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por Adamvell ![]() Sus creadores fueron Stan Lee y Gene Colan. En particular, la idea del personaje vino del propio Gene Colan y fue adoptada inmediatamente por Stan Lee, que por aquella época estaba muy interesado en introducir en los cómics Marvel elementos de las protestas sociales y raciales que se venían sucediendo en Estados Unidos. Era una época convulsa y de cambio, y el Halcón fue el vehículo perfecto para dar rienda suelta a sus inquietudes en estos temas. Pero empecemos por el principio. El personaje fue presentado en 1.969 en Captain America #117, si bien no se le bautizó como Sam Wilson hasta el número siguiente. Su origen era bien sencillo: criado en Harlem, en la ciudad de Nueva York, tenía una especial habilidad para la cría de aves, y en concreto un lazo intuitivo con su halcón, Ala Roja. Respondió a un anuncio en el que se buscaba un halcón cazador amaestrado para una isla tropical, sólo para encontrarse que sus patronos eran realmente los Exiliados, ex nazis al servicio de Cráneo Rojo que estaban esclavizando a los lugareños. Escapó de sus empleadores y se dedicó a organizar la resistencia de los indígenas, y en estas circunstancias fue que se encontró con el Capitán América, quien lo entrenó y le convirtió en el Halcón… o eso se nos hizo creer, claro. La alianza del Capitán América con el Halcón se produjo en el contexto de una saga muy especial. El bautismo de fuego del nuevo héroe no pudo ser más peliagudo, enfrentándose de buenas a primeras contra un temible enemigo, Cráneo Rojo, que además controlaba un objeto con la capacidad de alterar la realidad, mientras que el Halcón sólo tenía sus propias manos y las garras de Ala Roja. Por aquel entonces Sam no era un héroe alado, sino poco más que un atleta entrenado que hablaba con su halcón. Pocos debuts han sido en circunstancias tan difíciles y contra un enemigo tan poderoso. Con todo, la actuación del Halcón en la derrota de Cráneo Rojo fue decisiva, hasta tal punto de convencer al Capitán América de que este recién llegado merecía toda su confianza. Y tras un par de intervenciones más en la serie, el Halcón dio el salto a la cabecera: el título pasó a llamarse Captain America and The Falcon a la altura del número 134. Con todo, a pesar de la naciente amistad forjada entre ambos, no se puede decir que fuera a ser una relación sencilla. El Halcón se reveló como un tipo orgulloso, que necesitaba probarse a sí mismo fuera de la sombra de Steve Rogers, llegando incluso a romper la sociedad varias veces. Fueron tiempos felices para los lectores de la pareja protagonista del cómic: si no dibujaba Gene Colan lo hacía John Romita, y cada vez que el guión se centraba en el Halcón la conciencia social, los problemas raciales o estudiantiles surgían por doquier. Curiosamente, la colección que podía ser tildada por alguien mal informado como la más reaccionaria de Marvel era precisamente en la que se daba voz a los movimientos pacifistas, hippies y en pos de la tolerancia que no se veían en otras series ni de lejos. El mismo trabajo de Sam como asistente social en Harlem servía de catalizador para exponer el descontento de las clases más desfavorecidas, al tiempo que propiciaba un rayo de esperanza y confianza en que las cosas podían cambiar realmente. Esta etapa se puede ver en los Omnigolds Capitán América: El Hombre bajo la Máscara y Capitán América y el Halcón: El Quinto Durmiente. ![]() Con la llegada de Frank Robbins a la serie, el panorama cambió. Frank Robbins es un reconocidísimo autor de tiras de prensa. Principalmente conocido por su obra Johnny Hazard, el autor bebía del estilo del gran Milton Caniff, lo que realmente no casaba demasiado con las costumbres superheroicas. Argumentalmente nos encontramos con una revisión de arriba abajo del origen del Halcón. Prácticamente todo lo que se sabía del personaje resultó ser falso, ya que la personalidad que tanto había atraído al Capitán América en primer lugar no era sino un invento del mismísimo Cráneo Rojo, que valiéndose del Cubo Cósmico había manipulado a Sam para introducirlo como compañero de Steve y más tarde poder traicionarlo. En realidad, Sam no era asistente social, sino un criminal llamado "Snap" Wilson, y su relación especial con Ala Roja fue provocada por el mismo Cráneo, no era una habilidad natural. Pero Sam no era realmente malo. Es cierto que en su juventud tuvo una gran relación con las aves, hasta el punto de tener el mayor palomar de todo Harlem. De niño admiraba a su padre con devoción, un pastor presbiteriano que fue asesinado al tratar de mediar en una pelea de bandas. Por un tiempo intentó seguir sus pasos y trabajar por la gente del barrio, hasta que su madre fue también asesinada por un atracador furioso porque sólo tenía unos pocos dólares en el bolso. Destrozado y sin guía, le echó la culpa a la actitud servicial