Debido a la próxima recuperación, por parte de Panini Comics, de la cabecera en la que surgía la primera escisión de los Vengadores, creo que ha llegado el momento de hablar de un tomo que, prácticamente, podríamos considerar un prólogo de la misma. Por lo tanto, utilizando las sinergias, hoy le toca el turno a...

MARVEL GOLD LOS VENGADORES COSTA OESTE: REUNIÓN
por Óscar Rosa Jiménez


A pesar del título del recopilatorio, la primera mitad del tomo está centrada en uno de los personajes más carismáticos de los Héroes más Poderosos de la Tierra: Ojo de Halcón. Esto se debe a que todo comienza en una miniserie protagonizada por el arquero magenta, que se publicó durante la década de los ochenta. En aquella época, la Casa de las Ideas estaba interesada en situar este formato en los puntos de ventas, con la firme intención de que en él ocurriesen hechos trascendentales para el Universo Marvel. También hay que decir que en Marvel quisieron seguir, una vez más, la senda marcada por la competencia, que durante aquella época publicó diferentes miniseries con bastante éxito.

Clint Barton tuvo su primera aparición en Tales of Suspense #57, empezando su carrera como villano de Iron Man, al cual se enfrentó en diversas ocasiones; alguna de ellas incitado por la Viuda Negra, con la que mantuvo una tórrida relación. Aunque, posteriormente, se demostraría que todo había sido una confusión, ya que lo que realmente quería Ojo de Halcón era convertirse en un héroe, para ayudar a los demás, inspirado por el Vengador Dorado. De ese modo, comenzó su etapa de redención, siendo apadrinado por el propio Iron Man, formando parte de los Vengadores, donde permaneció una buena temporada. Durante su estancia en la mansión situada en el 890 de la Quinta Avenida de Manhattan, viviría aventuras de toda índole, llegando a demostrar su valor y coraje en muchas ocasiones; a pesar de que tuviese un grave problema con la autoridad, encarnada en el Capitán América, el líder del grupo en aquellos momentos. También cambiaría de uniforme en diferentes ocasiones, con un más que dudoso gusto sobre moda. Incluso llegaría a adoptar la identidad de Goliat, cuando Henry Pym tuvo unos problemas de salud, debidos al uso continuado del suero. Todo ello, en gran medida, gracias a Roy Thomas, que durante su etapa al frente de la colección intentó centrar su atención en aquellos personajes que no tenían serie regular.

Pero el espíritu aventurero siempre ha sido una característica ligada al personaje, además de tener un carácter con el que costaba empatizar. Sus ansias por obtener el liderazgo del equipo, por destacar y, de alguna forma, demostrar que merecía estar en el equipo provocaba peleas intestinas en el seno de los Vengadores, dejando para el recuerdo momentos llenos de tensión. Esta división de opiniones, junto a un constante deseo de superarse a sí mismo, provocaría que Clint dejase el grupo, recalando brevemente en los Defensores. Posteriormente, volvería con los Héroes más Poderosos de la Tierra, alternándolo con su trabajo en el sector privado como jefe de seguridad en Industrias Tecnológicas Cross. Precisamente será en este punto en el que comienza la miniserie, la cual supondría un importante punto de inflexión en su vida.

El encargado de dar forma al nuevo capítulo en la vida de Ojo de Halcón es nada más y nada menos que Mark Gruenwald. El autor llevaba un tiempo escribiendo la colección del Dios del Trueno y quería afrontar otro tipo de proyectos, por lo que fijó su atención en el personaje, por el que según parece siempre había tenido cierta predilección. La idea fue bien recibida en las oficinas de Marvel, que le dio luz verde al proyecto hasta el punto de dejar en sus manos tanto el guión como el dibujo. El entintado corrió a cargo de Brett Breeding, salvo el último número que fue realizado por Danny Bulanadi, cuyo resultado es un trabajo muy sólido en el apartado gráfico. Gruenwald se tomo muy en serio el encargo, documentándose sobre el empleo del arco y retocando el uniforme clásico de Clint Barton, durante el transcurso de la historia, mejorando tanto en el aspecto estético como en el práctico. Creo que es la primera vez que alguien piensa en bolsillos que sirven para algo más que simple estética.

A lo largo de cuatro números, este equipo creativo se centró en narrar una historia repleta de intriga y espionaje, en la que nuestro protagonista vería como todo lo que había llegado a conseguir en la vida se desvanecía en un solo instante. De ser un acomodado jefe de seguridad, con un buen sueldo, pasaba a convertirse en un prófugo a cuya cabeza le habían puesto precio. Pero aunque su arrogancia no le permitía pedir ayuda a sus amigos, viviría esta experiencia acompañado de una mujer que, a la postre, jugaría un papel fundamental en su futuro. Y es que más allá de las conspiraciones empresariales, la acción y la oportunidad de demostrar que el personaje era capaz de desenvolverse bien en solitario, lo realmente importante para el devenir del Universo Marvel es que, en esta línea argumental, Ojo de Halcón conoce a Pájaro Burlón, quedando patente desde el primer instante que ambos estaban hechos el uno para el otro.

Bárbara "Bobby" Morse es un personaje que fue creado por Gerry Conway y Barry Windsor-Smith, cuya primera aparición tuvo lugar en Astonishing Tales #6. En aquel serial conocería a Ka-Zar y se desvelaría como una agente encubierta de SHIELD, que intentaba evitar que IMA tomara posesión de los estudios que habían realizado sobre la fórmula del suero del Supersoldado. Posteriormente, dejaría la agencia para convertirse en la Cazadora, en Marvel Super Action #1, volviendo al cosmos superheroico con un disfraz diseñado por el propio Gruenwald en Marvel Team-Up #95. De ese modo, el autor la recupera para cruzar su camino con el arquero, produciéndose un importante punto de inflexión en su vida, que la acabaría integrando en el entorno de los Héroes más Poderosos de la Tierra para siempre.

