Primera aparición como equipo de Cobra y Mr. Hyde.
DATOS IMPORTANTES (2ª Historia):
Primera aparición de Vanna y Nedra. Vanna no volverá a aparecer.
SINOPSIS (1ª Historia): Cobra y Míster Hyde unen sus fuerzas para intentar acabar con su archienemigo, Thor. Tras intentar tenderle una trampa, Thor sale en su persecución hasta una feria de maquinaria, donde los villanos logran separarle de su martillo.
SINOPSIS (2ª Historia):
Segunda parte del origen de Heimdall, donde se nos enseña su habilidad en la guardia del Puente del Arco Iris.
RESEÑA (1ª Historia):
Por el comienzo cómic, bien podría parecer un número de los Vengadores, ya que nos encontramos con la típica reunión del grupo, con el Capitán América, Iron Man, la Avispa y el Hombre Gigante, además de Thor, claro. La dinámica es la misma que en la serie vengadora: la Avispa intentando ligar con Thor, el Hombre Gigante llamándole la atención, la absurda regla que tenían por aquel entonces de no poder ni preguntarse por sus asuntos personales...
Bueno, el caso es que pillamos al grupo terminando la reunión, y a Thor con ganas de irse. Y llegados a este punto, es necesario advertir de una cosa. Este número, este cómic, tiene un argumento cuya base reside en una serie de increíbles coincidencias concatenadas que hay que tragarse como buenamente se pueda para poder disfrutar mínimamente de su lectura. ¿Listos? ¡Bien! Allá vamos.
Thor inicia el vuelo como en él es habitual, girando su martillo. Y en pleno vuelo, como si de un Spiderman cualquiera se tratara, siente el peligro. Efectivamente, las casualidades de Stan Lee han resultado en que se tope, en mitad de los tejados de la ciudad, y de golpe, con su viejo enemigo, Cobra. Thor trata de atraparlo, pero fracasa miserablemente al conseguir escaparse el villano cegándole momentáneamente.
Cobra, que es un tío listo, en el intervalo en el que Thor está cegado, se ha colado por la ventana de uno de los pisos del edificio y se ha escondido. Pero, ¡sorpresa! No es un piso cualquiera. Es nada menos que el piso de Calvin Zabo, alias Mr. Hyde. Lo cual quiere decir que de entre todos los edificios de Nueva York, Thor se ha topado con Cobra que de todas las partes del edificio, estaba en el tejado por algún misterioso motivo no revelado, y de ese edificio, el reptante villano se ha colado de manera totalmente casual en el cuarto de Mr. Hyde.
Tras la típica pelea de encuentro, esta vez entre villanos, Cobra y Mr. Hyde deciden aliarse para acabar con su mutuo enemigo, Thor.
Mientras tanto, Thor vuelve a la consulta del Dr. Donald Blake, su alter ego humano, donde en un alarde de romanticismo, ni siquiera mira a la cara a Jane Foster, su enfermera. Ella se muere por sus huesos y él por los de ella, pero estamos ante el típico romance marveliano de los sesenta. Ella está locamente enamorada y él no se atreve o no quiere atreverse a declararse. No obstante, aquí está elevado a la máxima potencia, ya que Blake, como digo, ni siquiera mira a Jane. Menudo imbécil, para ser un dios nórdico... Así, Jane le comunica a Blake que quiere salir antes ese día porque tiene una cita, y el tonto de Donald ni siquiera eleva una ceja, sigue a lo suyo mientras la felicita por ocupar su tiempo libre, mientras por dentro se enfanga en su derrotista pensamiento de que así es mejor para Jane, menos peligroso para ella, etcétera... Y de este modo, Jane cree que al buen doctor no le importa un carajo, como es lógico ante tanto despropósito.
Cambio de escena. Mr. Hyde es un inventor del carajo, que ríete tú de Reed Richards, Victor Von Muerte y Tony Stark juntos. En su piso ha creado un aparato que, al apuntar a un individuo, proyecta los instantes anteriores de su pasado, como una película que se visiona del revés. Not bad. Con él, pretenden seguir a Thor sin que él lo sepa, para poder tomarle por sorpresa.
Para ello, crean un tumulto en mitad de la ciudad que lo atraiga. A Thor, no a ningún otro, claro. El caso es que lo consiguen, y la película les muestra el punto de origen del asgardiano: la consulta de Donald Blake. Pero el invento se detiene justo antes de visionar la transformación de Thor en Blake, porque ellos apuntaron a Thor y no al doctor.
Mientras tanto, Thor en su identidad de Blake, ha decidido que lo que tiene que hacer para casarse con Jane es renunciar a su martillo y su identidad de Thor para siempre. Y fruto de esta tremenda convicción, Blake toma una decisión definitiva. Mete el bastón en un armario de su consulta...
Al mismo tiempo, Jane decide de manera misteriosa que prefiere dejar su cita e ir a trabajar a la consulta, porque en su enamoramiento, respirar el mismo aire que Donald Blake ya le basta. En fin.