de su padre de todos sus problemas, y se fue metiendo en el mundo del crimen hasta conseguir una reputación como "Snap" Wilson. Fue a ese criminal al que usó Cráneo Rojo. Pero subestimó a Sam: porque realmente lo que hizo Cráneo no fue tanto modificar la personalidad de Sam como permitir asomar su antiguo y verdadero ser. El conflicto psicológico de ambas personalidades trajo consigo la victoria de Sam sobre "Snap", con lo que Cráneo Rojo vio frustrados sus planes. Sam afrontó un juicio público por su pasado como "Snap" y fue absuelto de todos los cargos, en lo que supuso un nuevo comienzo para él como héroe. Por ahora, la edición más cercana de estos números es la de la Biblioteca Marvel del Capitán América, pero no me cabe duda de que acabarán recopilados en Omnigold por parte de Panini. La última etapa de Captain America and The Falcon como tal fue la de Jack Kirby, que se dedicó a toda una serie de aventuras superheroicas de maravillosa factura pero de poca trascendencia para el Halcón. Poco después, ya en 1.978 y a la altura del número 222, The Falcon desapareció de la cabecera y lo mismo hizo el Halcón. Estos números están siendo editados por Panini en Marvel Gold. Por ahora han salido dos tomos: La Saga de la Bomba Loca y Las Batallas del Bicentenario. ![]() Sucesivos escritores de la serie del Capitán América fueron contando con el personaje de manera intermitente. Destacable en ese aspecto fueron las historias de complemento que J. M. DeMatteis y Mike Zeck le dedicaron en Captain America #276-278 en 1.982, en los que reconciliaron definitivamente a Sam Wilson con su pasado como "Snap" y su futuro. En aquella época, Sam había decidido dedicarse a la política, aunque tras las revelaciones sobre su pasado tuvo que abandonar esa carrera hacia el Congreso de los Estados Unidos. Esta historia se puede encontrar en el Marvel Gold Capitán América: de Monstruos y Hombres. Poco después, en 1.983, Marvel decidió dedicarle una miniserie en solitario, la única que ha tenido como personaje con guiones de James Owsley. No fue concebida como una miniserie al uso, ya que cada número fue en la práctica autoconclusivo. Destaca el primero de ellos, dibujado por Paul Smith, y el segundo, en el que Sam se vio atacado por un Centinela, lo que sugería que podía ser un mutante. Esto se desmintió más tarde achacando el ataque a un mal funcionamiento del robot. Por lo demás se profundizó un poco en la dimensión social del personaje. Esta serie limitada se publicó en España por parte de Forum como complemento de la Patrulla-X. ![]() La vuelta a la primera línea del personaje se produjo en 2.002 gracias a un guionista que se relaciona poco con Marvel, pero que produjo una etapa muy simpática en The Avengers Geoff Johns. Lo integró nuevamente en la formación, esta vez sin sombra de duda sobre su derecho a estar en ella y su utilidad para el grupo, destacando por su personalidad equilibrada, fiabilidad en batalla y ofreciendo una nueva dimensión a sus poderes: ya no sólo podía comunicarse con su fiel Ala Roja, sino que podía hacerlo con todas las aves e incluso podía ver a través de sus ojos. Este poder en concreto se explica magníficamente en el número que Johns le dedicó en solitario al personaje en el que lo enfrentaba al Espantapájaros, dibujado por el mismísimo Ivan Reis, su compañero habitual en Green Lantern y Liga de la Justicia. Además, esta etapa de los Vengadores sirvió para cicatrizar la herida causada al Halcón por Henry Gyrich. Ambos se reconciliaron en la saga de la Zona Roja y colaboraron para desenmascarar a Dell Rusk, Secretario de Defensa de los E.E.U.U., que era mucho más de lo que aparentaba. Esta etapa se encuentra publicada de manera íntegra por Panini en su formato de coleccionable, Marvel Héroes, en los Vengadores: Confianza Mundial, Zona Roja y La búsqueda de Hulka. Esa nueva importancia del personaje le valió en 2.004 para estrenar nueva cabecera: volvía a las tiendas Captain America and The Falcon, esta vez como serie independiente de la cabecera habitual del Capi. Estuvo a cargo de Christopher Priest a los guiones - sorpresa, Christopher Priest no es otro que… James Owsley- produciendo una interesante historia en la que Sam retornaba de alguna manera a su personalidad de "Snap" Wilson, acompañado de Bart Sears al dibujo, destrozando esa historia totalmente. Para cuando Sears abandonó la serie el daño ya estaba hecho y no hubo quien pudiera levantar aquello, finalizando ésta en el número 14. Cabe destacar en esta etapa la modernización de sus alas, que pasaron de ser mecánicas a convertirse en un versátil holograma, todo un hallazgo visual por el buen uso que se le dio. Por el camino nos enteramos que el cambio de personalidad de Sam podía ser culpa de la Bruja Escarlata y su Vengadores Desunidos. Y ahora que hablamos de Vengadores Desunidos, su pertenencia al grupo vengador le pilló en medio de esta