EQUIPO CREATIVO:
Guión: Stan Lee.
Dibujo: Jack Kirby.
Entintado: Paul Reinman.
SINOPSIS:
Tras la abrupta marcha de Hulk, los Vengadores deciden salir en su búsqueda. Será Rick Jones quien encuentre al gigante esmeralda cerca de la cueva en la que se refugia. En cuanto llegan los Vengadores, se inicia una titánica lucha, donde un Hulk hastiado termina huyendo. Al mismo tiempo, Namor, el Hombre Submarino, sigue de cerca los movimientos del monstruo gamma, al que pretende engatusar para ser su aliado en su cruzada contra el hombre de la superficie. Tras dicho pacto, Namor desafía a los Vengadores a acudir a una pelea en una isla al norte, en la que todo parece igualado, pero todo se tuerce para el atlante en cuanto Hulk revierte repentinamente en Bruce Banner, quien no puede sino huir de la situación. Habiendo perdido la ventaja, Namor se retira al fondo de las aguas, dejando al cuarteto en la misma situación que al principio.
En este número, se produce el primer encuentro entre Namor y los Vengadores, tanto como grupo como individualmente.
Primer encuentro y alianza entre Namor y Hulk.
RESEÑA:
Queda claro que Hulk es un peligro andante no solo para el ejército sino también para sus ex-compañeros, y tenemos una muestra de que, pese a ser un grupo nuevo, no estamos ante precisamente unos "dejaos" que pasan del asunto como de comer mierda. No, los Vengadores son ante todo unos héroes responsables. Bien, bien. Ahora ponte a buscar sin saber dónde.
Por cierto, Hank Pym y Thor se podrían haber ahorrado semejantes comentarios absurdos...
No problem, el genio sin par de Tony, llega donde otros no llegan. Con un artilugio capaz de transportar su imagen a la velocidad de la luz (¿?), pedirá ayuda al resto de la comunidad superheroica. Me pregunto por qué semejante invento no lo mantendrá en el futuro. Pensemos en las veces que ha pedido ayuda y se le han jodido las comunicaciones, o llegan tarde, o... En fin, añádase esto junto al rayo desintegrador en la lista de inventos que harían que los cómics (y muchos malosos) durasen dos páginas y no veintidós, y de forma permanente.
Mucho genio, mucha velocidad absurda de la luz... para que te manden a la mierda. Eso sí, el trasto funcionaba...
Detalle curioso: Justo en la anterior reseña vimos exactamente la misma situación pero con la Patrulla-X. Como ya dijo Óscar, a Lee le gusta hacer propaganda de sus muñequitos, independientemente de que se repita el mismo mes. Fijo que hasta hizo sendas escenas el mismo día. Bueno, el caso es que el favor que le debía el Ángel al Hombre de Hierro quedó en nada. Panda de ingratos...
Solución por tanto, pedir ayuda al joven Rick Jones.
Hagamos otro punto de inflexión, que esto tiene su guasa: ha tenido que venir un adolescente con una radio cutre a arreglar lo que el "genio" de Stark, sus superchachitrastos, y sus poderosos compañeros no podían. Da que pensar.
Y cómo no, el poderoso Rick Jones consigue (AL LORO!):
1) Encontrar a Hulk a la primera.
2) Conseguir que se refugie en su cueva a fin de alejarle de los humanos.
3) Y de paso convencerle para que revierta a su álter ego Bruce Banner con la máquina gamma.
Resultado: Niñato de mierda con armónica 3, poderosos y megachachis Vengadores 0.
Pero lo bueno no dura. Hulk vuelve mas desbocado aún, ante un Rick que no tiene mejor idea que ponerse justo detrás de la puerta. En fin, por todo lo anterior se lo perdonamos...
Y ahora sí que sí, que vengan los Vengadores a darse de hostias, que visto lo visto, es para lo único que valen... o quizás tampoco (¿?).
