EQUIPO CREATIVO:
Argumento: Stan Lee.
Guión: Robert Bernstein.
Dibujo: Don Heck.
Entintado: Don Heck.
SINOPSIS:
La acción nos sitúa en Moscú, en dónde el líder del bloque comunista acude al laboratorio del profesor Vanko, el mayor experto en electricidad del mundo. Después de profesarse mutua animadversión, el profesor Vanko presenta su última creación. Un exoesqueleto que le permite emitir electricidad, sobrecargando los mecanismos eléctricos, así como poder para controlar determinadas máquinas. Para demostrar sus habilidades, Vanko pone en situaciones peligrosas al líder con la intención de ridiculizarlo. Éste, a su vez, tiene intención de utilizar a Vanko, y eliminarlo posteriormente. La primera misión de Vanko será acabar con Iron Man y, a su vez, sabotear el trabajo de Tony Stark para recuperar el primer puesto en la escalada armamentística.
Dos semanas después, en el campo de pruebas de Tony Stark, está dispuesto el lanzamiento de un cohete experimental. Al acecho, la Dinamo Carmesí usa sus habilidades para quemar el circuito eléctrico del cohete cuando este está en el aire. Afortunadamente, Iron Man acude en su ayuda, y logra evitar el impacto, contra la pista de aterrizaje, poniéndose como amortiguador. No obstante, tal fracaso no desanima a Vanko, que durante las siguientes semanas sabotea sistemáticamente las distintas fábricas de Stark, hasta el punto de que está en peligro los contratos que Stark tiene con el gobierno, haciendo correr la sospecha de que los sabotajes son obra del propio Stark para favorecer la causa soviética.
A pesar de que la misión está siendo un rotundo éxito, Vanko no está feliz porque su anhelo es doblegar a Iron Man. Decide atacar directamente al centro de investigaciones, produciéndose, por fin, la confrontación entre ambos colosos. No obstante, pronto, Iron Man toma la iniciativa y uno por uno va desbaratando los distintos poderes de Vanko. Incluso se permite grabar la confesión de que era Vanko quién saboteaba las factorías y, finalmente, reproduce un mensaje del líder soviético, conforme daba instrucciones para eliminar a Vanko cuando volviera. Iron Man aprovecha la oportunidad convenciendo a Vanko para que se pasara a su lado y prestara sus habilidades en pro de la humanidad. Vanko acepta, aunque desconoce que el mensaje del líder era una grabación del propio Tony. En Moscú, el líder es informado de la deserción de Vanko y paga su ira con sus subordinados.
Primera aparición de Anton Vanko y de la armadura de Dínamo Carmesí.
Aunque no se le nombra por su nombre, el líder soviético es Nikita Khrushchev.
Primera aparición del senador Harrington Byrd.
RESEÑA:
Sigue Don Heck como dibujante mientras que en la acreditación del guión se vuelve a utilizar la fórmula de acreditar a Stan Lee como autor del argumento y en los diálogos a Bernstein.
La historia es bastante atípica respecto a los anteriores números. En primer lugar hay que resaltar que, por primera vez, nos libramos de los enésimos ataques de Tony por falta de carga de la placa pectoral. Formula seguida en los pocos números que lleva el personaje, pero que ya cansaba, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones se buscaba situaciones bastante inverosímiles.
En segundo lugar, hay un escaso protagonismo para Tony Stark. El principio de la historia nos sitúa en pleno Moscú, dónde se caricaturiza sin piedad a Nikita Khrushchev dejándolo como una persona traicionera y cobarde. Para ello, utilizan la presentación de Vanko y Dínamo Carmesí en la cual, a través de las escenas y pensamientos de los personajes, se intenta que el lector aborrezca a esos personajes y, por ende, a los comunistas.
Se puede decir sin temor, que se utilizan tácticas de propaganda, que dan buena prueba del sentimiento estadounidense sobre dicha cuestión. No en vano, la crisis de los misiles cubanos está muy reciente en estas fechas, lo que da fe de que en estos años se vivía la fase más dura de la guerra fría.
