121. THE AMAZING SPIDER-MAN #10 (marzo 1964)
por Óscar Rosa Jiménez



EQUIPO CREATIVO:
Guión:Stan Lee.
Dibujo: Steve Ditko.
Entintado: Steve Ditko.

SINOPSIS:
Un ladrón de joyas, bajo las órdenes del Gran Hombre, tras cometer un atraco, sirve de señuelo a Spiderman que, al intentar atraparlo, queda ridiculizado ante la planificación del gángster. Con esta victoria, el Gran Hombre solicita el liderazgo de las bandas del hampa, las cuales se muestran reacias, pero los Forzadores, lugartenientes de la organización del nuevo gángster, utilizan sus habilidades para disuadirlos. De ese modo, comienza una ola de crímenes provechosos para la naciente organización que se hace llamar el Sindicato del Crimen, bajo la dirección del Gran Hombre. Mientras, Peter Parker debe donar sangre para que tía May se recupere de una reciente operación. Tras salir del hospital, May se marcha con unos vecinos a Florida para descansar. El constante éxito del Sindicato del Crimen llama la atención de J. Jonah Jameson que se pone a investigar el asunto, albergando la esperanza de que Spiderman esté detrás de todo. Pese a que es incapaz de encontrar pruebas de ello, encarga a Frederick Foswell, uno de sus columnistas, un artículo que diga que el responsable de los delitos es el Lanzarredes haciéndose pasar por el Gran Hombre. A continuación, Betty Brant sale de las oficinas del Daily Bugle con la esperanza de ver a Peter, pero se topa con los Forzadores, que le exigen el pago de los intereses de un préstamo que pidió a un usurero. En esos momentos, Peter aparece y es utilizado por los Forzadores para chantajear a la secretaria, la cual acepta las condiciones con tal de evitar posibles daños al hombre que ama. Incluso deja de asistir al trabajo, aludiendo que deja la ciudad por una temporada. Confundido, tras la marcha de Betty, Peter se convierte en Spiderman y decide encontrar a los Forzadores. Tras intimidar a un ladrón de poca monta, consigue la dirección de su guarida. Allí, se enfrenta por primera vez al trío de criminales y al Gran Hombre. Debilitado por la extracción de sangre, Spiderman no consigue derrotar a sus adversarios, que consiguen huir. Minutos después, ve al editor del Daily Bugle por la zona. Esto le hace sospechar que Jameson podría ser el Gran Hombre. Con Betty Brant desaparecida y Jameson intentando culpar a Spiderman de los crímenes, Peter urde un plan para llamar la atención del jefe del hampa: debe hacer creer que conoce la verdadera identidad del Gran Hombre para que lo capturen. Al día siguiente, Peter comienza a difundir el rumor y, rápidamente, llega a oídos del mafioso, que también parece conocer a Peter Parker. Además, hace una llamada telefónica a la policía para que estén atentos a su señal esa noche y puedan atrapar a los Forzadores. Poco después, Peter es asaltado por los Forzadores, que lo llevan a su cuartel general. Una vez encerrado, Peter se transforma en Spiderman y escapa de su celda. De esa forma, comienza un enfrentamiento con una multitud de gangsters que están bajo las órdenes del nuevo jefe del hampa, entre los que se encuentran los Forzadores. Acosado por los criminales, Spiderman activa su señal. En ese momento interviene un despliegue policial que detiene a todos los gangsters congregados en el lugar, excepto el Gran Hombre, que consigue huir. Spiderman se dirige al Daily Bugle, ya que sigue sospechando que Jameson podría tener una doble vida, pero desde la ventana del despacho del editor asiste a una escena que le hace ver lo equivocado que estaba. Jameson ha cambiado de opinión respecto al artículo de Spiderman y le pide a Foswell que no lo escriba. En esos instantes, llega la policía y detiene al columnista, ya que han encontrado pruebas de que es el Gran Hombre, algo que él mismo confirma durante la detención. Mientras, Betty sigue desaparecida, asolada por un problema en el que nadie puede ayudarla excepto Spiderman, pero cree que no tiene posibilidades de recibir su ayuda.

