por José Jorquera Considerada por muchos la obra cumbre de Steve Englehart, lo cierto es que es una obra fundamental para el cosmos vengador y consagra varias de las vacas sagradas de la colección. Convierte a Kang e Inmortus en dos (¿uno?) de los villanos más peligrosos a los que se han enfrentado los Vengadores y ahonda en el trasfondo de ambos personajes, dotándoles de la esencia que les ha acompañado a partir de entonces. Además, tenemos la primera aparición del Batallón del Más Allá, el castillo de Inmortus en el limbo y el regreso de Ojo de Halcón. ¿Qué más se puede pedir? La historia arranca justo en el final del número anterior con la aparición de Kang y una extraña y brillante estrella encima de la mansión. Los Vengadores no pierden el tiempo y atacan con fuerza para ser derrotados por los macrobots, unos ingenios robóticos que devuelven la fuerza de los ataques contra su oponente. Los Vengadores masculinos son derrotados por su propio poder y es el turno de las féminas. Mantis, la Bruja Escarlata y Agatha Harkness se lanzan al combate, para caer ante el poder de la Bruja Escarlata repelido por los macrobots. Incluso el valiente Jarvis acude al rescate de los Vengadores para ser paralizado por Kang. Una vez ha derrotado a los Vengadores en pleno, se desvela el verdadero motivo de su visita. La Estrella del Alba indica la presencia de la Madonna Celestial. Una mujer que será la madre del ser supremo del universo. Kang pretende desposarla y ser el padre del niño. Kang desaparece llevándose a las mujeres con él y a la Visión, Iron Man y Thor. Atrás queda el Espadachín, que no es digno de la atención ni de la preocupación de Kang. Será esta arrogancia el elemento que supondrá su derrota. El Espadachín, alterado emocionalmente por la ruptura con su amada, es guiado por Agatha Harkness hasta Egipto, donde Kang tiene capturados a los Vengadores. La desgracia sigue acompañando al Espadachín, que es derribado por el ejército egipcio y pierde la guía mística de Agatha Harkness. Solo hace buen uso de sus habilidades de ladrón y de su espada para abrir un agujero en la pirámide. Una vez en su interior, unos espejos colocados de forma cuidadosa iluminan el camino del Espadachín para caer en las garras del vampiro Amenhotep. A punto de sucumbir, la aparición del ejército egipcio es un goloso regalo para el vampiro, que devora a los soldados hasta perecer bajo el sol al salir de la pirámide. Mientras tanto, el Espadachín encuentra un pasadizo secreto que conduce a un misterioso sarcófago guiado por la tan oportuna luz. Consigue llegar hasta la guarida de Kang. Allí, la Visión, Iron Man y Thor están siendo colocados dentro de unos robots para ser lanzados contra las principales potencias de la Tierra. Cuando el Espadachín está a punto de asesinar a Kang por la espalda, con el láser de su espada, es detenido por Rama Tut. Los dos se reúnen con el recién llegado Ojo de Halcón para derrotar y rescatar a sus compañeros, atrapados en el interior de los gigantescos robots. ¿Qué podrán hacer los Vengadores más débiles (sin contar a la Avispa) contra sus compañeros más poderosos? Pero si algo nos enseña esta colección, es que incluso el miembro más débil de los Vengadores, es un enemigo a temer. ¿Acaso no fue el Hombre Hormiga quién derrotó a Loki en el primer número de la colección? Con el ingenio y la ayuda de Rama Tut, consiguen derrotar al macrobot con la Visión en su interior y rescatar a su compañero. Mientras tanto, Kang observa sin saber quién es el hombre misterioso que teletransporta a los Vengadores a la vez que pone en cintura a Wanda y Mantis, que continúan con su pelea de gatas por la Visión. Resultan curiosas las palabras que usa Mantis contra Wanda, ya que le echa en cara algo que Wanda no ha hecho, pero que ella misma sí que hizo con el Espadachín. A su vez, el macrobot con Iron Man es derrotado y la ira de Kang va en aumento, lo que le conduce a enfrentarse a los Vengadores, lanzándoles al macrobot con Thor en su interior. La pelea es salvaje y sus compañeros se ven impotentes para derrotar a su compañero. La Visión rescata a las mujeres, y todos ellos se ven envueltos en un épico combate. Mantis inmoviliza al macrobot mientras el resto de los Vengadores luchan con fuerza. Pero es Wanda quien le derrota finalmente, al hacer que sea golpeado por un meteorito ante el asombro de sus compañeros. Una