FANTASTIC FOUR #8 (noviembre 1962)
por Óscar Rosa Jimenez



EQUIPO CREATIVO:
Guión: Stan Lee
Dibujo: Jack Kirby
Entintado: Dick Ayers

SINOPSIS:
La Cosa intenta acceder al laboratorio de Reed, pero tanto éste como el resto del grupo no le permiten acceder a la instalación. La Cosa enfadado decide marcharse del grupo y la Chica Invisible le sigue intentando convencer de que comete un error. Mientras ambos discuten, ven como un individuo se sube a un puente poniendo su vida en peligro. Debido a la distancia se sienten impotentes y lanzan la señal de Los 4 Fantásticos para que acuda el resto del equipo, de esa forma la Antorcha Humana acaba rescatándolo. Mientras en otra parte, vemos como el individuo estaba controlado mentalmente por el Amo de las Marionetas y era una víctima de él. El Amo de Marionetas ha descubierto una arcilla radiactiva con la cual crea figuras que controla a su antojo. La siguiente que realiza es de La Cosa, que es controlada para que acuda a su apartamento. Aunque la Chica Invisible lo sigue sin que nadie pueda verla. Pero la hija del villano, Alicia Masters es ciega y tiene los sentidos más agudizados, con lo cual siente su presencia y da la voz de alarma. Rápidamente, el Amo de Marionetas la deja inconsciente, gaseándola, y decide utilizar a su hija para que, junto a La Cosa, se infiltre en el cuartel general de Los 4 Fantásticos. Para ello la disfraza con una peluca y un uniforme similar al del grupo. Mientras envía a los dos señuelos, decide utilizar una marioneta del secretario del alcaide de la prisión estatal, para que libere a los presos de la cárcel. Cuando los dos señuelos del villano llegan al Edificio Baxter, son descubiertos rápidamente. En la pelea, La Cosa se derrama encima el experimento de Reed, descubriendo que el secreto en el que trabajaba su amigo consistía en un intento de devolverle a su aspecto anterior a la radiación de los rayos cósmicos. Al transformarse La Cosa en Ben Grimm, se desvanece el control del Amo de Marionetas y le cuenta a sus compañeros todo lo que ha sucedido, además de que Sue está retenida por el villano. Aunque, la pócima dura poco tiempo y Ben vuelve a ser La Cosa en cuanto el compuesto se seca en su piel. Por otro lado en la prisión estatal se ha desatado el caos, aunque el cuarteto no se ha enterado y va en busca del villano para rescatar a Sue. Durante el enfrentamiento, el Amo de Marionetas emplea diferentes marionetas mecánicas. Al final consiguen rescatar a Sue, pero el villano se escapa. A continuación, el grupo ve en las noticias lo de la prisión y se deciden a intentar solucionar el motín. Algo que consiguen gracias a sus poderes y a la liberación del alcaide. Mientras, el Amo de Marionetas, tras el éxito de su experimento, comienza a soñar con dominar el mundo gracias a sus marionetas. Entonces su hija comprende que las intenciones de su padre no son buenas y forcejea con él para quitarle una marioneta que había hecho de él mismo. En el forcejeo, Alicia cae al suelo y su padre tropieza con ella cayendo por la ventana. Cuando llega el cuarteto, no pueden hacer nada para solucionarlo.

EDICIONES ESPAÑOLAS:
  • Biblioteca Marvel: Los 4 Fantásticos nº 02.

    DATOS IMPORTANTES:
  • 1ª aparición de Alicia Masters
  • 1ª aparición del Amo de Marionetas
  • Reed Richards devuelve por primera vez a La Cosa el aspecto que tenía como Ben Grimm.

    RESEÑA:
    En este número, tenemos varios momentos interesantes, incorporaciones importantes, nuevo villano del grupo y como no alguna que otra aportación algo ridícula. Pero vayamos por partes. El número parte con una de las premisas que con el tiempo se volverían redundantes en la serie, la constante amargura de La Cosa. El miembro más fuerte del grupo no se sentía cómodo con su aspecto, algo que tampoco es que se le pueda reprochar.



    De todas formas sus amigos siempre estarán ahí para arroparlo y darle comprensión, aunque este tipo de situaciones siempre acaban en una pelea, en el que sufre el inmobiliario del edificio Baxter o algún miembro del grupo plantea la posibilidad de marcharse. A estas alturas esto es algo novedoso, pero llegará un momento en que dudo mucho que el lector se creyese ese tipo de arrebatos, aunque se convertiría en una seña de identidad de la primera familia Marvel.

    Lo realmente curioso, es que la brillante mente de Reed Richard, que es capaz de crear casi cualquier ingenio, no sea capaz de devolver el aspecto humano de su amigo, solo por tiempos limitados.



    Esto siempre me ha parecido un poco incongruente, teniendo en cuenta los inventos que se crean en esta serie. Entiendo que no se quieran desprender del personaje, pero se podría haber encontrado una solución en la que el personaje pudiese cambiar a voluntad, como la Antorcha Humana. También comprendo que se le quitaría el factor dramático al personaje, pero por otro lado tendríamos algún tipo de evolución. Sin embargo, a lo largo de los años el personaje se ha quedado estancado ahí, de tal forma que hasta en la etapa reciente de Hickman se ha vuelto sobre el tema, aunque con un enfoque más o menos novedoso.

