STRANGE TALES #107 (abril 1963)
por Óscar Rosa Jiménez



EQUIPO CREATIVO:
Argumento: Stan Lee
Guión: Larry Lieber
Dibujo: Dick Ayers
Entintado: Dick Ayers

SINOPSIS:
Johnny Storm se siente infravalorado con respecto a sus compañeros de grupo y decide buscar una hazaña para demostrar su valía. Cuando llega a casa, observa una foto de Namor en el cuarto de su hermana, lo que le da la idea de enfrentarse a él. Johnny no tarda ni un instante en marchar en busca del rey de Atlantis, pero sobre el Atlántico comienza a notar que se le apaga la llama porque está agotado, lo cual provoca que descienda sobre un barco. Aunque lo toman por un polizón y acaba fregando la cubierta. No obstante, el barco es envuelto por una gran niebla, y Johnny deberá utilizar sus poderes para salvar la situación, descubriendo así su identidad a los integrantes del barco. Finalmente, Johnny llega a los dominios de Namor, donde lanza su reto en forma de mensaje flambeado, aunque la quemadura de un pez volador será la señal que dará comienzo al combate. El enfrentamiento será duro, trascurrirá en el aire y en el mar, pero al final ninguno se sentirá como un claro ganador, lo que provocará que aumente el respeto que siente el uno por el otro.

EDICIONES ESPAÑOLAS:
  • Biblioteca Marvel Namor #1

    DATOS IMPORTANTES:
  • Namor emplea poderes relacionados con peces del mar en su enfrentamiento con la Antorcha Humana.

  • RESEÑA:
    Esta historia comienza de una forma como poco curiosa, ya que hay que plantear algo mínimamente creíble para que Johnny actúe en solitario. Y es que hay que reconocer que en el último número que comenté, la escusa de Reed era bastante endeble, aunque personalmente pienso que en este número tampoco es que fuese mucho mejor.


    Están trabajando en las notas para las aventuras del cuarteto el próximo mes. Sue las mecanografía amablemente. Huelga decir que la escusa es un poco mala, siendo muy generosos, aunque quizá es peor en el papel al que queda relegada la pobre Sue. Afortunadamente lo hace de forma voluntaria y no hay violencia de género, aunque sí que representa un estereotipo.

    Pero lo que realmente me parece más sangrante, es que Johnny piense que lo que hacen es algo muy importante y es normal que lo dejan de lado. A partir de ese momento, me empiezo a hacer el cuerpo, porque preveo lo que me espera y no me equivoco demasiado…

    Tras la amarga decepción de nuestro joven héroe, llegaremos al punto en el que toma su decisión de enfrentarse al Hombre Submarino; una decisión tomada por culpa de una fotografía que encuentra en el cuarto de su hermana. Esto es de lo más curioso, porque por un lado tenemos a la Sue timorata que los autores ningunean sin ningún rubor, mientras que por otro lado tenemos a una mujer que parece tener una relación con Reed, pero que a su vez flirtea con Namor.

    Aunque se nota a la legua que todo esto es culpa de Stan Lee y su pasión por los triángulos amorosos, aquí tenemos a una mujer en la parte dominante. Así, la Chica Invisible escondía más de lo que enseñaba… en todos los aspectos.


    Pero encontrar a su adversario no será tarea fácil, sino que se verá truncada por el poco control de sus poderes, así que Jhonny deberá hacer una parada para descansar en un barco.


    Lo mejor de todo es que nadie le cree que es miembro de Los 4 Fantásticos, por lo tanto acaba siendo considerado un polizón. Como tal, deberá pagar su estancia en el barco con trabajos poco agradables.


    Que conste que he ido avisando… Sinceramente esto me parece bastante absurdo, además de una forma de rellenar las 13 páginas que debía tener la historia. Aunque hay que reconocer que tiene su punto, ya que consiguen algo que su hermana es incapaz. Por otro lado tenemos un recurso que se explotaría mucho en la época en busca de una debilidad palpable en el personaje, pese a que en el lado opuesto tendríamos su estado de supernova, ambos utilizados en esta historia. Y eso que le sobran algunas páginas a este relato…

    De todas formas, con una buena acción, algo pillada por los pelos, como casi todo lo que ocurre aquí, se soluciona todo y puede continuar su viaje, cuyo final es un enfrentamiento con Namor.