vez liberado Thor, Rama Tut se enfrenta a Kang. Ellos son la misma persona en momentos diferentes de su vida. Al chocar las corrientes temporales muestran retazos del pasado, del presente y del futuro. Es en ese momento, cuando Mantis descubre que es la Madonna Celestial y el Espadachín descubre su aciago destino. Rama Tut busca hacer entrar en razón a Kang, le explica quién es y en quien se convertirá, pero el futuro está escrito, y para que exista Rama Tut, Kang tiene que enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Es ese momento el desencadenante de su conversión. Kang intenta asesinar a la Madonna Celestial, Rama Tut trata de impedírselo y el Espadachín se sacrifica para salvar a la mujer que ama. Las ruedas del tiempo siguen su curso y Rama Tut y Kang desaparecen en la corriente temporal para dejar atrás a un ser roto y despreciado. Una persona que dio todo lo que tenía para ser mejor persona y ser digno de la atención de su amada. Es en ese preciso momento cuando Mantis descubre el intenso amor que la profesa el Espadachín y siente el suyo propio en su interior que tantas veces había intentado acallar. El Espadachín muere para salvar a su amada, a sabiendas de que esa era su función, que siempre fue un fracasado pero que su único momento de gloria fue salvarla a ella. Él no tenía importancia, ella sí. El Espadachín se convierte en el primer vengador caído mientras la saga de la Madonna Celestial sigue su curso. La historia-río sobre Mantis todavía no ha terminado de eclosionar. Su pasado sigue siendo un misterio que ha de ser resuelto. Tras la dramática resolución del número anterior, continuamos con el entierro del Espadachín en Vietnam, por expreso deseo de Mantis. Tras mostrarse arrepentida por su conducta, pide que la dejen enterrar a su amado allí donde él fue más feliz. Solicita, además, su marcha de los Vengadores por ser indigna, cosa a la que Thor se opone con firmeza. Los Vengadores llegarán juntos hasta el final, como han hecho siempre. La Visión también solicita su excedencia por sentir que su mente computarizada se está volviendo loca con sus continuos ataques de pánico. Thor solicita su ayuda, y la Visión responde dejando atrás a Wanda con sus estudios de brujería y su temor a cerca de las intenciones de Mantis por si vuelve a intentar atrapar a la Visión. Ambos comparten su sentimiento de ser indignos para ser vengadores, y ese nexo es lo que más teme Wanda, pues es una conexión que ella no comparte con el sintozoide. En su viaje a Vietnam, los Vengadores realizan el entierro en el templo de los sacerdotes de Pama. Tras el funeral son sorprendidos por el Hombre de Titanio, la Dinamo Escarlata y el Hombre Radioactivo que reparten su cruel justicia frente a unos sorprendidos Vengadores. Iron Man sucumbe a la rabia ante las provocaciones de los comunistas para ser detenido "a lo bruto" por Thor. Por mucho que les pese, no pueden intervenir allí. No tiene ninguna jurisdicción. Los Tres Titánicos son la ley y ellos unos meros invitados. Una vez se han calmado los nervios, prosiguen con la investigación sobre el pasado de Mantis. Ella recorre la ciudad donde creció y los sitios donde residió pero nadie parece tener constancia de ella, lo que denota que su mente ha sido alterada con recuerdos falsos, tal y como le expuso Libra, por los sacerdotes kree de Pama. Su búsqueda se ve interrumpida por el ataque de los Tres Titánicos y el Acuchillador, que al ver a los Vengadores pensó que iban tras él por un robo. Para evitarlo, manipula a los tres para que se lancen al combate. Una vez desvelada la mentira, los Tres Titánicos abandonan al Acuchillador a su suerte, al considerar que no merecen su ayuda "por no ser un hombre decente". Curiosa la reacción del propio Acuchillador al decir que "un comunista no puede ser un hombre decente". Englehart, como viene a ser habitual, hace crítica del "enemigo comunista" con la idea de que no es tan fiero el león como lo pintan y una nada velada crítica a la guerra, en la que "aquellos que tienen que librarla, nunca son los que tienen motivos para hacerla". Este tipo de afirmaciones en un cómic generalista y bajo el Comic Code no deja de ser llamativo. Tras el incidente, Mantis continúa su búsqueda, cada vez más airada, sobre su pasado. Se siente observada, y es cierto, una figura encapuchada sigue sus pasos. El sentimiento de culpa y de