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por Óscar Rosa Jiménez ![]() Posiblemente, estemos ante uno de los planteamientos más interesante de todos los que surgieron de la fértil mente de este "dúo dinámico". Actualmente, se han convertido en el foco de atención dentro del universo cinemático, en el que según parece buscan desplazar a los mutantes, debido a que Marvel Studios no posee los derechos sobre los pupilos de Xavier, los cuales permanecen en la Fox. Esto ha provocado que toda una raza, relativamente inexplorada, como la de los Inhumanos se convierta en punta de lanza de un movimiento editorial que aúna los cómics y la pequeña pantalla; algo que ya se puede ver en la serie Agentes de SHIELD y en la colección regular, Inhumano, que surgió tras Infinito, una historia íntimamente ligada a la etapa de Hickman al frente de los Héroes más Poderosos de la Tierra. Por supuesto, también se espera un reflejo de todo esto en las salas cinematográficas, en ese apretado calendario de estrenos en los próximos años, donde Rayo Negro y compañía jugaran un importante papel en el celuloide. Con todos estos elementos encima de la mesa, Panini Comics y SD Distribuciones utilizan su flamante nuevo formato para clásicos para poner en circulación un voluminoso recopilatorio en el que se recupera toda la etapa clásica de los personajes. De ese modo, podemos leer de manera cronológica la evolución de una raza que, con el paso de los años, se fue emancipando de la serie que la vio nacer para introducirse de lleno en un universo cohesionado, que se encontraba expandiendo sus fronteras. Muchos aficionados hubiésemos deseado que la editorial italiana no se decantara por este formato a la hora de rescatar estas historias. Al fin y al cabo, estamos ante un complemento perfecto de la cabecera de los 4 Fantásticos, que se está recuperando en Omningold. En poco menos de un año, este proyecto editorial ha demostrado ser mucho más caro de lo que afirmaron que sería en un principio. Aunque hay que reconocer que precisamente este tomo es uno de los que mejor precio tiene. De todas formas, el retraso a la hora de dar a conocer el importe de cada tomo y las diversas vicisitudes que rodean a las diferentes entregas, como demoras en las fechas de salida o los poco ortodoxos medios por los que se comunican con los potenciales clientes, no ofrecen demasiada confianza en el aficionado. Este mismo tomo ha tenido una serie de problemas añadidos ya que, tras retrasarse su salida, muchos ejemplares han llegado a las tiendas defectuosos, provocando que se tenga que imprimir una nueva tirada, para poder atender las devoluciones, uya fecha hemos conocido hace apenas una semana, momento en el que se ha puesto de nuevo en circulación. No voy a incidir en el horrible diseño de sus portadas, que por mucho que nos quieran vender que es una especie de homenaje al arte pop, en busca de una sincronía con los materiales clásicos de su interior, siguen siendo uno de los mayores atentados al buen gusto que ha perpetrado una editorial en nuestro país. Incluso ha comenzado a surgir una leyenda urbana: si en el lomo del tomo no hay un brazo de un personaje, no quedamos satisfechos con el producto. Los misterios editoriales, ¿quién los entiende? Yo no, desde luego. Pero volvamos a lo que realmente nos importa: los contenidos de este tomo. La elección de los materiales es prácticamente un calco de los dos Masterworks que se publicaron en su momento en Estados Unidos. Gracias a la moda que impera en nuestra querida piel de toro, tenemos un auténtico integral, que se presenta con un tamaño bastante manejable si tenemos en cuenta los mamotretos que se han publicado hasta la fecha. A todo se acostumbra uno, supongo. A pesar de que se podría haber prescindido de algo, en un intento de mostrar un producto menos voluminoso y más barato, la verdad es que ha sido una selección bastante apropiada. Quizá la parte final es la que atesora menos calidad, pero se incluyen curiosidades que probablemente nunca hubiesen visto la luz en nuestro país de otro modo. Ni siquiera creo que hubiese ayudado a que el tomo fuese más barato, por lo que tampoco tendría mucho sentido suprimirlo. Por lo tanto, tenemos una edición bastante completa en ese aspecto, presentando un producto perfecto para