    Como suele pasar en el Universo Marvel, los espacios son relativos y en medio del Atlántico, la Antorcha pone su mensaje de reto. Vamos como si el mar fuese una charca. Aunque las casualidades del Universo Marvel producen que un pez volador se queme un ala con dicho mensaje, y sea éste y no otro, el pez que se cruce con Namor. De esta forma sale a la superficie y encuentra tanto el mensaje como al mensajero.


    No se que me molesta más, si el cúmulo de casualidades, o lo mal enlazado que está todo en un abuso de la inocencia del lector. Aunque me repito a mi mismo como si fuera un mantra: eran otros tiempos, eran otros tiempos…

    Llegamos al momento más esperado: el enfrentamiento entre la Antorcha Humana y Namor. Es curioso, porque estamos ante un enfrentamiento muy simbólico, de hecho, los autores lo refieren varias veces. El agua contra el fuego. Dos elementos enfrentados, aunque el motivo no sea demasiado coherente, en una lucha encarnizada. Sin embargo, el desenlace queda en algo muy similar a las tablas, sin un claro vencedor, a pesar de que parezca que la balanza se decline más hacia el protagonista de la serie, como es lógico y esperado. No obstante, el tema de la confrontación elemental queda en algo muy superficial, un mero comentario, incluso el enfrentamiento está lleno de momentos que rozan el absurdo. El primero de ellos sucede cuando Namor se infla cual pez globo.


    Este tipo de "habilidades", solo las mostraría el personaje en esta época, aunque no serían demasiado recurrentes y acabarían en el ostracismo más absoluto con el tiempo. Me da la sensación, que intenta asemejarse a algunas habilidades de Aquaman, el homólogo de la Distinguida Competencia. Un personaje que curiosamente es posterior a éste. Con lo cual, no sabríamos quién copia a quién. Lo que sí tengo claro es que el tema se desarrollo un poco mejor en la compañía rival.

    Lo peor es que el contraataque añade más elementos bizarros, además de sacarse de la manga un guante de amianto, algo que parece encontrarse en todos los castillos hundidos del mar con suma facilidad.


    Eso sin olvidar a la marsopa que pasaba por allí y que será de gran utilidad para el rey de Atlantis. Otra de esas casualidades que abundan en esta historia.


    Aunque para rematar la faena podemos ver como la Antorcha Humana es capaz de hablar bajo el agua mientras está en estado supernova. Sin embargo, el final no podía desentonar y queda un desenlace tan ambiguo como apresurado, posiblemente los autores ya tenían el cupo cubierto de momentos esperpénticos. Y el lector diría que también.

    VALORACIÓN:
    En mi primer lugar, es mí deber disculparme, por si alguien le ha molestado mi comentario, o le ha parecido excesivamente duro. Obviamente no era mi intención molestar a nadie, pero es que estamos ante una historia bastante mala que no hay por donde cogerla de principio a fin. A mí me gustan los clásicos como al que más, pero también me gusta ser fiel a la realidad que leo y bajo mi humilde punto de vista, estoy ante el segundo peor cómic que he leído en este proyecto. Y el primero también fue en esta colección, curiosamente. Aburrido, lleno de incoherencias, pero sobre todo se desaprovecha una oportunidad para darle un transfondo a un enfrentamiento elemental de la naturaleza, para quedar en algo demasiado superficial. Un cómic al que el tiempo no le ha sentado muy bien, como a otros tantos de aquella época. Desgraciadamente, en el apartado gráfico tenemos a Dick Ayers, un dibujante que no va más allá de lo correcto y a veces quizá ni eso. Para mí es un autor que no ha destacado demasiado y que tampoco me ha convencido nunca, pero que quizá el trabajo de entintador se le da un poco mejor. En definitiva un cúmulo de elementos que podrían haber dado una buena historia, pero que no consigue ni el mínimo objetivo: entretener.



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