pérdida la lleva a disculparse con la Visión por sus intentos de seducción, pero es el sintozoide el que se siente desbordado por estos nuevos sentimientos y pide ayuda a Iron Man sobre sus emociones con resultados infructuosos. Deberá lidiar solo con sus sentimientos. Igual que Mantis. Continúa perdida mientras se descubre en su soledad. La duda y la incredulidad hacen mella en ella al ver la imagen del recientemente fallecido Espadachín antes sus ojos. Sin saber si es su sentimiento de culpa o locura, su intento de comunicarse no encuentra frutos, ya que la visión del Espadachín desaparece antes sus ojos tan rápido como apareció. En el Limbo, Inmortus hace su aparición en este juego. Rescata a Rama Tut y Kang de su eterna pelea. Tras pactar con Inmortus, Kang, que descubre que sabe manejar la tecnología temporal de su aliado, la utiliza para atraparlo junto a Rama Tut. Su deseo es vengarse, por lo que teleporta a los Vengadores al castillo del Limbo y trae de la corriente temporal a la Legión de los No-Vivos: Frankenstein, el Hombre Maravilla, la Antorcha Humana original, Medianoche, el Espectro y el Barón Zemo. Si hay algo que no se me escapa como lector, es la estructura del enfrentamiento entre los Vengadores contra la Legión de los No-Vivos. Bajo el control de Kang, los muertos se ven obligados a cumplir sus deseos, pero a medida que pasa el tiempo, su control sobre ellos se debilita, o no funciona, como es el caso de Frankenstein, que acaba enfrentándose al doctor Donald Blake para ser detenido por la furia de Thor. La Visión se enfrentará a Simon Williams y la Antorcha Humana. Un encuentro con mucho más significado de lo que aparece a simple vista. Simon contiene la mente del sintozoide y la Antorcha Humana es el cuerpo de la propia Visión, como se desvelará durante esta saga. La Visión se enfrenta a un espectro viviente que lo derrota al usar su propia forma de acabar con sus enemigos. El Espectro se materializa dentro de la Visión para morir y dejar al sintozoide gravemente herido. Mantis, que se ha enfrentado a Medianoche encuentra el cuerpo herido de la Visión, que en su delirio llama a Wanda y se pregunta si es capaz de morir un androide. Una escena de lo más emotiva y que evoca a los relatos de robots de Isaac Asimov. Medianoche vuelve a atacar a Mantis, pero la artista marcial lo derrota con su famosa presa tan solo para descubrir que el cuerpo de la Visión ha desaparecido. Frankenstein, que como forma de vida artificial que es, siente una afinidad con el sintozoide y se lo lleva para ser encontrado por la Antorcha Humana original, que tras derrotar y dejar herido de gravedad a Iron Man escapó del control de Kang. Al intentar ayudar a la Visión, descubre que puede repararlo porque es su mismo cuerpo. Mientras tanto, Ojo de Halcón consigue llegar a la sala de control de Inmortus y trata de liberarlos, solo para ser detenido por el Barón Zemo. Mientras Inmortus trata de ganarse a Zemo con promesas, Ojo de Halcón hace uno de sus tiros imposibles para liberar a Inmortus y Rama Tut. Zemo pagará cara su osadía y será desintegrado por el propio Inmortus. Thor se encontrará el cuerpo de Iron Man y se lanzará contra Kang y el Hombre Maravilla, que se verán incapaces de detener al dios del trueno. Con la Visión uniéndose a la batalla, Thor se encarga de Kang, que se ve obligado a huir ante la furia del dios del trueno. La Visión derrota al Hombre Maravilla en un duro combate entre iguales, con una alegoría a la lucha entre el cuerpo y la mente. Como mencionaba antes, los enfrentamientos están estructurados y cumplen una función con segundas lecturas y con más significados de los que parece a primera vista. Una vez derrotado Kang, Inmortus los reúne en su sala del trono y restablece a Iron Man y la Visión de sus heridas. Devuelve a la Legión de los No-Vivos a sus respectivos lugares salvo a la Antorcha Humana, para que descubra el destino que comparte con la Visión. Aquí se establece el origen de la Visión y cómo pueden dos personas ser la misma. Al igual que sucede con Rama Tut, Kang e Inmortus, que son la misma persona, ocurre con la Visión y la Antorcha Humana. Con ayuda de la sincrovara o sincrobastón, la Visión y Mantis descubrirán, ¡por fin!, su pasado. Debo hacer un alto en la reseña para destacar la importancia que tienen los siguientes números, no solo para la colección de los Vengadores, sino