EDICIONES ESPAÑOLAS:
  • Marvel Gold: El Asombroso Spiderman #1

    DATOS IMPORTANTES:
  • Primera aparición del Gran Hombre, que se convierte en el primer jefe del hampa de la ciudad
  • Primera aparición de los Forzadores
  • Se plantea la posibilidad de que la sangre de Peter podría afectar a otras personas si es transferida.
  • Vemos por primera vez la faceta de Jameson de periodista de investigación.
  • Jameson admite que el odio que siente por Spiderman es debido a que tiene celos de él.
  • Comienza una subtrama sobre Betty que se desarrolla en los números siguientes.

    RESEÑA:
    Con este número, llegamos a un claro punto de inflexión en la colección arácnida. En esta ocasión, nos alejamos de los coloridos villanos para adentrarnos en un género más cercano al noir, en el que Ditko se mueve como pez en el agua. Y es que se empieza a vislumbrar una mayor implicación del dibujante en los guiones. Aquí podemos asistir a la inclusión de una serie de elementos urbanos que, con el paso del tiempo, formarían una parte esencial de nuestro arácnido protagonista. Futuros personajes como Kingpin, Cabello de Plata o Cabeza de Martillo no son más que una reminiscencia del primer mafioso importante de la serie: el Gran Hombre.


    El nuevo villano vendría acompañado de un aura de misterio, que se me antoja otra de las características propias de los personajes Ditkianos. Si bien es cierto que su identidad se revela demasiado rápido, añade un elemento de suspense que se repetiría en otros villanos como el Duende Verde, aunque este se extendería en el tiempo, al contrario que en este caso. Además, la creación de una sociedad criminal como el Sindicato de Crimen supone el germen de un posterior desarrollo de los bajos fondos de Nueva York. Un mundo oscuro, dominado por criminales que luchan de forma insistente por hacerse con el poder. No hay ni rastro de las megalomanías mundiales, ni del arquetípico villano de opereta, sino más bien algo más mundano y real. No obstante, un sobrio traje de chaqueta; un ladeado sombrero Fedora, asociado posteriormente asociado a iconos de la cultura como Indiana Jones, Freddy Krueger o el famoso rey del pop Michael Jackson; una máscara algo estrafalaria; un modulador de voz; y unas alzas para ocultar su verdadera altura, son una combinación de elementos que no consiguió arraigarse lo suficiente para convertirlo en uno de los antagonistas principales del Trepamuros. Sin embargo, su aparición supone la apertura a un mundo que, pese a insertarse en el género superheroico, bebe de otros géneros en los que las coloridas mallas son inexistentes. También es cierto que en el futuro tendría imitadores, pero eso es una historia para otro día...

    Cabe destacar como el Gran Hombre utiliza su inteligencia para poner en jaque al héroe, aunque no llega a tener un enfrentamiento físico remarcable. Son sus sicarios los que hacen el trabajo sucio, mientras el genio criminal permanece en un segundo plano. Algo totalmente inusual, pero que con el paso del tiempo se repetirá el esquema con otros villanos que conseguirán mayor carisma. Además, su álter ego no es más que un columnista apocado que parece subyugado por la aplastante personalidad de Jameson, mostrando su verdadero rostro una vez es atrapado. El estilo de Ditko, muy lejos de la expresividad de Kirby, retrata perfectamente la escena en la que vemos como los rostros de los que presencian la escena muestran una consternada sorpresa. Al igual que podemos apreciar la explosión de ira contenida de Foswell.


    Hasta el momento, hemos podido conocer a villanos que acabarían convirtiéndose en grandes personajes, pero aquí tenemos alguien que desde sus inicios presenta una complejidad mayor que sus antecesores, aunque no llegará a tener la repercusión mediática de los mismos. Sinceramente, más allá de una primera aparición histórica, podemos observan la creación de un personaje muy interesante que quizá en desarrollos posteriores perdió su fuerza inicial, pero posiblemente protagonice uno de los mejores números de lo que llevamos de colección. Una historia que, pese a tener solo 22 páginas, está repleta de información y contiene una trama muy elaborada.

    La llegada del Gran Hombre viene aparejada de la primera aparición de los Forzadores. Se trata de un trío de gangsters que a lo largo de su historia se asociarán con todo tipo de mafiosos.


