Hace algún tiempo, hablamos aquí sobre la evolución del papel que jugaban los personajes femeninos, más o menos destacables, en el Universo Marvel. La cuestión, es que faltaba alguien realmente relevante, o al menos yo lo creo así, pero que no encajaba con el resto de féminas elegidas para el artículo. Ella no comenzó su trayectoria en el Universo Marvel como una frágil mujer que necesitaba ser rescatada. No, ella era una femme fatale que hacía honor a su nombre de guerra. Podríamos decir que nuestra protagonista de hoy es…

LA ESPÍA QUE TODOS QUISIMOS AMAR
por Óscar Rosa Jimenez


Natasha Romanova, más conocida como la Viuda Negra, será partícipe de aquella liberación de la mujer de la que hablamos en su momento, pero a su peculiar manera. Su primera aparición tiene lugar en Tales of Suspense #52, creada por Stan Lee y N. Korok, y diseñada por el dibujante Don Heck. Es un personaje fruto de la Guerra Fría, cuyos inicios tienen lugar en el bando equivocado, al menos en lo que a la lucha contra el comunismo se refiere. Una bailarina retirada, que tras la muerte de su marido decide rendirle homenaje sirviendo a la KGB, la agencia de espionaje a la que pertenecía su difunto esposo. Ellos le darían el sobrenombre de Viuda Negra. Así, comenzaba una nueva vida y una brillante carrera como espía en la que servía ciegamente a su país, la antigua Unión Soviética.

El serial protagonizado por Iron Man, en Tales of Suspense, es un caldo de cultivo perfecto para todo este tipo de personajes y elementos. De hecho, elegir a una bella mujer como contrincante de un conocido playboy millonario para que se introduzca en Industrias Stark, intentando eliminar a Iron Man y a la primera encarnación de la Dinamo Escarlata, por traicionar a su país, no es más que el paradigma perfecto del espionaje típico extraído de una novela de Ian Fleming. Incluso veíamos como al principio no lucía ningún tipo de ceñido uniforme, sino que su apariencia era la de una joven dama, lujosamente engalanada con preciosos trajes y abrigos de visón.

Tras perder sus dos primeros enfrentamientos con Iron Man, decide buscar a un aliado al que manipular, Ojo de Halcón. Aquí, tenemos una de las primeras relaciones más tormentosas del naciente Universo Marvel, ya que Natasha utiliza todos sus encantos para conseguir sus fines, mientras que el inocente Clint acaba totalmente enamorado de aquella belleza procedente de Stalingrado. Una turbulenta relación que, a pesar de todo, acaba por consolidarse y que, de alguna forma, le abre las puertas de la Mansión de los Vengadores. No obstante, antes deberá cambiar su mentalidad, volviéndose contra su país natal, para dejar de lado el comunismo y abrazar la libertad individual. Digamos que sus valores cambian a favor de la ayuda desinteresada hacia los demás, gracias a que observa como funcionan los autodenominados héroes americanos, cuya filosofía se aleja de todo aquello que le han inculcado desde su más tierna infancia. De esa forma, tenemos un personaje que combina dos elementos fundamentales desarrollados por la Marvel clásica: un personaje femenino que deja de lado su papel de mujer florero y una representante de la lucha contra el comunismo, el gran enemigo americano, que, además, se une al plantel de creaciones que pasan de villano a héroe en aquellos tiempos. Una de las grandes representantes de la redención superheroica; un tema del que quizá hablemos otro día.

Pero el aspecto de la Viuda Negra tenía que cambiar, sobre todo viendo el camino hacia el que se dirigía el Universo Marvel. Por lo tanto, en Tales of Suspense #60, su tercera aparición, aparece con un sugerente uniforme donde predominan las redecillas y que me parece una de las creaciones más horteras de Don Heck. Afortunadamente, aquello no duraría demasiado. Además, el traje incluía ciertos elementos que aportaban un mayor acercamiento de Natasha con su nombre de guerra. De ese modo, llevaba unas muñequeras que lanzaban finos y resistentes hilos de nailon, que le permitían balancearse por los edificios de la ciudad. Incluso llevaba un calzado apropiado para escalar paredes totalmente lisas, como si tuviese los poderes del mismísimo Spiderman. A partir de ese momento, sus habilidades y su nombre estaban más acorde con el arácnido del que adoptaba su nombre. Hasta sus relaciones con los hombres, sin ser tan letales como su homónima, tendrían que soportar alguna que otra comparación con el mencionado animal.