también para el propio Universo Marvel. Aquí es donde se establecen los orígenes del odio entre la raza Kree y Skrull y se resuelven varios misterios, como quiénes construyeron el Área azul de la Luna, la primera aparición de los Cotati o quiénes son los sacerdotes de Pama, por no hablar de las últimas apariciones de la Antorcha Humana original. El odio entra la raza Kree y Skrull se remonta a la Antigüedad, cuando los belicosos Skrulls eran todavía una raza pacífica y benevolente, quienes buscaban ayudar a otros seres a alcanzar su plenitud. Siempre que se demostraban digno de ello, por supuesto. Los Cotati y los Kree compitieron por ese honor, que recayó en los seres vegetales, ya que fueron capaces de devolver la vida a un asteroide yermo. Los Kree, que habían erigido una ciudad en la Zona Azul, entraron en cólera y exterminaron tanto a los Cotati como a los skrulls, a quienes robaron su tecnología y comenzaron una guerra que desencadenó un odio que aún perdura. Mientras el Imperio Kree se expandía, un grupo de pacifistas se recluían en los suburbios de Kree Lar, los sacerdotes de Pama. Los supervivientes de los Cotati contactaron con ellos para solicitar su ayuda. Ambas razas se apoyaron tras su exilio por la Inteligencia Suprema. Allí tuvieron que enfrentarse a su primera amenaza, el Devorador Estelar, convocado por los propios Cotati para demostrarles a los sacerdotes su potencial y su fuerza. Como consecuencia de la huida de este nuevo enemigo, solicitaron el permiso de la Inteligencia Suprema para erigirse como protectores de las demás razas contra el peligroso Devorador Estelar. Su petición fue aceptada a cambio de que cuatro de sus sacerdotes permanecieran en Pama para proteger al Imperio Kree. El resto viajará por toda la Galaxia, hasta la Tierra o a la Luna de Titán, donde fue entrenada Dragón Lunar. Sin comprender en qué afecta a su destino la historia de los sacerdotes, el viaje con la sincrovara cesa de forma abrupta para acabar donde empezaron. Allí los esperan Libra y el Cotati con la apariencia del Espadachín para dar las últimas explicaciones. Tanto Mantis como Dragón Lunar fueron elegidas para desempeñar el papel de la Madonna Celestial, justificando, así, lo parecido de ambos personajes. Mantis está destinada a ser el ser humano perfecto y se ha de unir con la raza Cotati para crear un ser perfecto que comparta lo mejor de ambas razas. Kang se lanza en un último intento desesperado para capturar a la Madonna Celestial. Su ataque tiene éxito, pero para su pesar, a quién capturó fue a un Fantasma del Espacio. Mantis acepta su destino, descubre su humildad y humanidad y se casa con el Cotati en una doble ceremonia. No debemos olvidar que la búsqueda del pasado también afectaba a la Visión, que descubre cómo las pequeñas señales, sembradas durante los anteriores números, eclosionan con las explicaciones. Los Centinelas dataron su edad en The Avengers #102, los ataques de claustrofobia y pánico se debían a los recuerdos de la Antorcha Humana original al ser enterrada viva dos veces (por su creador y posteriormente por los comunistas) o capturada en una piscina en sus primeros momentos de vida (con el miedo al agua en su enfrentamiento al Zodiaco). Las piezas del puzzle empiezan a encajar poco a poco, la información es mostrada y, como en toda buena novela de detectives, resuelta sin resultar forzada. La Visión revive los recuerdos de su despedida con Toro y siente como su cuerpo androide sufre por la radiación acumulada hasta estallar en una bola de llamas. Vuelve a despertar revivido por el Pensador Loco para atacar a los 4 Fantásticos. Tras su derrota, su cuerpo es robado por Ultrón para construir a la Visión tal y como la conocemos. Utilizó al Doctor Horton para construirlo, pero la memoria de la Antorcha sobrevivió y se enfrentó a su creador hasta que Ultrón le borró totalmente la memoria y todos estos recuerdos que está recordando. Todos estos hechos fueron modificados con retrocontinuidad por John Byrne, lo que provocó no pocos problemas, que fueron solventados en la miniserie Avengers Forever. Mi análisis se centra en los números de Englehart, que, en esencia, se mantienen intactos fantasma espacial arriba, fantasma espacial abajo. Una vez recibe las bendiciones de su propio creador en una escena dramática con la muerte del Doctor Horton, Visión es atraído a la Dimensión