BONUS 3. LA PRIMERA COMICON (julio 1964)
por Victor Dolz




A día de hoy, las convenciones, salones y ferias dedicados al cómic son el pan de cada día. Se celebran cientos de ellos a lo largo de todo el planeta, con miles de asistentes, e incluso nuestra vecina jubilada del quinto puede saber de ellos gracias a los reportajes, o como mínimo menciones, en la prensa escrita y en los telediarios.

La Comicon de San Diego es probablemente el más reconocido e importante de estos eventos a nivel mundial. En ella se dan las más jugosas exclusivas, se presentan los más esperados avances y asisten los autores más importantes del medio. Pero la de San Diego no fue la primera. Ese honor corresponde a la Comicon de Nueva York, una convención cuya primera edición se celebró precisamente en el momento temporal que nos ocupa en este proyecto.

El padre de la criatura.


El primer intento de un encuentro entre aficionados del mundillo comiquero, no obstante, se remonta a apenas unos pocos meses más atrás. Jerry Bails (1933-2006), uno de los pilares fundamentales en el establecimiento y visibilidad del fandom, cocreador del famoso fanzine Alter Ego, y que bien merece un artículo para él solo, organizó en Detroit, y con la ayuda de Bob Brosch, la primera reunión para seguidores de los cómics, la ciencia ficción, la fantasía y el terror durante los días 21 y 22 de marzo. El éxito fue notable, y ya al siguiente año el propio Bails jugaría un papel principal dentro del comité que organizaría la "Feria de Fans Triple de Detroit".

Pero regresando al evento que nos interesa, lo cierto es que ésta tuvo lugar gracias a una buena dosis de cabezonería por parte de un grupo de meros aficionados adolescentes. Como si de un Rick Jones de carne y hueso se tratara, Bernie Bubnis, de 16 años, tomó unas riendas que manos mucho más profesionales no habían sabido dirigir, y junto a unos cuantos amigos y compañeros dieron forma a una idea que ya llevaba cierto tiempo en el aire: una gran convención de aficionados a los cómics.

Cabe destacar que entre ese grupo de jovenzuelos se encontraba el recientemente fallecido Len Wein. Al autor neoyorquino no solamente le debemos personajes tan importantes como Lobezno o la Cosa del Pantano, sino también el nombre de este tipo de encuentro y que ha perdurado hasta nuestros días: Comicon. Por desgracia, Wein se desligó de la fase final del proyecto tras desavenencias con Bubnis.

Portada del folleto de la Comicon... ¿Os resulta familiar?


Finalmente, el 27 de julio, un caluroso lunes, se celebró en la Gran Manzana la primera Comicon... y el resto es historia.

El acontecimiento logró que se congregaran alrededor de 100 aficionados, una cifra irrisoria si las comparamos con las de la actualidad, pero todo un logro teniendo en cuenta la novedad y las condiciones en que se desarrolló todo.

Entre los invitados ilustres de más renombre se encontraba Tom Gill, autor de la tira de prensa del Llanero Solitario. Por parte de DC no asistió nadie, y por parte de la editorial que a nosotros más nos interesa, se produjo algo ciertamente sorprendente. No fue Stan Lee, showman atemporal y captador de atención profesional, quien apareció por allí. Tampoco Jack Kirby, la estrella de la compañía. Fueron Flo Steinberg, la mítica secretaria del Bullpen, y un tipo por lo usual bastante tímido, el mismísimo Steve Ditko.

Página interior del folleto.


A día de hoy es algo que puede llegar a chocar, puesto que hablamos de un autor tan reservado que se cuentan con los dedos de una mano las fotos que se pueden encontrar de él y que ha llegado a conceder entrevistas a través del telefonillo de su casa. Pero aquí, quizá, pudo más la curiosidad que otra cosa, y el bueno de Steve fue el representante de la editorial que estaba cambiando el mundo de los superhéroes.

Cabe decir que hasta la fecha ha sido la única vez que Ditko ha acudido a un evento de este tipo. Y por seguro que será para siempre la última. Según las malas lenguas, se juntaron el hambre y las ganas de comer: el dibujante no se esperaba al tipo de aficionado medio que se encontró, y éste no contaba con la aplastante sinceridad de Ditko en todas sus respuestas.

Para el recuerdo, al menos, nos quedan el par de dibujos que hizo y que podemos ver más arriba.

Aquellos maravillosos años.


Pero espérense, aún nos queda comentar "La anécdota". Que no es lo de Ditko. Ni lo de Wein. Nada de eso.

Uno de los asistentes a esta celebrada primera Comicon, no fue otro que George R. R. Martin. El autor de Canción de Hielo y Fuego es un consabido lector de cómics, cuya primera carta a un correo de Marvel ya hemos podido ver, y probablemente no sea tan sorprendente encontrarle mencionado aquí.

Pero vaya, parece que ser que este buen hombre, amigo de toda la vida de Len Wein, quien confirmó la anécdota, fue el primer aficionado en hacerse con una entrada para el evento. Por tanto, podemos proclamar totalmente: George R.R. Martin fue el primer asistente a una Comicon.

Nuff said!

PD: Mi intención es dar una visión general del acontecimiento, comentando los detalles más curiosos. Podéis encontrar mucha más información detallada sobre los tejemanejes detrás de la organización de la Comicon en este artículo de Miguel G. Saavedra.



Copyright © Marvel Characters, Inc.