El caso es que los villanos irrumpen en ese momento en la consulta de Blake, que se encuentra desarmado sin posibilidad de convertirse en Thor, en una muestra de timing villanesco perfecto. También llega Jane, justo a tiempo para convertirse en rehén, y así obligar a nuestro doctor a repensarse su abandono de Mjolnir para salvarla de los malvados.
Cobra y Hyde saben que Blake tiene relación con el Dios del Trueno, pero no se pueden imaginar que sea él, por lo que quieren obligar a Blake a delatarle. Hasta ahí, bien. Pero aquí es donde los inteligentes villanos se transforman en Alfa Primitivos, por lo menos. Veamos la secuencia completa:
Blake convence a Cobra y Hyde de que necesita su bastón para llamar a Thor. Hyde rompe el armario y se queda con el bastón. Entonces, Blake, sagaz como él solo, engaña a los villanos. ¿Cómo, diréis? Le dice a Hyde que golpee el bastón en el suelo y que mire por la ventana por donde aparecerá Thor. Así lo hace, y mientras Hyde y Cobra miran por la ventana, el bastón se transforma en martillo y Blake en el Dios del Trueno, mientras los patidifusos villanos no alcanzan a entender dónde ha ido el bastón (¡se habrá caído por la ventana!) y de dónde ha salido Thor, que ocupa la misma posición que ocupaba Blake (¡el cojo ha salido corriendo por la puerta en una décima de segundo mientras Thor entraba al mismo tiempo!).
Así, con esta increíble argucia, la identidad de Thor queda a salvo... y de paso, se nos recuerda que no importa quién golpee el bastón, el que se transforma es Thor, aunque no lo porte él mismo. Hecho este, el del golpeo ajeno del bastón, que no parece haber tenido gran continuidad en el futuro.
Yo me preguntaría la razón por la que Cobra y Hyde querían atraer a Thor, porque en cuanto lo ven aparecer se dan a la fuga, huyendo despavoridos pasando al plan “b”. Thor los persigue hasta una feria de maquinaria donde, mientras Hyde distrae al asgardiano y no le deja usar toda su fuerza ocultándose entre el gentío, Cobra utiliza una complicada grúa para arrebatar el martillo de su mano al Dios del Trueno y guardarlo dentro de la propia máquina.
¡¡Debe recuperarlo o se transformará en Donald Blake en 60 segundos!!
VALORACIÓN (1ª Historia):
Aquí Stan y y Jack reciclan dos villanos anteriormente presentados, con la esperanza de que conjuntamente presenten una amenaza real para Thor. Por un lado, Cobra parece un personaje que iría mucho mejor en colecciones como el Captain America, Daredevil o The Amazing Spider-Man. Un contorsionista con unos dardos, que ni siquiera tiene algo de superfuerza, poca oposición puede presentar a alguien como Thor, de manera que los guiones se tienen que retorcer para darle una pequeña oportunidad. Mr. Hyde, por su parte, sí es superfuerte, pero ni mucho menos tanto como Thor, por lo que también debe recurrir a una serie de cachivaches pseudotecnológicos para poder presentar batalla. La combinación entre los dos villanos no es realmente una subida en su nivel de amenaza, más allá de generar una cierta confusión en el asgardiano por tener que atender a dos enemigos a la vez.
El argumento en sí del número es a la vez un despropósito y más simple que el mecanismo de un botijo. No obstante, una vez se consigue sobrepasar el velo de tanta casualidad y giro argumental, nos encontramos con un cómic que es muy divertido, con un Jack Kirby en plena forma al que el entintado de Chic Stone sienta muy bien. No cabe duda de que la colección va mejorando.
RESEÑA (2ª Historia):
Seguimos con el origen de Heimdall, si bien esto es más un simple relato de un hecho acaecido que su origen en sí mismo, ya contado en el capítulo anterior.
Un Gigante de la Tormenta se queja de que no puede atacar Asgard porque Heimdall está siempre vigilante, de manera que Nedra, su reina, envía a Vanna, espíritu invisible, a que burle la vigilancia de Heimdall y le haga caer en desgracia ante Odín, retirándole así de la guardia del Puente del Arco Iris.
Y, ciertamente, Vanna logra zafarse de Heimdall, quien pese a todo y sin ver ni oír realmente nada, siente de algún modo su presencia. Con todo, Vanna se cuela en los salones de Asgard llegando hasta el mismísimo Odín.
En ese momento, Heimdall viene con su aviso, lo que permite a Odín buscar y capturar a Vanna. Heimdall siente que ha fallado en sus deberes de guardián del Puente del Arco Iris al dejar entrar a Vanna, pero Odín le advierte de que ha sido lo contrario: incluso a riesgo de parecer un necio, ya que no había oído ni visto nada, Heimdall fue capaz de dar la alarma, así que no hay nadie mejor que él para vigilar las puertas del reino.
VALORACIÓN (2ª Historia):
Parece increíble que los autores sean los mismos que en la primera historia. En muchas menos páginas nos ofrecen un relato épico y relevante. Se entiende que el propósito de cada historia es diferente, pero en cualquier caso el nivel de estos Relatos de Asgard sigue rayando lo brillante, siendo de lo mejor de la época, a la altura de las mejores historias que nos ofrecieron Stan y Jack.