de Dormammu donde se encuentra Wanda capturada. La Bruja Escarlata continuó con sus estudios mientras los Vengadores perseguían el pasado de Mantis. Poco a poco, su poder aumentó de forma considerable y se convirtió en una auténtica bruja. Dormmamu lanza a la pareja a pelear entre ellos como venganza a su derrota en The Avengers #118. Por fortuna, el lazo de amor de la pareja es tan fuerte que rompe cualquier tipo de influjo mental. Una vez de vuelta a la tierra, Agatha Harkness se despide de su pupila porque no necesita de sus enseñanzas y la Visión declara su amor incondicional a Wanda. Ambos se unen a los Vengadores, Inmortus y Dragón Lunar para una boda doble que hará historia en el Universo Marvel. Por un lado, Mantis y el Cotati, y por otro, la Bruja Escarlata y la Visión. Los Vengadores votan de forma unánime darle la condición de vengadora a Mantis, que tras la boda se transforma en un ser de energía junto al Cotati y parten hacia el Universo. Esta saga es uno de los ejes de los Vengadores, donde se forjaron auténticas esencias y se construyeron los sólidos cimientos de la colección. Además, enriqueció y cohesionó al propio Universo Marvel con la historia de los Kree. Quizás la parte más débil de esta saga sea su apartado gráfico, que con tanto cambio de autor con niveles de destreza distintos, ensombrecen una obra que podría haber brillado aún más pero que por su buen hacer perdura entre los clásicos Marvel. 7. LA LLEGADA DE LA BESTIA (The Avengers #137-140) Tras encargarse de los guiones del relanzamiento de la Bestia y convertirlo en el osito de peluche de pelo azul favorito de todos en Amazing Adventures, Steve Englehart se prepara para realizar otro cambio en el equipo. Tras la larga saga de la Madonna Celestial, se requiere de cambios e incorporaciones tras las últimas pérdidas y renuncias de los Vengadores (el Capitán América en excedencia, la Bruja Escarlata y la Visión de luna de miel, Mantis fuera de la Tierra, Ojo de Halcón que va en busca del Caballero Negro). La Avispa y Chaqueta Amarilla regresan al equipo y se incluyen dos nuevos personajes: Dragón Lunar y la Bestia. En el arco de presentación, donde se enfrentarán al Sapo, disfrazado del Extraño, demostrarán su poder las nuevas incorporaciones, asumiendo el papel relevante en la resolución de los conflictos. Los Vengadores lanzarán un spot publicitario para buscar nuevos miembros, al que responde el siempre divertido Hank Mc Coy, que acude a la cita disfrazado. Tras un primer ataque, la Avispa resulta herida de gravedad y es trasladada al hospital mientras la Bestia consigue desenmascarar al Sapo, cuyo objetivo era encontrar a la Bruja Escarlata para declararle su amor. Wanda se encuentra ausente con la Visión en su luna de miel, para desesperación del Sapo. Henry Pym sufre un ataque de furia por la situación de su mujer y la paga con todo el mundo. La inestabilidad emocional de Hank Pym será otro de los ejes del personaje, aunque en este caso el origen se remonte a la etapa de Roy Thomas. Para empeorar aún más las cosas, Chaqueta Amarilla utiliza sus poderes y es afectado por el virus que lo mantenía con el tamaño de una hormiga, el cual permanecía todavía en su sangre. Si la Avispa vuelve a los Vengadores, Torbellino tiene que hacer su entrada en escena. La obsesión por Janet Van Dyne será uno de los ejes del personaje, que se enfrentará a Chaqueta Amarilla en un estado de baja forma. Henry Pym descubre quién se esconde detrás de la identidad de Torbellino, nada más y nada menos que el propio chófer de Janet. En una pelea en la que Pym utiliza todo su arsenal de combate y todos sus poderes (reducción, crecimiento y aguijones) consigue descargar toda la rabia y la frustración acumulada contra Torbellino. Sus problemas de salud le pasarán factura y será rescatado, en el último momento, por la Bestia. Tras la batalla, Chaqueta Amarilla se desplomará al suelo y comenzará a crecer de forma descontrolada. La Bestia vuelve a la Brand Corporation para localizar un suero y así poder salvar a Henry Pym. Con un comentario entre bastidores sobre su "lenguaje culto", Englehart marca lo que representará a largo plazo la Bestia. Un importante bioquímico, con un bagaje cultural importante, un corazón de oro y un sentido del humor que dará sangre fresca a la colección. Tras elaborar el suero que salvará a Henry Pym, la Visión, tras su