El concepto de crossover en el Universo Marvel es algo que viene de muy antiguo. Con fecha de portada de junio de 1940, aparecía en los kioscos Marvel Mystery Comics #8, donde se publicaba el que se considera el primer crossover oficial de la editorial. Allí, se cruzaban por primera vez los caminos de Namor y la Antorcha Humana, en un choque de titanes. Así, nacía un concepto que, con el paso de los años, iría evolucionando, lo que implicaría que ganaría en complejidad. El primer paso sería establecer cruces argumentales entre series. Posteriormente, llegarían los eventos, tan explotados a día de hoy, cuya novedad reside en la implicación de una ingente cantidad de héroes que interactúan en la misma historia. En nuestra mirada al pasado, nos centraremos en la historia que dio origen a esta "moda"…

SECRET WARS, EL PRIMER EVENTO MARVEL
por Óscar Rosa Jimenez


Uno de los momentos más revolucionarios de la industria del cómic surgiría fuera de ella. La famosa empresa de juguetes Mattel llegaba a las oficinas de la Casa de las Ideas, a principios de 1983, con una interesante propuesta bajo el brazo: una línea de juguetes con superhéroes y villanos de Marvel, acompañada de una miniserie de cómics que serviría para promocionarlos. Todo obedecía a la necesidad que tenía la compañía de buscar un producto que compitiese, en igualdad de condiciones, con la línea DC Superpowers de Kenner. Como podemos ver, una vez más, la Distinguida Competencia volvía a estar de fondo ante lo que se convertiría en un momento histórico para su rival.

Huelga decir que Jim Shooter, el director editorial de Marvel Comics Group en aquellos momentos, acogió la propuesta con los brazos abiertos. Tanto es así, que aquella miniserie promocional sería escrita por él mismo. El aspecto gráfico recaería en Mike Zeck, que venía desarrollando una magnífica etapa en Captain America, aunque tendría la ayuda de Bob Layton en un par de números.

A pesar de todo, no era la primera vez que la editorial reunía a la plana mayor del Universo Marvel en una historia. Hacía menos de un año, se había publicado Contest of Champions, pero este proyecto era mucho más ambicioso que aquel, algo que dejaba claro su título inicial: Cosmics Champions; título que fue sustituido por el que todos conocemos poco tiempo después. El gran reto que suponía este lanzamiento, residía en el complicado trabajo de coordinación de los diferentes títulos implicados. Esta labor que recaería en los hombros de Tom DeFalco, la mano derecha de Shooter, el hombre que acabaría dirigiendo la empresa más adelante.

El gran problema estaba en que, mientras lo que sucedía en Secret Wars se desarrollaría a lo largo de un año, las series regulares continuarían su ritmo de publicación normal. Por lo tanto, había que indicar cómo afectaba aquella aventura, afincada en un lejano planeta, sin que los lectores supieran cómo se había llegado a esa situación. De esa forma, en los números publicados en abril de 1984 pertenecientes a las colecciones de Spiderman, Los 4 Fantásticos, Los Vengadores y La Patrulla-X, sus protagonistas entraban en una misteriosa, y enorme, máquina que se materializó en pleno Central Park. Al mes siguiente, volvía a aparecer el artefacto, mientras los superhéroes salían de él. Había finalizado una gran aventura que les había marcado profundamente, lo cual sería reflejado en sus correspondientes colecciones.

Los cambios fueron de todo tipo. Uno de los más conocidos fue la transformación estética que sufrió Spiderman, ya que cambiaba su entrañable traje rojo y azul por un sobrio negro y blanco. Posteriormente, nuestro amistoso vecino arácnido volvería a su atuendo tradicional, tras descubrir que el traje era un simbionte que lo controlaba mientras dormía. Aquel uniforme que le administraba increíbles prestaciones, se revelaba como un ente alienígena, que acabaría convirtiéndose en otro de sus habituales antagonistas. Tras encontrar a alguien afín a sus propósitos, que le sirviera de huésped, nacería Veneno; un villano que se alejaría del canon habitual y que alcanzaría tal fama que llegaría a protagonizar diversas miniseries, incluso algún conato de serie regular.

Otro de los cambios importantes estaría reflejado en Fantastic Four, donde la Primera Familia recibía a un nuevo miembro. Hay que decir que el cuarteto no viajó al completo al misterioso destino: Sue Richards, la Mujer Invisible, no fue a investigar el suceso de Central Park. Por otro lado, Ben Grimm no volvería a la Tierra, ya que en su nueva ubicación podía transformarse en La Cosa a voluntad. En su lugar, Hulka decidiría unirse al cuarteto, abandonando las filas de Los Vengadores. Así, nacería una época dorada para el personaje, ya que caería en las manos de John Byrne, el cual desarrollaría a la amazona esmeralda en la colección de Los 4 Fantásticos. Entre autor y personaje surgirá una estrecha relación que les llevará a unir sus destinos en una serie regular algún tiempo después. Junto a Roger Stern, John Byrne es uno de los pocos autores que supieron dar con el estilo apropiado para desarrollar a Jennifer Walters, convirtiéndola en el personaje que conocemos hoy.