Insistiendo sobre le tema anterior, lo cierto que es que el papel de Tony y de sus dos secundarios de lujo personificados en Pepper Potts y Happy Hogan, apenas tienen diálogos y cuando los tienen cumplen funciones muy básicas como la de dar un toque de humor y lealtad por parte de sus empleados al propio Tony.
En tercer lugar, asistimos en el anterior número a una pelea corta, cortísima, entre Jack Frost e Iron Man. Pues bien, en este número nos encontramos con todo lo contrario. Nada menos que tres páginas completas jalonadas con distintas escenas. Curiosamente, el combate no tiene ninguna miga. Desde el principio la habilidad de Tony o, mejor dicho, la tecnología de Tony se muestra netamente superior a su contrincante. Podría interpretarse como una especie de mensaje en el sentido de exponer que la tecnología de EEUU era superior a la soviética, siendo que los comunistas solo tienen opción de vencer si actúan subrepticiamente a modo de sabotajes.
Finalmente, dejo para este momento dos cosas que me han parecido interesantes. Por un lado, ante los ataques que sufre Stark, se produce una situación por la cual el gobierno de EEUU se plantea retirar los contratos que tiene con la empresa. Del mismo modo, se llega a acusar a Tony de conspirar con los soviéticos para dejar a EEUU indefenso. Me ha parecido curioso, por cuanto no deja de ser por un lado peyorativo para el país que se traicione a una de las personas que mantienen a EEUU a la vanguardia de la carrera armamentística. Del mismo modo, la sospecha de conspiración de Tony puede ser una lectura interesante del ambiente que se vivía en el país en aquellas fechas. Ya comentaba anteriormente, la particular situación de guerra fría que se vivía y que, con esta escena, da trazas de que dentro de las fronteras estadounidenses se vivía un clima proclive a ver conspiraciones. ¿Es esta escena una crítica velada?, no lo creo. Tiendo a pensar que más bien nos encontramos con una traslación a las viñetas de lo que se veía en aquellos momentos.
La segunda cuestión que me parece interesante, para comentar al final, es el medio utilizado por Iron Man para convencer a Vanko de que traicionara a los suyos. Efectivamente, la grabación que hace Iron Man, simulando ser Khrushchev, en el que se ordena la ejecución de Vanko. No podemos olvidar de que por un lado se muestra la capacidad ingente de la tecnología norteamericana, y por otro se hace un tratamiento peyorativo de las tácticas soviéticas de sabotaje. Y digo que no deja de ser sorprendente por cuanto precisamente la táctica de Iron Man es bastante rastrera y, al mismo tiempo, un recurso facilón para darle un final a la historia y, al mismo tiempo, dejar la posibilidad de soltar una última pulla a Khrushchev en forma de viñeta final.
VALORACIÓN:
Muy decepcionante. Partiendo de que siempre hay que tener en cuenta de que estas historias son hijas de su tiempo, es cierto que el desarrollo de la historia es muy pobre. Por un lado, tenemos una introducción de cinco páginas en las que básicamente se intentar caricaturizar a los comunistas y particularmente a Khrushchev. Es cierto que no es la primera vez, ni será la última, que se usa tales recursos, pero en el presente caso se alarga excesivamente sin ningún propósito.
Posteriormente, tenemos una parte intermedia, en la cual se desarrolla la parte de los sabotajes y la posibilidad de que Tony pierda los contratos y sea tachado de pro soviético. Personalmente, me parece la más interesante, por los puntos que he comentado, pero tampoco es merecedora de grandes elogios.
Finalmente, la parte de la lucha entre los acorazados es insulsa y carente de épica. Desde el primer momento se ve que no hay color entre ambos contrincantes.
Respecto a la parte artística, da la impresión de ser un número hecho a las carreras. Ello, por cuanto a lo ya mencionado de que la parte argumental es floja, en este número el dibujo tampoco es especialmente competente.