EQUIPO CREATIVO:
Guión: Stan Lee - Steve Ditko
Dibujo: Steve Ditko
Entintado: Steve Ditko
SINOPSIS:
El Baron Mordo, el antiguo enemigo del Doctor Extraño, reaparece con un nuevo hechizo que tiene la capacidad de crear una réplica en miniatura del legendario Sanctasanctórum del Maestro de las Artes Místicas y transportarlo a una dimensión desconocida. Intentando descubrir la fuente del ataque, Extraño viaja con su forma astral hasta el hogar de Mordo, algo que el villano ya tenía previsto: Extraño acaba atrapado en una botella de energía mágica. Esta victoria da fuerzas a Mordo para reclamar el título de Maestro de las Artes Místicas al Anciano, el maestro de ambos, sin saber que Extraño ha llegado antes que él, se ha liberado de sus ataduras y, en colaboración con el Anciano, han ideado un plan para vencer a Mordo. Mordo muerde el polvo, pero Extraño y el Anciano lo tienen claro: cada nuevo ataque del diabólico brujo es más peligroso que el anterior...
El título que se le da a esta 2ª historia en la portada ("The Terrible Traps of Baron Mordo") es ligeramente diferente del que figura en la primera página de dicha historia ("The Many Traps of Baron Mordo").
Aunque no se le acredita, Steve Ditko participó en el guión de la historia.
Primera aparición del interior del Sanctasanctórum del Dr. Extraño.
En esta historia se menciona por primera vez a Dormammu.
En esta historia se menciona por primera vez a los Vishanti y a Agamotto.
RESEÑA: Strange Tales #117 comienza por todo lo alto y sin preámbulos: Mordo ha obtenido un nuevo poder mágico y tras un pequeño monólogo está deseando probarlo con su mayor enemigo, el Doctor Extraño. Me resulta curioso que Mordo sea capaz de crear una réplica perfecta de la casa de Extraño, que Extraño no detecte nada y que además el propio Mordo demuestre unos poderes aparentemente tan superiores (en principio).
Extraño hace su aparición en uno de mis momentos preferidos del tebeo “teatralidad y engaño”, como dirían en la saga del Caballero Oscuro de Nolan. Bueno, aquí lo primero, claro. Aunque también hay algo de lo segundo…
Extraño se da cuenta de que algo raro ocurre y entra en la forma astral. De nuevo podemos ver esta espectacular capacidad: el fantasma no es ahora el villano de la historia, el espíritu que atormenta a los héroes. En la Era Marvel de los Cómics el fantasma es el héroe.
Extraño llega a la casa de Mordo, como Perico por su casa, pero cae en la nueva trampa. Sorprende, quizás, ver a este Extraño tan primerizo, aunque luego sabe salir bien de la situación.
Mientras Stephen está encerrado en la trampa mágica de Mordo, éste aprovecha para reclamar el título de Maestro de las Artes Místicas y pedir el perdón de su Anciano maestro. Craso error.
Extraño desvela el engaño, la treta: se ha liberado de la trampa de Mordo y, aliado con el Anciano, está preparado para combatir a su enemigo. Se enfrenta épicamente contra Mordo. Me estoy imaginando algo así en el cine, a lo Ditko, con magia POP de verdad y no los rayos y lucecitas que normalmente, muchas veces, tenemos que aguantar, y se me hace la boca agua...
Mordo acaba derrotado, el hogar de Extraño vuelve a la normalidad y alumno y maestro acaban hablando de lo peligroso que es el Barón de la Birra...
VALORACIÓN:
Hacía mucho tiempo que no leía un número clásico de Marvel, la verdad, más allá de algunas cosas puntuales en los últimos tiempos para preparar algunas cosas. Y lo cierto es que me ha sorprendido bastante, tanto para bien como para mal. Para bien, porque el utilizar un ardid tan interesante como sustituir la casa del héroe por una réplica en miniatura es algo impensable a día de hoy (y más en la casa de Extraño), pero me parece cuanto menos curioso la sencillez con la que se desarrolla. En otros momentos el guionista se habría parado y todo para explicar hasta el último detalle, contándonos cosas de esa dimensión desconocida, pero aquí los autores clásicos de Marvel ofrecen una nueva lección maestra de narrativa, sumando un montón de conceptos que para otros darían para hacer varias historias más en una sola. Es pura imaginación. Sin embargo, el truco mágico se reitera con el hecho de que Extraño se adelante a los planes de Mordo, dejando a éste como una especie de pardillo y al Anciano y al ¿héroe? Como unos auténticos jefazos. Ese doble giro de guión ensombrece un poco el resultado general del número. Por último, hay que valorar muy altamente el trabajo artístico de Ditko en estas páginas. Me resultan especialmente espectaculares aquellas en las que Extraño viaja en forma astral y la expresividad que tiene el rostro de Mordo: humaniza incluso al villano.