    La verdad es que forman un curioso equipo: Fancy Dan, un pequeño hombrecillo que ostenta con orgullo el cinturón negro de judo; Buey, un tipo poco hablador con una fuerza demoledora, que posteriormente se le dotaría de un minúsculo cerebro; y Montana, un vaquero de ciudad con una increíble habilidad para manejar el lazo. Tengo que reconocer que desde el principio se me antojan cono unos adversarios insuficientes para Spiderman. Diría que el propio Stan Lee coincide conmigo, ya que en su primer enfrentamiento se alude a su donación de sangre como motivo de la derrota parcial de nuestro protagonista. Todo muy cogido con pinzas, en mi opinión. No conozco a nadie que deba reposar varios días tras donar sangre, y se supone que los poderes de Spiderman le permiten a Peter acelerar su recuperación ante las cuestiones de ámbito sanitario. Eso es algo que vemos desde Amazing Fantasy #15, por lo que parece que Lee vuelve a retorcer los conceptos para meterlos con calzador en beneficio de lo que quiere contar. A pesar de ello, ni siquiera se atreve a mostrar una derrota clara al Trepamuros, sino que tras apagar las luces, todos desaparecen. Me parece un ejercicio de narración nefasto, dejándonos un poco confundidos con lo que ha pasado. Además, la aparición posterior de Jameson es un poco forzada, aunque nos hace olvidar la pelea en curso.


    Si el Gran Hombre es la gran creación de este número, los Forzadores son el punto que nos devuelve a la inocencia de los sesenta, aunque hay que reconocer que apenas quedan perfilados en esta historia. Posteriormente, tendrán un mayor desarrollo de sus personalidades, pero como villanos de Spiderman nunca dejarán de estar en tercera división.

    Pese al desarrollo del mundo del hampa, tenemos un pequeño abandono de los secundarios de la serie. Tía May, la enferma por antonomasia del Universo Marvel, es convenientemente retirada de toda la acción. Unos amables vecinos, los Abbotts, de los cuales nunca más volveremos a oír hablar, tienen la gentileza de llevarse a la anciana a Florida para que se recupere de su operación. Stan Lee, que ya ha demostrado que la ciencia no es lo suyo, no nos da ningún detalle sobre el motivo de la intervención, pero sí pone a Peter en un brete al tener que donar sangre a su querida tía. Esta situación, provoca que dude ante el posible daño que pueda hacer su sangre en el organismo de su tía. Y, también, que estas dudas sean vistas por Liz y Flash como un acto de cobardía. Más allá de la evidente protección de su identidad secreta, un elemento constante en cualquier tebeo de superhéroes que se precie, parece que la intención es dejar claro que la sangre de Peter no provoca daño a nadie, pese a sus particularidades especiales. Sin embargo, el tema se retomará en The Amazing Spider-Man #31-33, en el punto álgido de la etapa de Lee y Ditko en la colección. Cuando llegue el momento, hablaremos de ello...


    El otro personaje que se retira es Betty Brant, aunque en este caso se utiliza la trama central para hacerlo, dejando abierta una pequeña subtrama que nos llevará a conocer en mayor profundidad al personaje y su familia. Antes de irse, Lee la utiliza como herramienta para sustentar el aire dramático que tanto le gustaba. Una chica atormentada por que se descubra algo que pueda cambiar la visión que tiene Peter de ella; dos jóvenes que se quieren, pero que parecen incapaces de decírselo a la cara claramente; y, sobre todo, una pareja afanada en protegerse mutuamente, intentando mantener sus secretos a salvo. Una situación complicada que da como resultado una desconfianza que parece influir en una relación que no acaba de solidificarse. Stan Lee y su pasión por los dramas románticos en estado puro.


    Precisamente, esa visión de una atormentada Betty provoca que Peter se enfunde su traje de Spiderman para buscar a los Forjadores y eliminar el posible peligro que supongan para ella. En esa búsqueda, veremos a un Spiderman un poco más duro de lo habitual. De hecho, utiliza una técnica de intimidación más propia de Batman que de nuestro amistoso vecino arácnido. Podríamos hablar largo y tendido sobre las utilidades de los constructos de red, pero no recuerdo haberlo visto en muchas ocasiones para formar una araña gigante que haga “cantar” al soplón de turno. No sé por qué, este tipo de situaciones me hace pensar en ideas de Ditko, que es más propenso a la oscuridad, sobre todo por su dilatada carrera en conocidas revistas del género fantástico y ambientes terroríficos.

