FANTASTIC FOUR #13 (abril 1963)
por Eleder



EQUIPO CREATIVO:
Guión: Stan Lee
Dibujo: Jack Kirby
Entintado: Steve Ditko

SINOPSIS:
Una explosión ocurre en el laboratorio de Reed Richards; éste explica a sus alarmados compañeros que ha descubierto la forma de obtener "energía ilimitada" de los restos de meteoritos, y de aprovecharla para construir un combustible que les lleve a la Luna antes que "los rojos", aunque teme que éstos hayan podido hacer el mismo descubrimiento. Toman su cohete y viajan efectivamente a la Luna, a una misteriosa "Zona Azul".

El científico soviético Ivan Kragoff, en efecto, había tenido la misma idea, y prepara en paralelo su propio viaje a la Luna con una tripulación de inteligentes y avezados simios (un gorila, un mandril y un orangután, en concreto). Además, sabiendo de la historia de Los 4 Fantásticos, hace su nave transparente, de manera que los rayos cósmicos les impacten directamente, otorgándoles superpoderes aún mayores que a Los 4 Fantásticos. El plan funciona a la perfección (él consigue hacerse etéreo a voluntad -de ahí su sobrenombre de "el fantasma"-, el mandril podrá convertirse en cualquier objeto, el gorila aumenta su fuerza hasta ser más fuerte que la propia Cosa, y el orangután obtiene poderes sobre el magnetismo que envidiaría el mismo Magneto).

Llegan a la Luna casi a la vez, y descubren que la "Zona Azul" es en realidad una antigua ciudad en ruinas, cuna de una avanzada civilización. La Cosa descubre a los enemigos y comienzan a pelear, pero un misterioso personaje llamado el Vigilante, que afirma vivir allí, les detiene, y les cuenta cómo su raza vigila desde tiempos inmemoriales a las razas inteligentes del universo, pero bajo el juramento de no interferir en ellas. Esta vez rompe el juramento para salvar a la raza humana "del salvajismo"; y, para que no lleven la guerra a la Luna, traslada a los dos equipos a un lugar seguro para que peleen allí, haciéndose él juez del combate.

En la pelea la Chica Invisible es capturada, y descubre cómo Kragoff está dominando a sus simios por el hambre. Consigue liberarlos y permitir acceder a la comida a los pobres bichos, y escapa de allí a tiempo de advertir a sus compañeros de una trampa que el soviético les tiene preparada. Kragoff tiene que huir, adentrándose en la misteriosa casa del Vigilante, quien le arroja de sus dominios con displicencia. En el ínterin, Reed Richards ha inventado un "rayo paralizador" con el que toma por sorpresa a su enemigo, venciendo así en la lucha y recibiendo por ello las felicitaciones del Vigilante. Y cuando Kragoff está a punto de conseguir escapar, sus simios le descubren y comienzan a perseguirle, en castigo por haberles sometido por hambre. Nuestros héroes vuelven a la Tierra a dar cuenta del combustible a la Agencia Espacial Norteamericana.


EDICIONES ESPAÑOLAS:
  • Marvel Masterworks: Los 4 Fantásticos #2

    DATOS IMPORTANTES:
  • Primera aparición de la Zona Azul de la Luna y del Vigilante.
  • Primera mención al Limbo como un "lugar" específico (aunque no sabemos si será el mismo "Limbo" de personajes como Magik, dado que aquí es empleado por el Vigilante).
  • Primera aparición del Fantasma Rojo y los Supersimios.

    RESEÑA
    Esta reseña va por colores. El primero es obvio, dado el propio título del cómic: ROJO.

    No sabía qué me podía encontrar cuando vi que el primer número que me tocaba reseñar en esta sección trataba sobre "El fantasma rojo". Pero, viendo los antecedentes, tenía que haberlo sabido. Sí, amigos: se trata de "El fantasma COMUNISTA". En este número las alusiones al comunismo son constantes. Reed sigue empeñado en hacer que USA gane la carrera espacial y llegue a la luna antes que la URSS, ante la aprobación extasiada sobre todo de Sue, que llega a comparar a los Supersimios con "las masas comunistas inocentes, esclavizadas por sus malvados líderes". De hecho los Supersimios acaban rebelándose contra su opresor; la metáfora es clara.