    En este número, viviremos el primer intento de Mr. Fantástico por intentar ayudar a su amigo. Y es que tras conocer a Alicia, Ben tendría sentimientos encontrados. Sentía una atracción por esa chica ciega, pero parecía que ella estaba más interesada en su yo rocoso, algo que de alguna forma le trastornaba más que tranquilizarle. La adorable Cosa de ojos azules y sobrino favorito de la tía Petunia es un personaje muy complejo, quizá de ahí su éxito en el futuro. Y es que Ben Grimm es uno de los personajes que mejor representan la filosofía que Stan Lee quiso imprimir a sus superhéroes. Personajes superpoderosos capaces de las hazañas más increíbles, pero agobiados por problemas relativamente mundanos. Algunos no lo serían tanto, pero podríamos decir que estamos ante una generación de personajes donde su vida privada es tan importante, o más, que la heroica. Además, se le intenta añadir cierto componente dramático, que insertado en un serial nos transporta a una sensación similar a las de esas telenovelas que parecen no tener fin. Todo esto es algo que iría cobrando mayor fuerza en este Universo Marvel que cumplía un año de publicaciones con este número.

    Aparte de Alicia, en este número, conoceremos a su padre, que se autodenomina, el Amo de las Marionetas.


    Su aspecto es bastante grotesco, roza el ridículo y da la sensación de ser él mismo una marioneta. Pero hay un detalle en su primera aparición, que no recuerdo que se explotara demasiado en el futuro, su capacidad para crear marionetas mecánicas o robóticas.



    Tengo que reconocer que es un personaje que nunca me ha llegado a convencer, además el aspecto de su cara siempre me ha parecido algo ridículo con cierto parecido a Monchito, y que a pesar de su potencial y sus lazos con la novia de un miembro del cuarteto; siempre me ha parecido que ha estado un poco desaprovechado. Lo peor es que su primera aparición tiene un final tan dramático como pobre. Quizá lo más importante es su habilidad para los constructos, algo que se dejaría de lado en favor de las creaciones de otros villanos como el Doctor Muerte, el Pensador Loco. Imagino que había demasiados científicos conocedores de la robótica y era mejor centrarse en las marionetas.

    Es curioso, que este personaje acabe ligado única y exclusivamente a la arcilla radioactiva, no olvidemos que la radiación es el origen de casi todo lo de esa época. Sin embargo, a parte de su habilidad esculpiendo, veremos como crea este tipo de artilugios para defenderse o incluso para huir.



    Pero lo que realmente me resulta más ridículo, es como el personaje se crece y es capaz de pensar en que va a gobernar el mundo. Nunca lo he visto más que como un pobre loco con ínsulas de grandeza, nadie demasiado importante como para tener en cuenta.



    Es curioso, porque la megalomanía es uno de los aspectos más habituales en los villanos de esta época, pero en este caso es otro de los rasgos que con el tiempo acabará un poco apagado. Se centrará en venganzas o delitos a menor escala. Esto me hace pensar en una involución del personaje, teniendo en cuenta lo que se narra en este número.

    Su aparente muerte, de un tropezón y caída por la ventana, me parece una curiosa justicia poética que se marca Stan Lee. Casi es un mensaje subliminal, o quizá no sea tan subliminal…



    Aunque todos sabemos como continúa la historia, hay que pensar que en aquella época no se pensaba a demasiado largo plazo, así que no solo se cargan al personaje, sino que Stan Lee reutiliza un concepto que vimos en el final de Journey Into Mystery #84. Aunque son situaciones diferentes, y personajes diferentes, todo tiene la misma base, acabar para siempre con alguien cuya maldad puede provocar mayores males en el futuro. Con el tiempo este recurso se iría desestimando, para mantener un universo rico; además de que en demasiadas ocasiones una muerte no llegaría a significar demasiado. Pero eso es otra historia...

    Por otro lado tenemos las diferencias de poder tan abrumadoras entre los miembros del grupo. Mientras Reed explota todo su potencial…



    O La Cosa demuestra su fortaleza…



    Tenemos a Johnny con una llama potente, pero poco duradera y a una Chica Invisible, que a las primeras de cambio la gaseaban y era secuestrada.


    Desde luego el personaje sufría un maltrato sexista increíble, no solo tenía un poder que apenas se explotaba, sino que a las primeras de cambio había que salir a rescatarla. Afortunadamente eso acabaría cambiando y de que manera. Pero si somos capaces de llegar a la etapa de Byrne hablaremos de ello con toda seguridad. Aunque en mi opinión, la debilidad más explotada es la duración de la llama de Johnny; quizá al aparecer en dos series contemporáneas da esa sensación. Sea como sea, es un aspecto que iría cambiando con el tiempo, no solo como una evolución del personaje, sino como una evolución de los propios guionistas que dejarían de lado la necesidad de tener un punto débil al que acudir para poner en apuros a un superhéroe.

    VALORACIÓN:
    Este número está bastante entretenido, aunque tiene algún que otro fallo. El que más me ha llamado la atención, es cuando el alcalde es secuestrado durante el motín y cuando es liberado, Stan Lee nos dice: "Libre del influjo del Amo de Marionetas, el Alcaide dirige la limpieza…" ¿Pero eso cuando ha pasado Stan? ¡Me merezco un NO Premio! A parte que el misterioso secretario del Alcaide apenas sale, bueno sale su mano, y es el que la lía parda en la prisión. Esto son, esos tipos de detalles ridículos a los que me refería al principio y que suponen ciertas inconsistencias en el guión. Todavía lo de estar viendo la tele en casa del villano, para darse cuenta de que hay un motín en la cárcel podemos dejarlo pasar… Hay cosas que está muy claro que no pasan un filtro medianamente crítico, pero aún así es una historia muy entretenida donde prima el desarrollo de los personajes y la cimentación de una serie que poco a poco va de menos a más. Kirby está en su línea, aunque Ayers no sea de los que mejor lo entintan. Eso si, lo de la cara de moña del villano no se lo perdono al rey.



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