EQUIPO CREATIVO:
Guión: Stan Lee.
Dibujo: Jack Kirby.
Entintado: George Roussos.
SINOPSIS:
Tras la "traición" de Hulk y el combate de Namor contra los Vengadores, el Hombre Submarino decide huir y reemprender la búsqueda de su pueblo. En su viaje, encuentra una tribu de esquimales que adoran a una figura humana atrapada en el hielo. La ira de Namor, frustrado por su propio fracaso y por las extrañas tradiciones de los seres que habitan la superficie, rompe el casquete polar y deja a la figura humana a su suerte.
Unas horas después, los Vengadores encuentran al hombre en estado de animación y lo reconocen: se trata del legendario Capitán América, el héroe estadounidense de la 2ª Guerra Mundial, al que se creía desaparecido en combate. El Capitán América, en shock, despierta y se enfrenta a los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Una vez arreglada la confusión, el héroe abanderado explica al equipo sus últimos recuerdos, en los que la muerte de su eterno compañero "Bucky" Barnes preceden a la oscuridad en la que se mantuvo durante décadas.
Los Vengadores y el Capitán América regresan a Nueva York. Nuestros héroes son los primeros en salir del submarino, pero son atacados por sorpresa, convertidos en piedra y secuestrados. Ante su tardanza, el Capi decide salir a investigar. Una ciudad muy cambiada, diferente a la que él recordaba, le espera en su camino. En un hotel cercano decide pasar la noche. Allí recibe la visita de Rick Jones, el joven compañero de Hulk, a quien confunde con Bucky. Juntos deciden hacer equipo y descubrir el paradero de los Vengadores.
El Capitán América llega hasta la guarida de los villanos y descubre que el misterioso atacante es en realidad un extraterrestre que operaba bajo las órdenes de Namor. Confundido, ayuda al Capitán a revertir a los Vengadores a su forma normal. Todos juntos recuperan la nave del extraterrestre, pero es entonces cuando Namor y una tropa de soldados atlantes de élite atacan. El combate se desarrolla, con un intento de Rick Jones incluido. Namor y el Capitán América se enfrentan, hasta la huida del Hombre Submarino. El extraterrestre abandona la tierra y, finalmente, el Capitán América se une a los Vengadores.
Asombrado ante las habilidades del Capi, Rick Jones se pregunta si será este el compañero ideal, en lugar del confundido Bruce Banner, también conocido como Hulk...
Primera aparición del Capitán América en el Universo Marvel. Sin embargo, su primera aparición absoluta tuvo lugar en Captain America Comics #1. La explicación de que estuvo congelado desde la 2ª Guerra Mundial obvia sus apariciones de los años 50. Esta situación no se aclaró hasta Captain America Vol.1 #155.
Primera aparición de un integrante de la raza D'Bari (esos que luego destruye Fénix Oscura).
En esta historia nace el germen de la relación Rick Jones/Capitán América, que desembocaría en la asunción de Rick de la identidad de Bucky.
RESEÑA:
Tanto la portada como la entradilla del cómic lo dejan bastante claro: estamos ante un número que, a pesar de estar entre las primeras entregas de la colección, marcará un antes y un después en los Vengadores y en este incipiente Universo Marvel. La llegada del Capitán América o, mejor dicho, el regreso del Capitán América, dibujado además por el hombre que ya había ilustrado su anterior andadura, es un hito en la historia del cómic mundial.
Al igual que sucede con el resto de apariciones de esta época, desde el punto de vista actual llama la atención ver a Namor tan del lado de "los villanos" en estos tiempos. También llama la atención, como ya veremos, que no preste mayor atención a esa misteriosa figura humana a la que rescata y, por supuesto, que no reconozca a Steve Rogers. Pero bueno, no hay nada que posteriores entregas, la retrocontinuidad y un exceso de testosterona no puedan explicar.
El despertar de Steve sigue la regla básica de cualquier team-up Marvelita, "primero golpeamos, luego preguntamos". La identidad del Capi es, por el momento, desconocida, pero no es excusa para contar sus últimos minutos en la II Guerra Mundial. Por cierto, resulta curiosa la forma en la que se detiene el combate, con la Avispa por el medio y la "caballerosidad" del Capi como principal enemiga.
Luego llegamos a mi parte "menos favorita" del número, que es la secuencia central. Aquí, Lee y Kirby tiran de imaginación y nos hacen creer que alguien puede vencer a los Vengadores delante de un montón de periodistas y desaparecer en el acto. Algo tan inocente, desde luego, hoy en día es impensable, pero ocurrió.
Al menos nos deja a un Capi despertando, en unas viñetas que reflejan a la perfección el "Hombre fuera de su tiempo" que es. Y, por supuesto, nos deja un primer encuentro con Rick Jones que también pasará a la historia.
Finalmente, Steve descubre al villano. Se trata de un extraterrestre controlado por Namor (ya de por sí la idea resulta un poco absurda).
Con los Vengadores recuperados, ayudan a este confundido alien, no sin antes enfrentarse de nuevo a un Namor insistente como él solo.
La unión del Capi a Los Vengadores marca el final de la historia, pero personalmente me quedo con la imagen de Rick solo en las rocas, pensando en el extraño mundo en el que le ha tocado vivir y, sobre todo, en los extraños compañeros de aventuras que le han tocado.
VALORACIÓN:
Un número para el recuerdo. A pesar de algunas cosas propias de la época, con algunos manidos recursos que hoy en día son más ridículos que otra cosa, la recuperación del Capitán América es ejemplar. Es tan sencilla, pero tan efectiva, que asusta casi la idea, pues traer de nuevo a un primer plano a un personaje tan icónico, sin más, en un número además como este, en medio de la colección, es algo que desde luego indica la tendencia de estos cómics y que el verdadero objetivo era darlo todo cada mes, sin pensar en trucos de marketing o publicidad vacía. Esta es la Marvel de verdad, en la que además los Héroes Más Poderosos de la Tierra dejan por un momento de ser el foco de atención. No quiero decir que la de ahora no lo sea, pero estos números, estas viñetas, esta historia, es ADN del mayor universo de ficción jamás creado. El dibujo de Kirby nos deja además paneles para el recuerdo, iconicidad hecha trazo. Un imprescindible.