    El único personaje que acapara cierta atención es J. Jonah Jameson, el incansable editor del Daily Bugle embarcado en su cruzada personal contra Spiderman. Para mí es, sin duda alguna, uno de los grandes secundarios de la serie y en esta historia lo demuestra especialmente. Quizá se aleja un poco de la imagen gruñona que todos tenemos en mente, pero los autores deciden rascar la superficie para que podamos ver el fondo que en otras ocasiones apenas hemos atisbado. Por primera vez, se comienza a vislumbrar que Jameson no es un simple editor apoltronado en su despacho, sino que estamos ante un curtido periodista de investigación. Al principio parece querer culpar a Spiderman, pero, por algún motivo que se me escapa, decide ponerse manos a la obra, se echa a la calle para intentar averiguar quién es el Gran Hombre. Esta atípica situación lo lleva a convertirse en el sospechoso número uno de Spiderman, lo que da pie a una situación de lo más interesante.

    Ya lo comentaba al principio, el suspense es un valor importante en esta historia. El género negro y el suspense suelen ir acompañados de la mano, por lo que no es de extrañar que este tipo de misterios planeen sobre la serie una vez que nos encarrilamos hacia ese género. Quizá es uno de los grandes aciertos de la historia, además de ser una herramienta perfecta para profundizar en los personajes. La duda se mantiene casi hasta el final, dotando a la trama de un clímax de tensión muy conseguido.

    De todas formas, pese al descubrimiento de esta nueva faceta de Jameson, lo realmente importante viene al final, donde el editor convierte al lector en confesor de sus verdaderos sentimientos sobre Spiderman.


    Aquí está la clave para comprender el comportamiento de Jameson y su compleja personalidad. Su admiración por el héroe le hace dudar de sí mismo. Alguien capaz de arriesgar su vida por los demás, que para colmo salvó la vida de su hijo mientras él miraba impotente, no puede competir con el editor de un periódico. Jameson se ve como un simple mortal, mientras tipos como Spiderman salvan el mundo a diario. Su incapacidad para alcanzar a un héroe como Spiderman le provoca celos, los cuales le incitan a intentar destruirlo con un arma tan devastadora como la prensa escrita; un arma de destrucción mediática inigualable. Creo que esta importante reflexión nos lleva a un nivel de profundización que supera al resto de cabeceras de la época. La serie de Spiderman muestra signos de innovación, rompiendo moldes, creando personajes tridimensionales ligados al drama humano más cotidiano. No cuesta nada entender como a partir de este número vemos una evolución constante que convertirá a la serie en un fenómeno de masas, moldeando a un icono de la cultura popular.

    También me gustaría centrar la atención en el papel de la policía en esta historia. Gracias al titular “¿Héroe o amenaza?”, Spiderman ha tenido que lidiar con una persecución constante por parte de las autoridades. Pero más que el titular de un periódico parece ser una duda de los autores. Aquí podemos ver como la policía no solo hace caso de una llamada de Spiderman, aunque con ciertas reservas, obviamente, sino que acude al encender su señal sin dudarlo un minuto. Es cierto que no hay una colaboración estrecha al estilo del Batman de los años cuarenta, pero, releyendo la historia, da la sensación que se quiere mostrar una compleja dicotomía entre el amor y el odio por parte de los habitantes de la Gran Manzana hacia el Trepamuros. Otro elemento más que dota al personaje de una diferencia palpable con el resto de superhéroes del Universo Marvel. Mientras los 4 Fantásticos son queridos y los Vengadores son admirados, Spiderman es perseguido, ridiculizado y vilipendiado. Eso sí, cuando avisa la policía, acude al instante. No sé, no veo demasiada coherencia en este recurso narrativo. Si bien es cierto que todo parece obedecer al beneficio del desenlace final, es un aspecto que no termina de encajar del todo bien. De todas formas, como otras cuestiones, esto acabará quedando meridianamente claro en el futuro.

