A principio de los años setenta, Marvel estaba en plena expansión.
El tratamiento que Stan Lee, apoyado en dibujantes como Jack Kirby o Steve
Ditko, había dado a los superhéroes había revolucionado el género al tiempo
que fortaleció a la editorial hasta tal punto que ahora llegaba el momento de
buscar otras fronteras. Y así empezaron a tratar géneros como el terror o la
fantasía heroica.
En 1973 Roy Thomas y Neal Adams se lanzaron a crear su propiav versión de la
guerra de los mundos, la novela de H.G.Wells. Así nos encontramos con el
personaje de Killraven. Nacido para convertirse en un símbolo de la libertad,
sin poderes ni habilidades especiales y entrenado desde niño como gladiador
por sus señores marcianos, consagrará su vida a la lucha por la libertad
en una Tierra conquistada por los aliens.
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