Después, hubo una serie de cambios que tuvieron menos repercusión. Por ejemplo, que Iron Man modificase su armadura, por enésima vez, no me parece nada demasiado remarcable. Incluso la regresión que tuvo Hulk, a su estado incontrolable, entra dentro de lo esperado en el personaje. Hasta la separación de Coloso y Kitty no supuso más que un bache en su tormentosa relación. Quizá tendría más relevancia el hecho de que Magneto se aliara con Charles Xavier, aunque a mí me parece que eso está mucho más relacionado con el desarrollo que venía haciendo Claremont del villano desde su aterrizaje en la colección mutante.

Como podemos ver, en comparación con los dos primeros ejemplos, el resto del Universo Marvel se repuso con bastante rapidez de las Secret Wars. No obstante, no hay que olvidar que, con este proyecto, Marvel había dado un paso más en la elaboración de los crossovers, además de haber conseguido un éxito arrollador. De hecho, esta victoria mediática, y económica, desembocó en una moda que "obligaba" a reunir a los personajes de la editorial en algún tipo de evento veraniego, de carácter anual, narrado en diversos anuales. Algo que no necesariamente tenía que generar buenas ideas…

Dejando de lado el contexto histórico y su innegable importancia a nivel editorial, existe una tendencia a menospreciar la calidad de esta obra, aludiendo al estilo clasicista y quizá algo añejo de la misma. Una historia que el paso del tiempo sitúa en un lugar más cercano a la nostalgia, que a la de la calidad atesorada en sí misma. Y posiblemente, no les falte razón a los detractores de la obra. Sin embargo, siempre me ha parecido un trato excesivamente injusto. Estoy de acuerdo en que no puede competir con las grandes obras de los 80, pero realmente esa no era su finalidad. Estamos ante un puñado de tebeos que buscaban ilusionar, e impresionar, a la chavalería de la época, con una aventura protagonizada por el conjunto de héroes que tanto adoraban. Para ello, eran trasladados a un escenario imparcial, creado por el Todopoderoso, donde se enfrentaban a un grupo de villanos, durante doce meses, para evitar la destrucción del Universo. Una batalla que sustituía la épica por la diversión pura y dura, forjando un concepto que evolucionaría como todo lo demás dentro del medio. Estaba lejos de las grandes epopeyas cósmicas escritas por Jim Starlin, pero sin duda cumplía mejor aquello de "nada volverá a ser igual en el Universo Marvel" que cualquier evento actual, y en diferentes aspectos, porque, realmente, nada volvería a ser igual, sobre todo para los lectores que no recibirían con la misma ilusión este tipo de proyectos. Por lo tanto, es obvio que, lejos de ser un evento tremendamente pretencioso, conseguía su máxima principal: una excusa plausible para una reunión mastodóntica de personajes con la firme intención de hacer pasar un rato divertido, y de paso salvar el mundo. Algo que suelen hacer los héroes a menudo o, al menos, eso dicen.

Haciendo un repaso mental de la historia, más allá de los enfrentamientos de rigor en una trama de este calibre, destacaría la entrada en escena de Titania, que iniciaría una tormentosa relación con el Hombre Absorbente. Otra incorporación al Universo Marvel sería la nueva Spiderwoman, que primero formaría parte de la Fuerza de la Libertad, dirigida por Valerie Cooper, y, posteriormente, entraría en las filas de diferentes encarnaciones de los Vengadores. Pero si hay un protagonista que destaque por encima de todos, ese es el Dr. Muerte. Uno de los villanos más carismáticos del Universo Marvel, que utilizará el conflicto como una herramienta para satisfacer sus deseos personales. Aludiendo a su vanidad, gracias a los poderes del Todopoderoso, restaurará su rostro, motivo por el cual conseguirá que Ben Grimm acuda a su lado. De esa forma, veremos como dos enemigos jurados aúnan esfuerzos debido a una motivación similar: ser humanos sin malformaciones. Una forma de profundizar en el drama humano que rodea a ambos personajes, dejando patente que las emociones humanas quedan por encima del héroe o el villano; todo depende del prisma con el que se mire. Sin duda, este es uno de los aspectos más interesantes de esta historia, que va un poco más allá del enfrentamiento típico entre el mal y el bien, aunque solo sea en determinados momentos.

La primera edición de esta historia fue publicada por Forum en grapa, que incluía, a modo de complemento, durante los primeros ocho números, Moon Knight Vol. 1 #35 (cuanto, daño se le ha hecho al Caballero Luna en este país). Varios años después, la editorial publicó una 2ª edición idéntica en cuanto a contenidos. Con la llegada del nuevo siglo, Forum presentaba la 3ª edición de la exitosa saga en un tomo recopilatorio en tapa dura. Una edición completada con dos interesantes artículos de Julián Clemente, que a mí me parece la mejor edición hasta la fecha. Finalmente, Panini decidiría dividir la saga en dos tomos del coleccionable Marvel Héroes, que supone la última reedición de estas historias hasta el momento. A lo largo de este año, la editorial italiana ha confirmado que publicará una nueva edición. En esta ocasión, plagada de extras y en un solo tomo, posiblemente por esas sinergias con el vento que está gestando Hickman, el cual parece que realmente va a revolucionar el Universo Marvel.

Como podemos ver, toda una panoplia de formatos y ediciones para una obra que, para unos, será merecedora de ello, mientras que otros pensarán todo lo contrario. Sea como sea, estamos ante una guerra que traspasa las viñetas, enfrentando a los lectores. Pero, al final, la última palabra la tienes tú. ¿De qué lado estás?


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