conocer de manera íntegra las aventuras de los Inhumanos durante un periodo concreto de su historia. ![]() Podríamos pensar que el lugar elegido para contar los orígenes de los Inhumanos es pura coincidencia, pero me inclino a pensar que difícilmente se podría haber hecho en un sitio más adecuado. Debemos tener en cuenta que la cabecera del Dios del Trueno había acogido con anterioridad un extenso serial presentado bajo el título "Tales of Asgard", donde Stan Lee y Jack Kirby adaptaron la mitología nórdica al Universo Marvel. A pesar de las limitaciones propias de la falta de espacio, ambos autores fueron capaces de crear multitud de elementos capítulo a capítulo, dando forma a un concepto que bien podríamos considerar la "Biblia del Universo Marvel". De ese modo, en un entrono tan fértil e imaginativo, el tándem creativo comenzó a desarrollar el origen de una raza, remontándonos a la Prehistoria, volviendo a profundizar en los propios orígenes del universo de ficción que ellos mismos habían creado. A lo largo de siete números, conoceríamos gran parte de los secretos que rodeaban a los Inhumanos, tales como su condición híbrida o que formaban parte de un proyecto evolutivo, realizado por los Kree en nuestro planeta hace millones de años. Pero aparte del origen propiamente dicho de Rayo Negro y los suyos, tenemos una serie de planteamientos que en cierta forma se adelantaban a su tiempo, hundiendo sus raíces en los misterios de antiguas civilizaciones de la humanidad. Se nota mucho la mano del Rey en estas historias, ya que presenta muchas similitudes con obras que realizó en solitario durante la década de los setenta. Prácticamente, estamos ante un boceto de lo que podríamos ver con mayor profundidad en 2001: A Space Odissey y en The Eternals, de la que hablamos en su momento (Artículo 49). Todas tienen en común, y como tema de fondo, la posibilidad de que los extraterrestres vinieran a nuestro planeta, en tiempos remotos, con la intención de alterar nuestra evolución genética. Pero esto sería un tema candente durante buena parte de los setenta, debido en gran medida a la atención que generó el fenómeno OVNI en aquella época, con las conocidas oleadas de platillos volantes por todo el mundo, algo mucho menos en los sesenta. Faltaba casi una década para que Erich Von Däniken y su "Carros de los dioses" copara las librearías. Por lo tanto, para encontrar la posible fuente de inspiración para estos personajes nos deberíamos ir a la mitología sumeria, donde no encontraremos a los Annunaki. Se trata de unos dioses provenientes de las estrellas que vinieron a nuestro planeta, tomaron contacto con las civilizaciones asentadas en Mesopotamia y aceleraron la evolución del Neardenthal hasta convertirlo en Homo Sapiens. En 1964, apenas tres años antes de este serial, Adolph Leo Oppenheim publicaba "Antigua Mesopotamia: Retrato de una civilización muerta", postulando sobre el tema. Además de aprovechar historias recuperadas de antiguas tablas cuneiformes, los autores fijaron su atención en la mitología grecorromana. Solo hay que fijarse en los nombres de algunos integrantes de la familia real de Attilan: Karnak, Gorgón, Tritón y Medusa. ¿Casualidad? Yo diría que no, pero que cada uno extraiga sus propias conclusiones. Aparte de utilizar elementos de lo que muchos consideran una seudociencia, que conectan con autenticas teorías conspiranoicas que llegan hasta nuestros días, Lee y Kirby se dedicaron a desarrollar a los personajes, dotando a cada uno de una personalidad perfectamente definida. Desde el primer momento se hace patente que el soberano de Attilan es el principal protagonista, acaparando toda la atención. El otro miembro de la familia real que toma el relevo es Tritón, cuyo aspecto muestra ciertas similitudes con la criatura que protagonizó "La mujer y el monstruo" (Creature from the Black Lagoon), una película dirigida por Jack Arnold, estrenada en 1954. Otro ejemplo más de la mezcolanza de elementos que utilizaban ambos autores para sus creaciones, siempre ligados a la fantasía, la ciencia ficción y el terror; géneros predominantes en la antecesora Timely/Atlas, cuya reminiscencia impregnó en gran medida el incipiente Universo Marvel. ![]() El siguiente capítulo en la vida de esta peculiar raza se desarrolló en Marvel Super-Heroes #15. Se trata de una historia, escrita por Archie Goodwin, que acabó en uno de los títulos genéricos de la Casa de las Ideas, después de haber sido rechazada por el exigente Stan Lee como prueba para una posible serie regular. Si bien es cierto que el argumento no es el punto fuerte de la historia, el apartado gráfico es una auténtica delicia, gracias a la labor de Gene Colan. Pocos autores son capaces de trasladar la sensualidad de Medusa y su larga melena como lo hace el maestro, en una demostración de narrativa cargada de dinamismo. En el plano argumental, teníamos la total desvinculación del personaje de los Cuatro Terribles, en un vano intento por intentar que Rayo Negro pueda hablar sin causar la destrucción a su alrededor; una de las maldiciones de tono melodramático que tanto gustaba explotar a Stan Lee. Tras un pequeño intervalo de tiempo, los Inhumanos vuelven a la carga en 1970, dentro de una serie regular, bajo el título Amazing Adventures. A pesar de que Marvel ya no cuenta con las limitaciones exigidas por su distribuidora, los personajes deben compartir cabecera con la Viuda Negra, que también prueba fortuna en solitario. Natasha no cuenta con el apoyo del público y a partir de la novena entrega, la familia real de Attilan se convierte en la única protagonista de la colección. Aunque sus peripecias concluyen solo un número después, dando paso a Hank McCoy, en una historia que cambiaría su vida para siempre. La principal novedad en esta andadura es que los Inhumanos estarían en manos de Jack Kirby como autor completo, hasta poco antes de que se marche precipitadamente de la editorial para trabajar en DC. El Rey se dedica a explotar aquellos aspectos que habían funcionado en historias anteriores. Los Inhumanos sufrían un importante rechazo en su intento por encajar dentro de una humanidad, que no estaba preparada para personas como ellos. Por otro lado, en el seno de esta raza había un peligroso enemigo, Máximus el loco. El hermano de Rayo Negro tiene fijación por el poder y uno de sus principales objetivos es sentarse en el trono del Gran Refugio. En base a esto tenemos una gran cantidad de argumentos que se han desarrollado en la larga trayectoria de los Inhumanos. Podríamos decir que es una de esas constantes a las que siempre pueden recurrir los guionistas cuando quieren contar algo con estos personajes. Aunque es cierto que en esta época aún no se ha sobreexplotado el concepto del villano megalómano, tampoco podemos decir que el tiempo le haya sentado especialmente bien. Además, cuando repite algunos esquemas en la siguiente línea argumental, con el Mandarín como protagonista, es obvio que no estamos ante los mejores números de la colección. Sin embargo, los lápices de un Kirby en plena forma son una auténtica maravilla para los sentidos, quedando patente que la imaginación del autor para representar ciertas ideas no tiene límites. ![]() Antes de entrar de lleno en la primera serie regular que ostentó el título de los Inhumanos, Roy Thomas se encargó de cerrar la trama que había quedado pendiente en Amazing Adventures. Para ello, utilizó un número que supone el preludio a "La Guerra Kree/Skrull" (Artículo 13), donde volvía a formar pareja creativa con Neal Adams. Asimismo, se estrechaban los lazos de unión entre los creadores y sus creaciones, en lo acabaría convirtiéndose en un prólogo de su propia cabecera. Si hay algo admirable en la nueva "hornada" de guionistas, que irrumpió en Marvel durante la década de los setenta, es ese afán por resolver todos los interrogantes que quedaban pendientes en cualquier título de la Casa de las Ideas, por intrascendentes que pudieran parecer. En este mismo tomo tenemos multitud de ejemplos que protagonizaron los propios Inhumanos durante esta época, aumentando la sensación de universo cohesionado con hábiles herramientas narrativas, pero sin demasiados recursos ni facilidades. Sin duda el paradigma perfecto de lo que era Marvel en su "Edad de Plata" y por la que se ganó el sobrenombre de Casa de las Ideas. Esa es, probablemente, una de las características que más me gustan de este compendio, agrupando pequeñas joyas en un contenedor con el que experimentas un viaje cronológico que parece realizado en un mismo momento, pero en realidad fue concebido a lo largo de algo