por Bruno Orive Sería también en 1982, concretamente con fecha de portada de marzo, cuando se publicó Peter Parker, The Spectacular Spider-Man #64, el primero de los episodios que recoge Marvel Héroes #52. A pesar de que el guionista Bill Mantlo había vuelto tres episodios antes a esta serie de la que se había encargado durante la mayor parte de su andadura, y que había dejado para ceder los guiones a, curiosamente, Roger Stern, no sería hasta este número cuando comenzó un cambio de aires. Este cambio de aires supuso el comienzo de una etapa que siempre se ha considerado como la "hermana fea" del Amazing de Stern y Romita Jr., que ha quedado ensombrecida por ésta, pero que es igualmente sólida. La denominación de "hermana fea" puede parecer despectiva, haciendo referencia a la calidad de los dibujantes o de la propia etapa en sí. Es cierto que el apartado artístico es menos espectacular, con Ed Hannigan, Bob Hall o Al Milgrom. Sin embargo, creo que se trata de un término apropiado para referirse a la temática que el lector puede encontrarse en estas historias. Si en Amazing podemos ver a Spiderman luchando contra un ser que arrasa media ciudad para encontrar a una pobre anciana inválida, rescata a otro anciano inválido de las garras del Buitre, lucha contra una malvada multinacional, asiste al nacimiento de una nueva heroína llamada a liderar a Los Vengadores o le cuenta su origen a un chico muy especial, en Spectacular habrá tramas más oscuras y terroríficas. Terroríficas, sí, pues muchas de ellas parten de situaciones que la sociedad estaba viviendo en aquel momento. El ya mencionado Peter Parker, The Spectacular Spider-Man #64 nos presentaba a dos nuevos justicieros, Capa y Puñal. Estos dos personajes, que nunca han brillado tanto como en manos de su creador, venían a ser la respuesta a dos de los problemas con los que tenía que lidiar la sociedad estadounidense de principios de los ochenta: los chicos que se escapaban de casa y el mundo de las drogas. Tras llegar a Nueva York después de haber abandonado sus respectivos hogares, Tyronne Johnson y Tandy Bowen acababan en manos de unos desaprensivos que los utilizaban como conejillos de indias para probar una nueva droga. Tandy y Tyron serían los únicos que sobrevivirían a dicha prueba, adquiriendo en el proceso poderes sobre la luz y la oscuridad, que utilizarían para vengarse de aquellos que los habían torturado y de todo aquel que comerciara con drogas. En esta historia, incluso el sueño americano, la concepción de Estados Unidos como la tierra de oportunidades que tan orgullosos les hace sentir, choca con el muro de la dura realidad. En su visita a la Isla de Ellis, Spiderman se encuentra con los fantasmas de todos aquellos que habían llegado al país, huyendo de la pobreza y la miseria de sus lugares de origen, en unas condiciones que no se diferencian mucho de los inmigrantes que llegan hoy en día a las costas de España o Italia, hacinados en frágiles pateras. Habiendo establecido este leit motiv para los dos nuevos justicieros, era inevitable asociarlos a otra temática social, el vigilantismo. Ante la creciente delincuencia, los ciudadanos decidían tomarse la justicia por su mano. ¿Y quién mejor puede representar eso que Frank Castle? Una de las preocupaciones de Spiderman será evitar que Capa y Puñal crucen la línea que el Castigador cruzó hace tiempo y maten a Cabello de Plata para intentar llevar a cabo su venganza. De nuevo, esto viene a enlazar con otra temática social que se presenta en Peter Parker, The Spectacular Spider-Man #71. Se trata de un magnífico episodio que Mantlo firma junto a Ron Frenz en el que analiza el excesivo uso de las armas de fuego en Estados Unidos y que, por desgracia, sigue hoy en día tan vigente como hace treinta años. Por último, tenemos una historia que no deja muy bien parada a la clase política. En Peter Parker, The Spectacular Spider-Man #84 vemos que una mujer sin recursos, que acaba de perder a su bebé, se lleva al hijo de un político, que, metido como está en su campaña, tan sólo se preocupa de sacarle rédito electoral a la situación, no