    VALORACIÓN:
    Mi sensación general es que estamos ante una gran historia, con un buen desarrollo de personajes y el inicio de algo grande. La relectura ha desvelado aspectos interesantes que había olvidado, que hacen subir enteros la calidad de este número. Sin embargo, hay ciertos matices que evitan que lo que podía ser una historia redonda flaquee en momentos determinados. A pesar de todo, es el mejor número de la serie hasta el momento. Estamos ante el verdadero despegue de la etapa de Lee y Ditko, mostrando un producto innovador y desarrollando a unos personajes que se alejan de la cuatricromía. Me parece un número muy importante en el devenir de la colección, pero que, además, atesora una calidad indiscutible. Es cierto que vendrán muchos números mejores, pero este marca una diferencia importante; una nueva forma de entender el género. El responsable tiene nombre propio y se llama Ditko.




    CORREO DE LOS LECTORES

    Esta semana, como viene siendo habitual, a modo de extra, adjuntamos el correo de los lectores publicado en el número reseñado hoy, traducido por Victor Dolz. De esa forma, podéis compartir la experiencia de aquellos lectores que se acercaban por primera vez a estas historias. Además de conocer que pensaban sobre los personajes o las historias en aquella lejana época. Os dejo con el jovial Stan.

    Mike Finley (Amherst, Ohio)
    Queridos Stan y Steve:
    ¡Encore! ¡Encore un millón de veces para vuestro maravilloso cómic! No sé decir exactamente por qué, pero Spiderman tiene clase. Su originalidad merece un brindis, o una Medalla de Honor; su uniforme es una pluma en el sombrero de Mr. Ditko; y sus villanos... bueno, ¡cada nuevo enemigo es extraordinario!
    ¡Oh! ¡¡Los laureles que posarán sobre vuestras cabezas por vuestra contribución a la literatura juvenil!!

    ¿¿Qué quieres decir con “literatura juvenil”, Mike?? ¡¡No nos digas que ha habido niños leyendo estas obras maestras!!

    Dennis E. Northern (Ramberg, Alemania)
    Queridos Stan y Steve:
    ¡Vaya! ¡Todo el mundo es crítico de arte! Imaginad un grupo de aficionados tratando de decirle a gente que ha estado años en el negocio cómo llevar un cómic. Pues estoy harto, y os reto a todos los chicos y chicas del país a que me escribáis para decirme que estoy equivocado.
    Bueno, ahora que me he sacado eso de dentro, os diré que os habla un soldado de infantería al que le gusta Spiderman y seguirá leyendo vuestros cómics de 12 centavos (un precio demasiado bajo). Por cierto, Alemania es genial. Atrapado en vuestra red me despido.

    Gracias, soldado... ¡pero descansa un minuto! Nadie nos está diciendo cómo llevar nuestros cómics. Simplemente recibimos un montón de útiles sugerencias, ¡y nos encantan! Recuerda, se necesitan tanto críticas como ánimos para que un editor no baje la guardia.

    James Smith (Kirkdale, Liverpool) Queridos Stan y Steve:
    Al principio de “Spiderman contra el Doctor Muerte” decíais: “Quizás ésta no sea la historia más emocionante jamás escrita...”. Pues bien, teníais razón... no lo era. De hecho es el número de Spiderman más pobre hasta la fecha.
    Con el peor dibujo de Steve Ditko hasta el momento. En una viñeta dibuja a Spiderman sin su símbolo de araña, en la siguiente con él pero sin redes y en la tercera sin ninguna de las dos cosas. Y lo mismo con el cinturón del Dr. Muerte, desapareciendo y reapareciendo en la siguiente viñeta. Su versión del personaje es tan mal que habría lucido más sin su máscara. Y por favor, acabad con esos ridículos dibujos con la mitad de la cara de Spiderman y la otra de Peter Parker. No sabéis lo estúpidos que parecen.
    Una última cosa, ¿tiene el Dr. Muerte un interés monetario en vuestros cómics? Aparece con monótona regularidad cada mes. En los únicos en los que no lo ha hecho a estas alturas son Kid Colt y Millie la Modelo. Es uno de los mejores villanos de cómics hoy en día, así que por favor no abuséis de él.
    Espero que no os moleste esta carta crítica, pero sé que os gustará saber que no puedo evitar soltar mis nueve peniques por cada cómic que publicáis.