precipitado regreso de su luna de miel, es la encargada de entrar dentro de él "para devolverle el favor". Asistimos a un claro homenaje a "Viaje al interior de un androide" (The Avengers #93). Dentro del cuerpo de Henry Pym, libera el suero que lo salvará. Una vez recupera su tamaño, la Avispa despierta en el hospital de las graves heridas sufridas a manos del Sapo. Ambos quedarán relegados en el hospital para recuperarse. Mientras tanto, las tramas siguen avanzando. Iron Man y Thor pelean para conquistar el interés de una distante y hermosa Dragón Lunar, que rechazará de forma tajante las insinuaciones y criticará la "constante búsqueda de amor y cariño por parte de los hombres". Iron Man y Dragón Lunar descubrirán que Ojo se Halcón está atrapado en el pasado por culpa de Kang. Hay que sumar a una misteriosa pelirroja, que se acerca hasta la mansión de los Vengadores para buscar a la Bestia. Las dudas de la Visión y la Bruja Escarlata asaltarán a la pareja en su luna de miel, mientras se preguntan sobre las complicaciones que sufrirán en su vida diaria después de casarse. Si la sociedad les había rechazado durante su noviazgo, ¿qué no harán cuando descubran que se han casado? Incluso las reacciones de su hermano Mercurio son de repulsa. Una idea que influirá en el escritor y que desarrolla en su etapa actual como posteriormente en los 80. 8. LA CORONA SERPIENTE (The Avengers #141-144 y #147-149) El Capitán América regresa a los Vengadores para continuar con su investigación de la Roxxon Oil. El equipo, bastante numeroso, opta por dividir sus fuerzas. Unos viajarán al pasado para enfrentarse a Kang y rescatar a Ojo de Halcón, mientras los demás irán a investigar la Corporación Roxxon. Thor y Dragón Lunar contactan con Inmortus para viajar al pasado y localizar a Ojo de Halcón. Durante su búsqueda, Dragón Lunar hablará de la superioridad de ambos, al ser seres divinos, frente a los meros mortales. Las palabras de la sacerdotisa impactarán en el asgardiano hasta el punto de reconocer que al estar rodeado de mortales había contenido su poder para evitar que sus compañeros resultasen heridos o menoscabados. Durante estos números Dragón Lunar hará un alarde de arrogancia, esnobismo y altivez rara vez visto en un superhéroe, mucho menos en una superheroína. Es un personaje que resulta antipático y grosero, con una sinceridad que raya en lo descortés y con una prepotencia que hace que el resto de sus compañeros sientan recelo por ella, incluso llegándose a reprochar a sí mismos la idea de haberla sugerido como miembro de los Vengadores. Sus poderes no son nada despreciables, ya que invoca al mismísimo Inmortus para que los envíe al pasado a enfrentarse a Kang. Allí descubrirán a su compañero Ojo de Halcón, que se vio obligado a esconderse en Tombstone junto con Dos Pistolas Kid, Rayo Kid, Kid Colt y el Jinete Fantasma. Los vaqueros se unirán a los Vengadores para derrotar a Kang, que se ha apoderado de la ciudad cual villano de película del oeste. Asaltarán el tren de Pecos, se enfrentarán a los matones de Kang para localizar su guarida y, una vez dentro, se enfrentarán a un gigantesco monstruo: un coyote mutado por Kang. Dragón Lunar utilizará sus tremendos poderes mentales para reducir a la bestia mientras Thor se enfrenta a Kang. Su lucha es encarnizada y, durante el combate, el campo de fuerza de Kang sobrepasa sus límites y termina por desintegrarlo. Una vez muerto Kang, Inmortus se despide de los Vengadores. Con Kang muerto, ni Rama Tut ni Inmortus pueden existir. Así es como Englehart rompe el círculo y cierra la trama temporal que ha desarrollado durante años. La fría y displicente Dragón Lunar llora la pérdida, demostrando que es algo más que una mujer distante y ajena a la humanidad. Un contrapunto interesante a la arrogancia y altanería de su carácter. Dos Pistolas solicita viajar con ellos al futuro y los Vengadores aceptan. Ojo de Halcón abandona otra vez los Vengadores para vivir aventuras con Dos Pistolas. Mientras tanto, Dragón Lunar y Thor regresan a la mansión de los Vengadores y descubren que sus compañeros todavía no han regresado de la Corporación Roxxon. La saga de la Contratierra se puede considerar el trabajo final de Steve Englehart en los Vengadores. Con un desarrollo a dos tiempos (presente y pasado), las tramas se van desarrollando de forma escalonada con un tempo que mantiene el