    Sobre la propia carrera espacial, según este número tanto Los 4 Fantásticos como Kragoff serían los primeros hombres en la Luna, antes de la llegada de Armstrong y Aldrin (y los indicios apuntan a que el primero habría sido Kragoff).


    Y aquí en la Luna encontramos el segundo color, el que hace que este número sea memorable: AZUL.

    Según las palabras de Reed Richards, daba la impresión de que la "Zona Azul de la Luna" era una localización conocida aunque misteriosa en la época (al estilo de los famosos "canales de Marte", pero no he conseguido localizar nada al respecto; parece que simplemente fue inventada en el momento por Lee y Kirby. Posteriormente sería el escenario de importantísimas historias, como la de la muerte de Fénix. Y en este cómic sirve para ofrecernos ruinas de una antigua civilización (de la que no se dice más), una extraña casa cuyo contenido desafía a la imaginación del hombre, y su extraño habitante, el Vigilante (su nombre, Uatu, no se menciona aún en este número).

    El Vigilante llegaría a ser un personaje recurrente, sobre todo en los Cuatro Fantásticos, y uno de los pilares del "elemento cósmico" de los cómics Marvel. En este número nos cuenta su historia, aunque es curioso cómo su conclusión es que al haber llegado los humanos a la Luna él debe "alejarse más" (cosa que sabemos que no cumplió). Es curioso, en cualquier caso, cómo la historia de Uatu parece ejemplificar a la perfección el famoso dicho de "Todo lo que se dice antes de un 'pero' es mentira", dado que sus historias comienzan siempre con un "Los Vigilantes hemos hecho un juramento de nunca interferir en el destino de las razas que vigilamos, PERO…". Este número es ya la primera excepción, sin que su motivación quede muy clara ("evitar que vuestra guerra llegue a la Luna"), haciéndoles librar un combate singular y haciendo él de juez.

    Aparte de estos puntos, hay otros aspectos curiosos. La historia de Kragoff y de cómo construye una nave "transparente" para que los rayos cósmicos les afecten y les den superpoderes tanto a él como a los simios (me encantaría saber los poderes que recibió la perrita Laika ); la ingenuidad científica, tan propia de este tipo de cómics (y menos matizada en esta época que en la actualidad), que hace que Reed pueda sacarse de la manga para vencer a Kragoff un "rayo paralizador" que funciona "al mismo nivel molecular de su estructura atómica" (¿tiene algún sentido esta frase?), o dar a la Antorcha un "traje con atmósfera propia" que le permite encenderse y volar en el espacio; o la primera mención del "Limbo" marveliano (que pertenece más bien al área "mística" de Marvel, más que a la "cósmica", pero que aquí es utilizado por el Vigilante).

    Sue Storm va adquiriendo ya más protagonismo (en este caso es ella la que libera a los Supersimios en el último momento, causando así la derrota del comunista, y advierte de una trampa a su hermano); hay escenas entrañables como cuando la Cosa mete a Reed Richards, aprovechando su elasticidad, en una botella, etc.


    VALORACIÓN:
    Este número, pese a su título tan poco promisorio, acaba convirtiéndose en uno de los números fundamentales para entender lo que será el Universo Marvel en los años y décadas posteriores. Su dibujo es más que correcto, y pese a las ingenuidades típicas de la época, el guión es también aceptable; se ve cómo Lee estaba preocupándose por pulir detalles que le iban haciendo notar los lectores, como la "florerez" de la Chica Invisible. Pero lo que hace grande este número es el trasfondo que nos muestra. Sin ello, y sólo con Kragoff y los simios, el número habría sido una verdadera broma. Así que ¡gracias, Uatu!



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