    ¡¡¿¿QUÉ??!! ¿¿Sólo pagáis nueve peniques en Inglaterra por Spiderman?? Una queja más, Jimmy, y nos encargaremos de que no te llegue tu ración.
    Por lo que respecta al Doc Muerte teniendo interés monetario en nuestros cómics, ¡a veces pensamos que bajo esa máscara está nuestro jefe!


    Don Foote (Johnston, Nueva York)
    Queridos Stan y Steve:
    Llevo leyendo vuestra línea Marvel desde que empezasteis a incluir superhéroes. Todos vuestros nuevos personajes son buenos, pero Spiderman es el mejor. Naturalmente, tengo todo lo que se ha publicado de él desde Amazing Adult Fantasy #15 y lo he disfrutado.
    El número 6 tiene, para empezar, una buena portada. Sin embargo, odio todos esos horribles bocadillos que hay en la mayoría de ellas, así que me alegro de que esta no tenga ninguno.
    La acción y el dibujo son muy buenos a lo largo de la historia, pero la pobre estructura de las viñetas lo estropea un poco. En los años 40 erais expertos en viñetas escalonadas, ¿qué ha pasado? Si una viñeta se diseña acorde a la escena, eso la hace mucho más emocionante. Por favor, solucionad esto pronto.

    Buena sugerencia, Don, pero las viñetas escalonadas nunca nos han gustado. Creemos que el interés y la emoción deben venir del propio dibujo y no del tamaño de las viñetas. Igual que nos interesa más una pintura que su marco. Pero, ¿qué dicen nuestros jefes al respecto (o dicho de otra manera, nuestros lectores)?

    John F. Lebar (Allentown, Pensilvania)
    Queridos Stan y Steve:
    Una cosa que me gusta del dibujo de Steve es que da de verdad a sus fans (los traviesos muchachos de ojos pequeños y brillantes) algo ante lo que quedarse embobado. ¿Qué me decís de Liz y Betty retozando en cada número? La Tía May también está bien, si tienes alrededor de 80 años y es tu tipo... ¡Desgraciadamente tengo 21! Tengo algo que decirle a Stan también, concretamente sobre los Vengadores. Son algo ridículo cuando te paras a pensarlo. ¡Un dios nórdico en danza con un bruto piel-verde, un gigante que anteriormente era un pigmeo y un tipo que va por ahí dentro de un traje de hierro! ¿Pero sabes qué? ¡Me encanta!
    ¡El Lagarto es una pamplina! ¡Traed de vuelta a Doc Ock!

    ¡Mira quién les critica! ¡Un tipo para el que Tía May no es su tipo! Espera a cuando tengas ochenta, Johnny.

    David Nicholson (San José, California)
    Queridos Stan y Steve:
    Creo que vuestro mayor supervillano es... ¡J. Jonah Jameson! ¿Su poder? ¡El poder de la prensa, por supuesto!

    Y justo cuando creíamos que el viejo J.J.J se estaba convirtiendo en lo suficientemente popular como para ser el héroe de una nueva serie. ¡Gracias por corregirnos, Dave!

    Kenny Chance (Brooklyn, Nueva York)
    Queridos Stan y Steve:
    Habéis mejorado mucho desde el número 5 de Spiderman. ¡La última vez dibujasteis su traje mal TREINTA VECES! ¡Esta vez sólo han sido dieciséis! Conseguid que ese número sea “0” en el siguiente número.

    ¿Y te has dado cuenta, Ken, de que nos dejamos sin dibujar un botón de la chaqueta de un hombre que aparecía al fondo en una escena de un tumulto en el número 3? ¡Somos un equipo de incompetentes!