suspense y la acción. Algo extraño se cuece entre Roxxon Oil y la Corporación Brand, por lo que los Vengadores deciden investigar junto con la misteriosa pelirroja, que no es otra que Patsy Walker. Pese a las reticencias del Capitán América para llevar a una civil, la Bestia le recuerda que no puso tantas pegas a que Rick Jones les acompañara en sus aventuras. Una vez aceptado, todos se introducen en la Brand Corporation, donde, casualmente, trabaja el exmarido de Patsy. Es en ese momento cuando los Vengadores son atacados por el Escuadrón Supremo. En esta ocasión, Englehart amplía la alineación del Escuadrón, incluyendo al Arquero Dorado y Lady Alondra junto a los clásicos Hiperión, Zumbador y Doctor Espectro. Los Vengadores son derrotados y capturados en una batalla bastante interesante y espectacularmente dibujada por George Pérez. No hay que olvidar que fueron estos números los que le catapultaron a la fama. Con el agudo ingenio del Capitán América en marcha y el cerebro de la Bestia, los Vengadores logran escapar, pero son detectados y atacados por misiles teledirigidos. Cada vengador se defiende con su estilo del ataque y el trabajo en equipo, que es lo que hace grande a este equipo, se plasma en el número 144 como pocas veces se había visto. Además, tenemos la presentación de Gata Infernal. Tras encontrar el traje de la Gata (Greer Nelson), el Capitán América e Iron Man le sugieren a Patsy que lo utilice para cumplir su sueño: ser una súper-heroína. Ella acepta encantada. Los Vengadores se reagrupan ante el ataque del Escuadrón Supremo pero, antes de que empiece el combate, se ven arrastrados a la Contra Tierra, el mundo de origen del Escuadrón. Allí continúan con la dinámica batalla hasta que el presidente de los EEUU hace su aparición. En su cabeza porta la Corona Serpiente, un objeto de terrible poder que corrompe a quien la porta. La Visión utiliza su control sobre su cuerpo y se transforma en un borrón verde pálido, y arrebata la corona al presidente para lanzársela a la Bruja Escarlata. Ella amenaza con destruirla y el presidente ordena que los dejen en paz. Los Vengadores huyen en un mundo que no es el suyo y sin ningún lugar al que ir. La Bruja Escarlata debe luchar contra el influjo de la corona, que cada vez es mayor. Ella sucumbe y se desmaya, pero solo se percata del asunto su esposo, la Visión. Los demás vengadores continúan adelante hasta que también se dan cuenta de que su compañera ya no está con ellos. Controlada por la corona, la Bruja Escarlata se enfrenta a su marido, que intenta impedir que devuelva la corona al presidente de los EEUU. En ese momento se cruza con Hiperión, Lady Alondra y el Arquero Dorado. La Visión, en una lucha de las que hacen historia, derrota al Arquero Dorado y al mismísimo Hiperión. Lady Alondra se lanza al combate para ser detenida por Wanda. La fuerza de voluntad de la mutante y el amor que inunda su alma han actuado de escudo (una vez más) contra la corrupción de la corona. Los combates en la Contratierra se suceden. La Bestia y Gata Infernal se enfrentan contra el Capitán Halcón, Anfibión y Pulgarcito en un combate cargado de sarcasmo, ironía y bastante épica. Por último, Iron Man y el Capitán América tendrán otro combate a la altura contra el Zumbador y el Doctor Espectro. Derrotados, el Escuadrón Supremo se reúne con el presidente de los EEUU, pero su respuesta es de lo más extraña. Desvela al Escuadrón que el país está controlado por corporaciones en la sombra y que él no es más que un mero títere ante los intereses de las grandes compañías. Hiperión revela que algo no cuadra y la Bestia se descubre. Disfrazado como el presidente, lanzó la duda y el Escuadrón se plantea descubrir la verdad. Los Vengadores regresan a su mundo para encontrarse al ejército de la Roxxon al completo. El grupo se defiende con garra y estilo, incluso la nueva incorporación (Gata Infernal) se integra en el combate como si llevase toda la vida luchando. El ejército de la Roxxon cae poco a poco y se ven obligados a soltar su arma secreta: Orca la ballena humana. De un solo golpe se deshace de los Vengadores al completo. Son capturados de nuevo, pero en ese mismo momento entran en escena Thor y Dragón Lunar, que se enfrentan contra el titánico adversario. Con una furia inusitada, Thor hace acopio de su poder y derrota a Orca. Mientras tanto, los Vengadores capturados