de la seguridad del pequeño. Aunque esta etapa no se centrará exclusivamente en mostrar las miserias de la sociedad estadounidense. Recordemos el "Peter Parker" del título de la serie. Esto significa que la vida privada de Peter también tendrá su peso correspondiente en las tramas, con dos hechos muy significativos. El primero es un cambio en el statu quo del personaje, que dejará su puesto como profesor adjunto de la Universidad Empire State. El segundo está relacionado con uno de los secundarios de ese mismo entorno: Debra Whitman. La pobre secretaria del Dr. Sloan sufre alucinaciones en las que cree que Peter Parker es quien se esconde bajo la máscara de Spiderman. Una vez más, la dura realidad golpea la serie. No se trata de ningún villano utilizándola para sus siniestros fines. No hay ningún Mysterio tras estas alucinaciones. Debra está en tratamiento psiquiátrico para intentar superar las secuelas de los malos tratos a los que se vio sometida durante su matrimonio. Al desenmascararse ante ella, Peter ve con asombro como ella misma se da cuenta de lo absurdo de la idea y hace que se sienta mejor. A continuación, Debra abandonará la serie, para no regresar al universo del Trepamuros hasta casi veinticinco años después, en Friendly Neighborhood Spider-Man #14. Es una lástima, pues el personaje era un reflejo de en lo que podría haberse convertido Peter Parker si cierta araña no se hubiera cruzado en su camino. Cabe destacar que esta etapa de Mantlo estaba muy interconectada con la de Roger Stern, de ahí el Peter Parker, The Spectacular Spider-Man #85, en el que el Duende consigue refinar la fórmula del Duende Verde y adquiere superfuerza, sin la locura que le provocó a Norman Osborn. Pero sin lugar a dudas, la trama que Stern había apuntado y con la que Mantlo hizo maravillas fue la de la Gata Negra. El guionista recuperó a la felina tras su paso por Amazing y le hizo vivir un tórrido romance con Spiderman. De hecho, ella sería la causa de una de las historias principales, al ser secuestrada durante una guerra de bandas entre el Doctor Octopus y el Búho. Por primera vez, veíamos al protagonista ser consciente de que es posible que no volviera con vida del combate que le esperaba, de ahí que se despidiera de todos sus seres queridos. Este romance no estaría exento de problemas, empezando por el hecho de que Felicia Hardy sólo estaba interesada en Spiderman, no en el hombre bajo la máscara. Un hecho que marcaría la relación es la paliza que recibiría a manos (o a tentáculos) del Dr. Octopus. Después de esta experiencia traumática, Felicia comprendería que una simple acróbata excepcional como ella no estaba a la altura de los enemigos de Spiderman. Esto la llevaría a una búsqueda de superpoderes que acabaría en un trato con Kingpin. Un último aspecto a resaltar de esta etapa es Peter Parker, The Spectacular Spider-Man #86. Dicho número apareció con fecha de portada de enero de 1984, dentro del llamado "Mes de los editores asistentes". Los editores de las series regulares de Marvel se habían ido a una convención y serían sus ayudantes los que se encargaran de producir los números de ese mes. Fue un mes dedicado a la experimentación, en el que John Byrne participaría en el Juicio de Reed Richards, Los Vengadores serían los invitados del show de David Letterman y que nos dejaría joyas como "¡El niño que coleccionaba Spiderman!". En el caso que nos ocupa, nos encontramos quizás con la apuesta más audaz, pues el editor asistente Bob DeNatale se hacía con los servicios del caricaturista Fred Hembeck para dibujar la mayor parte del episodio. Sin lugar a dudas, se trata de la interpretación más peculiar del Hombre Araña en toda su historia. Se trata de una etapa de Spiderman que marcó toda una era para el personaje y que, como curiosidad, se publica por primera vez en España sin partir sus episodios, como ocurría en sus ediciones anteriores en Spiderman Vol. 1 y el Coleccionable de Spiderman, ambas de Forum. |
---|
Si deseas expresar tu OPINIÓN o plantear alguna DUDA sobre este articulo, escribe un texto y envialo a TRIBUNA EXCELSIOR. |