    Doug Austin (Windsor, Ontario)
    Queridos Stan y Steve:
    Estoy seguro de que vuestros lectores y yo nos sentimos de la misma manera respecto a vuestro mensaje personal en el número 6. Muchos de nosotros probablemente seamos coleccionistas o sigamos muchas colecciones distintas, pero ninguna de ellas nos da tanto placer y experiencia como los que recibimos al veros a ambos desarrollar alcanzar semejante ingenio creando las inusuales aventuras de Spiderman.
    Vuestra lectura de todas las cartas, sean buenas o malas, estoy seguro de que ha causado gran impresión en vuestros lectores. Sé que disfrutáis creando las aventuras de Spiderman, porque lo demostráis no sólo en el material impreso, sino también con vuestro sobresaliente dibujo.
    Admito que el creciente éxito de Peter Parker tiene que ver con nosotros, pero nuestras sugerencias y críticas son sólo palabras. Es vuestro trabajo el que pone a estas a funcionar, algo que muchas veces puede ser difícil ya que todos tenemos opiniones diferentes, pero ya que estáis haciendo un gran trabajo no tenéis que preocuparos por ello. Así que de parte de nuestros deslumbrados ojos y sorprendidos cuerpos, felicidades en la que es sin duda la historia más exitosa del año... ¡El asombroso Spiderman!

    Decir que nos sentimos halagados por el, obviamente, sincero sentimiento de esta carta procedente de Canadá sería un eufemismo. Nuestro más sentido agradecimiento, Doug.

    John Favareau (Yonkers, Nueva York)
    Queridos Stan y Steve:
    ¡Habéis acertado con el Lagarto! Es el villano más digno al que se ha enfrentado Spiderman. La razón de que me guste tanto es porque me ha encantado su origen. Y también el pequeño sub-argumento en el que Spiderman tiene que salvar al buen doctor que se ha convertido en el Lagarto, al mismo tiempo que salva al mundo de él. Son este tipo de argumentos los que realmente aportan algo a la historia, así que seguid con ellos.
    En próximo números espero que no hagáis volver al Dr. Muerte, porque no me gusta el modo en que Steve Ditko le dibuja. No es que no dibuje bien... ¡Es excelente! Pero simplemente no puede igualar el estilo de Jack Kirby (y él no puede hacer lo propio con el de Steve... sólo hay que ver el Anual de los 4F en el que aparece Spiderman). En fin, sea como sea, Spiderman sigue siendo el más grande superhéroe desde la Antorcha Humana y/o Thor.

    Muchas gracias, J.F.* Pero, ¿has oído alguna vez hablar de los 4 Fantásticos? Nos han contado que también son bastante populares.

    *En español en el correo original.

    Richard Petroc (Hinckley, Ohio)
    Queridos Stan y Steve:
    No hay palabras capaces de contaros cómo de fabuloso es el número 6 (de Spiderman, por supuesto). ¡Es, sin duda, el cómic más grande jamás leído! El dibujo es magnífico, especialmente la portada. La historia es bastante inusual y muy entretenida. Estoy seguro de que tendréis dificultades tratando de igualarlo. Si lo conseguís, sabréis de mí otra vez.
    Sé que esta carta no es muy larga pero creo que muestra claramente lo que yo y un millón más de chavales pensamos sobre el verdaderamente asombroso Spiderman.

    ¡Mejor vuelve a hablar con esos “un millón más de chavales”, Dick! Aunque Spiderman es un éxito de ventas, todavía no ha alcanzado la marca del millón... ¡¡Así que algunos de esos chavales no lo están comprando!

    NOTA: Debido a la falta de espacio, no podemos imprimir estas cartas enteras, pero vamos a intentar incluir tantos comentarios interesantes como podamos.

    Mike Randall (Atchinson, Kansas)
    Con el Hombre de Arena habéis creado al más grande, y con mayor potencia, villano de la historia del cómic.

    Ronnie Rigdon (Bossier City, Luisiana)
    La gente de a pie debería darse cuenta de que Spiderman no es un villano.

    Ric Klein (Twinsbury, Ohio)
    Haced un Anual de Spiderman.

    Katherine Phillipe (Palatine, Illinois)
    Spiderman es diferente en un campo en el que es difícil no parecer trillado.

    Frank Tugwell (Bastrop, Luisiana)
    No le deis una contrapartida femenina ni una fabulosa base.

    Randy Montgomery (Cataratas del Niágara, Ontario)
    Ya que el número 4 fue tan realista, ¿estáis seguros de que no era una historia real, colegas?

    ¡¡¿Cuándo hemos dicho que estas historias no lo sean?!!

    Steve Conner (Rome, Georgia)
    Creo que la razón de vuestro éxito es que Spiderman llega hasta lo más hondo de lo que ocurriría realmente si una persona recibiera poderes.



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