Prácticamente un año después de presentar la nueva pareja al Universo Marvel, los Vengadores se encontraban en uno de sus mejores momentos, con Roger Stern al frente de su colección mensual (Artículo 43). Uno de los principales problemas que afrontaba el grupo era la limitación de sus miembros, impuesta por el enlace gubernamental. Esto es un hecho que había generado diferentes enfrentamientos y alguna que otra tensión en el seno del equipo en el pasado. No obstante, tras convertirse la Visión en el presidente en funciones de la formación, decidió solventar el tema con la creación de una facción que operase en la Costa Oeste del país. La inesperada visita de Ojo de Halcón y su nueva pareja propició que la responsabilidad de esta nueva división de los Héroes más Poderosos de la Tierra recayese en el arquero, dando lugar a una miniserie de cuatro números que se dedicaría a narrar la creación del nuevo grupo.

El propio Stern se encargaría de narrar este hecho histórico, volviendo a demostrar su gran capacidad para desarrollar a los personajes en un argumento coral. Ojo de Halcón es retratado como ese indómito líder que ve su puesto desde la perspectiva de la madurez. Además, tendrá todo el apoyo de Bobby, lo que será un factor determinante cuando surjan las dudas. Este aspecto sería el principal protagonista de un incipiente grupo integrado por vengadores de pleno derecho y curtidos en mil aventuras, pero que aún no estaban seguros de sí mismos dentro de la órbita de un supergrupo de estas características. El enfrentamiento con un antiguo y poderoso enemigo de los Vengadores, mientras se instalaban en el complejo que se convertiría en su base de operaciones californiana, disiparía la mayor parte de la incertidumbre que se cernía sobre ellos, haciendo hincapié en la regla sobre la que nació el grupo: la unión hace la fuerza.

Los elegidos para acompañar a Ojo de Halcón y Pájaro Burlón en este nuevo capítulo de la historia de los Héroes más Poderosos de la Tierra serían Iron Man, Hombre Maravilla y Tigra. Bajo la armadura creada por Tony Stark se encontraba Jim Rhodes, que había aceptado el manto del Vengador Dorado de manera temporal mientras su amigo se recuperaba de la segunda crisis alcohólica. Greer Nelson volvía a intentar formar parte de los Vengadores tras haberlo dejado por no considerase lo suficientemente poderosa para estar a la altura de las circunstancia. Asimismo, Simon Williams regresaba tras haberse labrado una carrera cinematográfica, sirviéndose de sus poderes para ejercer de especialista. Todos ellos demostrarían, en las manos de Roger Stern, tener cualidades más que suficientes para iniciar una nueva etapa en la que probarían, una y otra vez, que quién fue vengador en alguna ocasión, lo es para siempre.

En el apartado gráfico se encuentra Bob Hall, un artista en la plenitud de sus facultades que, entintado por Brett Breeding, establece una unión estética con la anterior miniserie. Sin lugar a dudas, bajo la batuta de Stern, los Vengadores vivían una nueva edad dorada que incluso les permitiría mantener en el candelero dos series regulares. Más allá de los reportes económicos que esto pudiese generar en la editorial, todo había surgido de forma natural y perfectamente integrado en los conceptos que desarrollaba el guionista en la colección regular. De esa forma, quedaba patente que la libertad creativa podía ofrecer un binomio perfecto de calidad y rentabilidad, algo que con la proliferación de las franquicias dentro del Universo Marvel acabó cayendo en el olvido, desgraciadamente.

En este tomo, ambas miniseries vienen acompañadas de Invincible Iron Man Annual #7, al que algunos consideran el capítulo perdido de los Vengadores Costa Oeste. El anual se situaría en una época en la que el destino del Vengador Dorado estaba dirigido por Dennis O'Neil y Luke McDonnell; la etapa que está recuperando actualmente Panini en Marvel Gold y de la que ya hemos hablado, y esperamos seguir haciéndolo, en esta sección. Quizá en su momento tuviese algún sentido su inclusión, debido a que no había planes con respecto a su reedición, pero ahora se me antoja un extra innecesario. No obstante, la historia planteada por Bob Harras, un autor que posteriormente será recordado por su larga permanencia en The Avengers, tiene un tono continuista sobre los conceptos plantados por Stern y presenta una lectura amena y divertida. Aunque no tendríamos la formación completa y el cómic estaría más centrado en narrar un momento decisivo para Erik Josten, que se convertiría en el nuevo Goliat del Universo Marvel; esta vez en el lado contrario al de la ley. También contiene algunas incongruencias cronológicas, pero es incuestionable que debía situarse al final del volumen.

Este conjunto de historias suponen el punto de arranque de un nuevo supergrupo del Universo Marvel, el cual se producía a mediados de la década de los ochenta. La Casa de las Ideas atravesaba uno de sus mejores momentos, algo que se apreciaba en la mayor parte de sus publicaciones. En este tomo, tenemos un buen ejemplo de todo ello, gracias a la labor de autores que supieron conectar con el aficionado, utilizando la riqueza y diversidad que ofrece un universo de ficción repleto de matices e interesante como el de Marvel. Quizá lo que vino después no estuvo a la altura de las circunstancias pero, mientras tanto, podemos disfrutar de los preámbulos de una reunión, la cual acabó consolidándose en una soleada tarde junto a una barbacoa; al fin y al cabo, los Vengadores se reúnen como una familia cualquiera.


Si deseas expresar tu OPINIÓN o plantear alguna DUDA sobre este articulo, escribe un texto y envialo a TRIBUNA EXCELSIOR.


Copyright © Marvel Characters, Inc.