La pelea no tiene mucho misterio, aunque a mi me resulta llamativa, ya que lejos de ver a un "Hulk machaca", estamos ante un pavo que usa todo tipo de triquiñuelas (vale, usa un cactus, pero a las junturas del latas) a fin de ganar dicha pelea. Es más, demuestra en todo momento ser más listo y espabilado que sus rivales, que se dejaron el coco haciendo inventos inútiles, y si no, miren:
Y con semejante hazaña, habiendo despistado a los Vengadores, Hulk huye a través del mar.
Y aparte de eso, sois bastante idiotas. Todo hay que decirlo...
Y por fin, el machorro de Namor hace acto de presencia como si de un villano de opereta se tratase. Ha visto que Hulk es ideal para sus planes de conquista, así que se impone un tanteo, pelea inicial obligada, y a hacer causa común. Toda una suerte de team-up que en el futuro dará mucho de que hablar en forma de serie propia.
Otro detalle importante: Hulk no solo es un espabilado, sino que hace gala de un maquiavelismo más propio del Dr. Muerte al ver en el Hombre Submarino una amenaza. Este tío realmente es un villano con todas las letras, y hace que uno se pregunte por qué se le sigue tratando como si de un animal salvaje se tratase. Hulk es verdaderamente monstruoso y en más de un aspecto. Namor, por cierto, tampoco se queda atrás.
Inciso: Antes de la batalla final, nada como un poco de tonteo para aliviar tensiones. La Avispa ya tardaba, y desde luego Hank Pym es el mayor de los pagafantas. Que no se diga que en este número no hay de todo.
Si antes la pelea fue de culo para los Vengadores, ahora siendo el doble de complicada, "casualmente" la tontería se contagia también a este dúo dinámico del Mal. Desconfianza mutua, insultos, torpeza, miedo, descoordinación... vamos, todo lo que no se debe hacer pues van y lo hacen, y para colmo, los dos como subnormales yendo detrás del martillo de Thor, olvidándose del resto. Moraleja niños: hacer el mal conlleva hacer las cosas mal.
Y por ello tenemos de vuelta al "Hulk es el más fuerte". ¿Lo de antes? Un espejismo. Desde luego, si algo queda claro es que Namor es una mala influencia, además de ser muy gafe, porque...
Tranqui Banner, que aunque estés en el quinto coño, ya te encontrará Rick Jones con su mierda de radio...
Namor en desventaja, pues se larga, y Thor aplica la máxima de "enemigo que huye, puente de plata". ¿Cogerle pa qué? Respeto ante todo. La verdad es que al cuarteto se le apareció la virgen en cuanto Hulk salió de escena "casualmente". De esos Deus Ex Machina tan característicos de esta época.
VALORACIÓN:
Pese a todas las macarradas, estamos ante 22 páginas que son puro entretenimiento. A ello hay que sumar ciertas dosis de diversión y mala leche fruto, precisamente, de esas cagadas por parte de los Vengadores. A mi desde luego me ha prestado mucho, y mas con el dibujo de Kirby, que tampoco está muy esmerado, pero sí correcto. Nada mal para una serie aún en pañales.
Si me tengo que quedar con algo es sin duda con el papel de Hulk en este número, donde él solito, y más con picardía que fuerza bruta, pone en jaque a superhéroes de la talla de Thor o Iron Man. De forma muy chusca y tal, vale, pero lo hace. No me extrañaría nada que esto en el futuro lo pueda tener en cuenta Greg Pak cuando haga su World War Hulk. Para que luego se diga que los autores de ahora no saben usar la continuidad.
Y respecto a los Vengadores, y ya bromas aparte, no hay que olvidar que estamos ante un grupo recién formado. Uno a uno son poderosos, pero se nota que les falta coordinación, trabajo en equipo... y de ahí que seguramente salgan un tanto mal parados en este número aunque queden cosas de juzgado de guardia. Bueno, todo llega, y quizás más pronto que tarde.