terrible historia en la que participó de lleno, siendo prácticamente el único personaje que formaba parte del grupo en aquella época en lograr salir totalmente indemne de aquel despropósito. No obstante, esa suerte no le duró mucho: Captain America and The Falcon finalizó con Sam aparentemente muerto. Esta serie fue publicada por Panini íntegramente. ![]() La confirmación definitiva del personaje en la actualidad Marvel vino de la mano de otro gran guionista: Ed Brubaker lo integró como secundario en su premiada y recordada etapa en Captain America, hasta el punto en que asumió parte del protagonismo de la misma después de la muerte de Steve Rogers, convirtiéndose en una especie de mentor de Bucky Barnes cuando éste asumió el manto de las barras y estrellas. Innegable es también su importancia en Renacimiento, la vuelta de Steve al mundo de los vivos, siendo capaz de enfrentarse a los Thunderbolts él solito y de ocuparse con solvencia de Calavera. La calidad y popularidad que esta etapa atesora han jugado a favor del personaje, ya que la representación que hizo de él Brubaker fue la de un tipo capaz, profesional, hábil luchador y un soporte emocional de sus compañeros. Un referente al que acudir, la roca sólida sobre la que apoyarte. Por el camino perdió sus alas holográficas volviendo a portar sus habituales alas mecánicas. Toda la etapa Brubaker se está recopilando por Panini en el formato Marvel Deluxe. Añadir que a medias de todo esto, también fue reclutado por Misty Knight para la nueva encarnación de los Héroes de Alquiler, durante su serie de corta duración. Parece que, finalmente, Sam no era tan mal luchador en equipo, después de todo. El personaje tuvo también una participación tangencial en el crossover de Avengers vs. X-Men. Si bien su papel no fue destacado, sí fue uno de los pocos personajes que trató de aportar un grado de cordura a la refriega y que actuó dentro de su habitual personalidad cabal y conciliadora en los cruces con la serie X-Men Legacy. Casi todos los demás personajes en este evento estaban para que los encerraran, pero de alguna manera Sam representó la cordura dentro de tanta locura. Y llegamos hasta nuestros días. La llegada de Marvel NOW! No ha hecho más que ahondar en esta reciente popularidad. Jonathan Hickman lo ha incluido en su etapa coral al frente de The Avengers y sus apariciones se han ido multiplicando, apareciendo también en Mighty Avengers y en Avengers World, con una cantidad inverosímil de apariciones simultáneas en diferentes series que era impensable hace pocos años. Rick Remender, nuevo guionista del Capi, ha seguido contando con él para su Captain America hasta el punto de que lo ha convertido en el nuevo Capitán América junto a su fiel Ala Roja cuando Steve Rogers ha tenido que dejar el puesto, cerrando así un círculo para el personaje: ha pasado de ser alumno y compañero a ser maestro y mentor. A partir de ahí, sus apariciones se multiplican exponencialmente. Aparece en All-New Captain America como dueño de la cabecera. Mighty Avengers pasa a denominarse Captain America and the Mighty Avengers. Aparecerá también en Uncanny Avengers. Se adivina que seguirá apareciendo en Avengers World. Ha tenido su protagonismo en el evento Axis. Su cara aparece en las portadas de la futura Secret Wars… ![]() Quizá mucha de su actual popularidad se deba al impulso que el universo cinematográfico le ha conferido. Marvel no da puntada sin hilo, y su aparición en la secuela fílmica del Capitán América ha podido tener mucho que ver con su relanzamiento como personaje puntero dentro del mundo de los cómics. Su presencia en la pantalla grande ha ido en la misma línea que en los cómics: un personaje con valores morales, de fiar y eficaz en su trabajo, si bien ha tomado la estética de la versión Ultimate, más sobria y sin colorines. La diferencia principal entre ambas versiones es que en el celuloide Sam es un soldado, mientras que en los cómics jamás lo ha sido, rechazando realmente el tipo de autoridad y organización que deja sin criterio personal a sus integrantes: nunca fue el tipo de personaje que sigue órdenes de manera ciega. Además, Marvel está apostando fuerte por la diversidad en sus publicaciones, y no era cuestión de desaprovechar a uno de los pocos personajes afroamericanos destacados y con bagaje a sus espaldas. Un repunte de popularidad del que también han disfrutado otros personajes como Luke Cage o Pantera Negra. Ya sólo le falta una única guinda a su pastel: que cuando Steve retome su papel como Capitán América, cosa que hará antes o después … Marvel se anime de una vez a darle serie propia a este personaje como el Halcón, ya que hace tiempo que se la merece y nunca jamás la ha tenido. Con unos buenos autores que sepan cómo manejarlo, y Sam podría dar el salto final como icono marvelita. ¡A por ellos, Sam! |
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