más de una década. Si esto no es la magia de Marvel, que baje Dios y lo vea. ![]() A pesar de la corta duración de esta serie regular, los temas introducidos por Moench son sumamente interesantes. A lo largo de prácticamente dos años, el guionista trata temas de corte social, como la libertad y la esclavitud; los aspectos políticos de una raza tan belicosa como los Kree; el amor y el sacrificio; o las inmensas posibilidades de una invasión extraterrestre lejos de los maniqueos recursos de épocas pretéritas. Además, en esa búsqueda de la seguridad para el Gran Refugio, los Inhumanos partirán al espacio para llegar a la conclusión de que se sienten a gusto en la Tierra, a pesar de no haber sido demasiado bien acogidos por sus habitantes. Su condición de híbridos alienígenas los convierte en originarios de esta bola de barro, por lo que posiblemente no hayan buscado en la dirección correcta un lugar adecuado para su pueblo. De ese modo, se cerrará el círculo volviendo a nuestro planeta, jugando así su papel dentro de la Guerra de las Tres Galaxias. Un argumento que tendrá que concluir en la colección del Capitán Marvel, durante la etapa de Scott Edelman y Al Migrom. Una vez más se repetía la historia… ![]() Tras los dos episodios de la cabecera protagonizada por el Capitán Mar-Vell, de los cuales quizá se podrían haber ahorrado el primero, tenemos Fantastic Four Annual #12. Se trata de una historia escrita por Marv Wolfman y dibujada por Bob Hall y Keith Pollard. Si bien es cierto que el relato es bastante flojo, demasiado largo y tarda bastante en coger ritmo, al final destaca por concluir algunas subtramas que habían quedado pendientes de la serie regular. Principalmente todo lo relacionado con lo que sucedía en el Gran Refugio durante la ausencia de la familia real. Estaba claro que iba a desarrollarse una revolución, pero el lector de la época se tuvo que quedar en ascuas cuando se ataban todos los cabos, salvo que no se hacía mención a esa temible amenaza que se cernía sobre Attilan, proveniente de uno de sus propios habitantes. Todo ello lo resolvió Marv Wolfman en un anual, en el que aprovecha para incidir en el apartado cósmico de todos los protagonistas. Y también para cerrar un argumento que quedó pendiente sobre un villano de Nova, cuya serie también fue cancelada. Podría decirse que mató dos pájaros de un tiro… El siguiente extra es una historia que se publicó de complemento en Thor Annual #12. En ella, Peter Gillis utiliza la retrocontinuidad como herramienta para narrar una especie de historia jamás contada de los Inhumanos, la cual conecta con el origen de Cuervo Rojo, un personaje de la Golden Age que fue recuperado por Thomas durante su etapa en The X-Men. Después tenemos un relato originario de Marvel Fanfare #14, protagonizado por Mercurio que, como suele ser habitual en él, le cuesta hacer amigos y adaptarse a su entorno. Parece que su papel de mutante inadaptado le persigue allá donde va. Mary Jo Duffy y Al Weiss se encargan de mostrarnos este capítulo de la vida del corredor mutante. Finalmente, tenemos varias historias procedentes de la serie cómica Not Brand Echh, en la cual parodiaban a los personajes de la Casa de las Ideas, incluso alguno de la competencia. Quizá, de todas las que se incluyen, la mejor sea la primera, en la que Lee y Kirby explotan su vis cómica con bastante acierto, aludiendo a las "virtudes" de un matrimonio tan especial como el de Gristal y la Cerilla Humana. Hay otra muy interesante que parodia el formato de tira semanal, pero la más floja es la que protagoniza una Merluza demasiado enamoradiza, dando lugar a cameos de personajes famosos del cine y la televisión. De todas formas, suponen un buen ejemplo de la importancia que supuso la creación de los Inhumanos en su momento, llegando a aparecer en multitud de títulos de la editorial. Como un extra representativo no está mal. Qué duda cabe que es una mejor opción que la posibilidad de que permanezcan inéditos. Dicho todo esto, ahora solo les queda tomar la difícil decisión de si este integral ofrece un producto de suficiente calidad como pagar su precio. Sea cual sea vuestra decisión, tened en cuenta que la verdad está ahí fuera y los Inhumanos fueron los primeros en descubrirla. |
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