EQUIPO CREATIVO:
Guión: Stan Lee
Dibujo: Jack Kirby
Entintado: Dick Ayers
SINOPSIS:
Mientras, Reed Richards investiga los poderes de Sue Storm, junto a Johnny Storm, observa en el cielo la señal de aviso del cuarteto.
Tras un pequeño problema doméstico con la puerta del laboratorio, consiguen salir, aunque la fama les plantea otro pequeño obstáculo en la calle. Finalmente, llegan al piso de Alicia Masters, que junto a La Cosa son los responsables de la llamada.
Por otro lado en las oficinas de Marvel, Jack Kirby y Stan Lee debaten sobre el argumento de su próximo número de Los 4 Fantásticos, en ese momento entra en escena el Dr. Muerte y les obliga a llamar a Mister Fantástico.
Al rato, aparece en las oficinas de Marvel el líder del cuarteto, para caer en una trampa del Dr. Muerte que, tras sedarlo, lo lleva a su laboratorio secreto. Allí, le explica como escapó de su exilio en el espacio, y como conoció a la raza extraterrestre de los Ovoides. De ellos aprendería muchas cosas de su tecnología, entre ellos la capacidad de intercambiar la mente con el cuerpo de otra persona, de esta forma hace el intercambio de mentes con Reed Richards. Ahora, puede disfrutar de una cara que no está desfigurada.
Sin embargo, el resto del grupo descubre la localización del Dr. Muerte y aparece en esos instantes. El falso Reed Richards encierra al falso Dr. Muerte y se va con el grupo, de forma que comienza a planear como destruirlos.
El plan reside en engañar a los miembros del grupo para exponerlos a una máquina que les permitirá potenciar sus poderes, aunque es una treta para reducirlos de tamaño hasta que desaparezcan.
Mientras, Reed Richards, atrapado en el cuerpo de su enemigo, consigue escapar y busca la ayuda de Alicia Masters, pero es sorprendido por la Chica Invisible, que pronto es ayudada por La Cosa y la Antorcha Humana.
Una vez derrotado, es trasladado al Edificio Baxter, donde pretenden seguir con el experimento prometido del que creen ser su amigo, sin embargo, las palabras de aquel al que creen ser el Dr. Muerte hace que comiencen a sospechar.
En ese momento, la Antorcha Humana utiliza sus poderes para crear un espejismo, donde peligran las vidas de los presentes. Esto produce una reacción que delata quien es quien realmente.
De esa forma, ambos se ponen frente a frente y la concentración del Dr. Muerte decae por un momento, lo suficiente para que vuelvan a intercambiarse.
En plena batalla, el rayo reductor le da al villano y su cuerpo comienza a reducirse hasta perderse de vista.
Primera aparición de la raza extraterrestre llamada los Ovoides.
Primera ocasión en la que el Dr. Muerte intercambia la mente con alguien, algo que vuelve a hacer en el futuro.
Primera aparición de Jack Kirby, Stan Lee y las oficinas de Marvel dentro del Universo Marvel.
RESEÑA:
Con la relectura de números tan clásicos, uno acaba dándose cuenta de que en 23 páginas de aquella época pasaban muchas cosas. Aunque también hay que decir, que parte de esas escenas, vistas con cierta perspectiva, dan la sensación de cierto alargamiento innecesario, o que no todo lo que se cuenta tiene mucha relación con lo realmente importante de la historia. En este número, tenemos un claro ejemplo de ello.
Para empezar, tenemos una investigación de los poderes de los miembros del grupo por parte de Reed Richards.
Es algo que realmente será un clásico de la serie, aunque irá más enfocado a la Cosa, que es realmente el que representará el papel más dramático del cuarteto, más que nada debido a su aspecto poco agradable, con el cual no se siente cómodo.
Sin embargo, la señal en el cielo parece indicar que la acción está próxima a comenzar, pero nada más alejado de la verdad, porque los protagonistas de la escena se quedan atascados por la cerradura nuclear de la puerta.
Así, es como los autores llenan una página sin que pase algo realmente importante, y asistimos a esa extensión que comentaba al principio.
Solventado este pequeño problema científico, se enfrentan con algo que podría acercarse a la realidad, el peso de la fama recae sobre ellos. En el caso de Reed es algo literal…
Pero lo estrambótico de todo esto es que tanto barullo solo para ver las nuevas estatuas de Alicia.
Sin embargo en esta la situación creada, entre absurda y cómica, surge un momento en el que Reed se queda sin palabras e intenta desnudar su corazón a Sue. Y es que parece que la chica del grupo siente cierta debilidad por Namor, cuya escultura esta presente, lo cual deja algo desconcertado a Reed, que se creía que ya tenía la novia asegurada.
