del cuarteto. En esta ocasión, Stan lo utiliza para que el público recuerde quien era el Capitán América, ya que tiene planeada una historia en la que la leyenda viviente se integre en el Universo Marvel. Algo que sucedería tres meses más tarde en The Avengers #4, Parecía una forma adecuada de preparar al personal ante tal acontecimiento. El problema que le encuentro a este recurso, es que desde un principio está claro que no es el mismo personaje. Quizá se potencia la intriga de saber quién es, algo que queda en un segundo plano ante la estupidez supina del protagonista, que es vilipendiado en cada página del relato. Pero, más allá de su actitud, había algo que delataba al impostor. Ese algo es el color rojo de los "calzoncillos". Esto es el colmo, ya que no sabemos si es algo hecho a posta, pero desde luego, no deja en buen lugar a ninguno de los participantes de la historia, ni siquiera al que se puso el disfraz. Me parece algo tan obvio, que desmerece cualquier intención por sorprender al lector. Si es que la hubo en algún momento.

    VALORACIÓN:
    A pesar de todas las incongruencias, o todas las insensateces que nos cuela Stan, solo puedo decir que me lo he pasado genial. Posiblemente sea uno de los pocos lectores capaz de disfrutar con esta cantidad de momentos esperpénticos e irrisorios, pero es que esta serie se ha prestado a ellos en todo momento, desde que comenzó el serial. La historia es muy divertida y entretenida, además está acompañada de un Kirby en estado puro. Tecnología imposible, acción a raudales y dinamismo hasta en las esquinas. A pesar de ser una historia bastante pobre, el dibujo de Kirby consigue que todo tenga otra perspectiva, más allá del absurdo. Me ha gustado mucho el Rey aquí, sin duda lo mejor del tebeo. Eso sí, los que no estén preparados para el humor sórdido destilado en este número es mejor que se abstengan, por su propia integridad. Miren por su salud. Aunque debo decir, que este relato fue galardonado con el premio "Favorite Short Story" Alley Award en el año 1963. Es curioso, ¿verdad?



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