están a punto de ser asesinados por el exmarido de Patsy. Ella se libera, y se toma su justa venganza contra el marido que la maltrató y le arruinó su vida. Todo un alegato de fuerza para aquellas mujeres, amas de casa, que sufrieron el menosprecio de sus maridos. Patsy demuestra la fuerza y la razón al exponer su situación personal y cómo la superó, lo bien que ella actuó y se comportó con su marido para solo obtener desprecio. El mismo desprecio con el que la trata ahora, incluso una vez ha sido derrotado. En esta escena, Englehart, lejos de hacer de Patsy una víctima, la eleva a salvadora y encima le otorga toda la razón, exculpándola de los crueles actos que su marido cometió contra ella. A pesar de todo, Patsy llora y deja salir todo el dolor que ha sufrido. Le espera un futuro brillante con los Vengadores. La tormenta cesó y sale el sol radiante. Una lástima que todo se quedase aquí. 9. EL VIEJO ORDEN CAMBIÓ (The Avengers #150-151) Las desavenencias con la editorial tuvieron como consecuencia su salida. Por fortuna, las tramas abiertas se habían cerrado y todo el trabajo que vino desarrollando Englehart terminó. En estos dos números se limita a infundir nuevas esencias al grupo: los episodios de elección de miembros y la creación de los Vengadores en reserva. Su idea de introducir más mujeres en el equipo quedó sin desarrollar. Nunca sabremos los planes que tenía para la Gata Infernal o Dragón Lunar. Rescato las palabras de Iron Man "tengo la sensación de que es el final de una era". Y, efectivamente, lo fue. Englehart deja la nueva alineación para su sucesor y, antes de irse, hace un resumen de la historia de los Vengadores para honrarlos en su centésimo quincuagésimo número. Un número para el recuerdo. 10. CONCLUSIONES Tras este análisis poco más queda por decir. El trabajo de Englehart en los Vengadores fue la etapa que consagró al grupo y le otorgó lo que es. Le dio su verdadera esencia. Tomó lo que sus sucesores le legaron, lo respetó, lo mejoró y fue más allá. Construyó una saga que se ha convertido en una de las mejores obras de la Casa de las Ideas. Expandió el Universo Marvel al aportar nuevas ideas mientras encajaba las piezas de aquellas que faltaban, y lo cohesionó con esos guiños a las demás cabeceras en momentos de gran importancia o con las situaciones vividas por los personajes, la tan cacareada continuidad. Ese conocimiento de los personajes y su evolución fueron otro sello de identidad de esta etapa y del autor. También introdujo ese componente social y cercano a la realidad que se convirtió en marca de identidad de la editorial. Los personajes femeninos brillaron por sí mismos, alejándose de su tradicional papel secundario y añadió un componente emocional a los personajes (el denominado "culebrón Englehart") para dotarles de mayor atractivo y profundidad. La parte más floja de esta etapa va hacia el componente artístico, con tanto baile de autores, lo que hace que en su conjunto la etapa quede deslucida. Con todo el respeto a los profesionales, no luce tanto un dibujo de Don Heck que uno de John Buscema. A pesar de esas "carencias" artísticas, se sigue recordando esta etapa. Por algún motivo será… El guión también tiene sus altibajos. Englehart necesita tiempo para coger impulso y escribir como él deseaba. A medida que avanza la colección, se nota un guión más fluido. Como cualquier escritor tiene sus muletillas, usa las mismas estructuras, repite las resoluciones de los combates y utiliza los mismos trucos. Aunque las primeras veces resultaran sorprendentes, del abuso se pierde ese componente sorpresa. Otra de las partes negativas se basa en algunas tramas forzadas por la injerencia en los guiones de Roy Thomas. También existe algún error de continuidad o caracterización (nadie es perfecto). El ejemplo más claro es el caso del poder de Thor, que era mayor en su propia colección y lo solventa con una subtrama en la que contenía su poder para no hacer sombra a sus compañeros. En conclusión y con una visión en conjunto, se puede decir que los Vengadores de Steve Englehart es una obra excelente y que aporta un dinamismo único a la colección. Hay que añadir que el éxito de esta etapa, tanto de crítica como de ventas, fue lo que propició la aparición de colecciones como The Defenders, The Champions o la clásica Uncanny X Men. |
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