Afortunadamente, no vamos a acabar la primera parte del número sin ver algo que esté relacionado con el título, de esa forma tenemos el regreso del Dr. Muerte, aunque en un lugar de lo más inesperado, las propias oficinas de la editorial Marvel, donde además tenemos el cameo de los propios autores del cómic.
Hay que comentar que no es la 1ª aparición de Jack Kirby en un cómic, ya que tuvo el dudoso honor de aparecer en Millie the Model #107, aunque si lo es de Stan Lee, pero con el paso del tiempo todos sabemos que nadie ganará en cameos al jovial Stan.
Pero como digo, lo realmente interesante comienza a partir de ahora, ya que entra en escena el villano por excelencia de la primera familia Marvel, el Dr. Muerte, que consigue atraer al líder del cuarteto mediante amenazas, de forma que pueda contarle (y contarnos), como se salvó de una situación tan comprometida como estar a la deriva en el espacio.
Aquí es donde veremos la aparición de los Ovoides una raza alienígena tan adelantada tecnológicamente como ingenua, ya que lo dejan marchar con sus bendiciones.
Pero hay dos momentos muy interesantes en estas escenas. Uno es que podemos ver al gobernante de Latveria aquejado de la vanidad física estableciendo ciertas similitudes con la dolencia psicológica de uno de los miembros del cuarteto, Ben Grimm. Algo que sería explotado en las Secret Wars.
El otro punto de interés, es la capacidad de intercambiar la mente en el cuerpo de otra persona. Esto es un concepto que podemos achacar a la renqueante influencia de las historias de terror y ciencia ficción de la editorial.
No se si puedo tacharlo de algo novedoso para esa época, pero si encontramos aquí un recurso que con el paso del tiempo se volvería algo manido y que no solo se vería en los cómics, sino en la literatura fantástica o el cine.
Quizá no sea capaz de retrotraerme a aquella época y valorarlo en su justa medida, pero si que podemos decir que podemos ver el germen de las maravillas que acontecerán en el futuro a la colección. Y como no podía ser de otra forma, estando Kirby implicado sería enfocado al género de la ciencia ficción. Un género que será el motor de esta serie como iremos viendo.
A partir de aquí llegan momentos en el que los autores aprovechan que los personajes están en vías de desarrollo, y por ende, no son tan reconocibles como pueden ser en la actualidad, de esa forma el engaño de Muerte funciona a la perfección. Y no solo eso, si no que es capaz de jugar con los anhelos de sus enemigos en temas que con el tiempo pueden ser banales, pero aquí encajan muy bien.
Salvo la posibilidad de Ben de poder convertirse en la Cosa a voluntad, el resto de promesas no dejan de ser cosas que en un futuro los personajes podrán hacer o incluso mejorar. Pero como digo en los albores de esta colección, todo funciona muy bien, creando cierta sensación de desasosiego, aunque obviamente todo debe volver al punto de partida.
Huelga decir que todo acaba como debería, pero antes de llegar al final me gustaría comentar algo que es la semilla del Universo compartido que poco a poco se irá engendrando.
El rayo reductor de Muerte está basado en las Partículas Pym de las que naciera el Hombre Hormiga, ya que la formula solo la saben el susodicho y Reed, aunque más adelante el asunto tendrá un nuevo giro. Además, esto es el principio de la exploración de un nuevo mundo, o mejor dicho submundo. Porque espero que nadie piense que el Dr. Muerte ha desaparecido para siempre, pero eso es una historia para otro día.
VALORACIÓN: Estamos ante un número muy bueno, a pesar de tener un comienzo algo renqueante, ya que la trama se nos va por las ramas de manera acuciante. No obstante, alcanza momentos realmente memorables, donde la imaginación muestra ciertos aspectos realmente brillantes, al menos para la época. Pero aún así, estamos ante uno de esos números donde el tiempo no le ha sentado tan mal y cuya relectura no es algo desagradable.
Quizá la pega es ese entintado, aunque los había peores, junto a un Kirby que todavía no muestra sus mejores momentos, aunque sigue siendo Kirby y eso es algo a tener en cuenta.
Creo que habría que destacar mucho sus planos o su narrativa, algo que es terriblemente importante para que funcionen muchas cosas de esta historia, a pesar del tiempo transcurrido.
También habría que destacar como se siguen definiendo los papeles de cada personaje, dando lugar a un estilo nuevo de superhéroe; un estilo que acabará siendo la marca de la casa y que todos acabaremos disfrutando mucho.