La transformación de Ojo de Halcón en héroe será determinante para que Natasha se una a la comunidad heroica. Su primer paso es ayudar a Los Vengadores contra los Ultroides e Ixar, convirtiéndose en una secundaria recurrente de la serie en buena parte de los 60 y primeros de los 70. Su condición de espía la acercará a SHIELD, pero será en la serie de los Héroes más poderosos de la Tierra donde se trate en profundidad la resurrección de su marido, al que creía muerto, que se convierte en el Guardián Rojo, versión soviética del Capitán América. Poco tiempo después, tras terminar su relación con Clint, Natasha tiene un punto de inflexión en su vida: un encuentro que la marcará de por vida; un encuentro con John Romita que, a su vez, será un encuentro con Spiderman en The Amazing Spider-Man #86.

Más allá del típico número en el que se pretende utilizar a dos personajes con nombres de la misma familia animal, tenemos la renovación definitiva del personaje. Al menos para mí, ya que nadie ha sabido crear un uniforme tan simple y tan maravilloso como el que crea Romita para el personaje en The Amazing Spider-Man #86. Ni siquiera los cambios efectuados por Frank Miller posteriormente, en la estética del personaje, me llegaron a convencer nunca. Aquí, tenemos la imagen icónica de un personaje y, una vez más, está asociada a Romita.

Tras este alto en el camino, la editorial apuesta por el personaje para que protagonizara un serial en Amazing Adventures. Durante los ocho primeros números de la colección, compartiendo cartel con los Inhumanos, la Viuda Negra protagonizaba sus propias aventuras, lejos de los Vengadores o SHIELD, y acompañada de su fiel Ivan Petrovich. Este es un personaje muy ligado a Natasha, que en un principio se presenta como un simple chófer, aunque poco a poco iremos descubriendo que prácticamente es un padre para ella, un leal amigo y, en algunas ocasiones, un sorprendente aliado. En las diferentes lecturas de estos números, he tenido la sensación de que con el tiempo los autores redirigieron esta relación, ya que hay ciertos momentos en los que la Viuda se cambia de ropa, pidiéndole a Ivan que no mire. Observando las viñetas, uno puede llegar a diferentes conclusiones, pero todo queda como muy ambiguo y difícil de interpretar. Sin embargo, este tipo de escenas desaparece cuando se revela el pasado que les une. No obstante, mis sospechas se confirmaron muchos años después en la miniserie Origen letal (100% MAX Viuda Negra: Origen letal). También se planteará la posibilidad de tener identidad secreta, en consonancia con el resto de héroes de su universo de ficción, pero es desechada nada más surgir, alejándose de los estereotipos del género, afortunadamente.

Las primeras aventuras del serial nos mostrarán a la Viuda Negra en ambientes urbanos, conspiraciones políticas o asociaciones criminales, que a mí me recuerdan mucho a algunas aventuras clásicas de Spidey. Pero en esta ocasión, Natasha se mostrará como un personaje querido e implicado con los que pretende ayudar, ya sea como heroína o con su riqueza, uno de esos datos que se dejan caer por aquí y que no se ha vuelto a mencionar. También veremos en este serial una evolución a lo superheroico y los coloridos disfraces, además de tratar otro tema olvidado como es la "maldición" de la muerte de aquellos que la rodean, haciendo un símil con el del mortal insecto, otro elemento que cayó en el olvido con el paso del tiempo.

El siguiente punto de inflexión surge en Daredevil #81, donde salva al protagonista que da título a la serie. Pero lo más importante es que conoce a alguien que influirá en su futuro inmediato. Tanto es así que acabarán formando pareja, sentimental y superheroica, durante una larga temporada. Esta simbiosis se verá reflejada en el mismo título de la colección, aunque no estará exenta de continuas dificultades, como un conato de retorno a Los Vengadores o los últimos coletazos de la relación entre Matt y Karen Page. Sea como sea, ambos tuvieron una vida juntos, algo que dio un toque liberal al Universo Marvel, ya que vivían prácticamente como una pareja de hecho en plena década de los 70. Este es otro elemento más sobre un personaje que, como vemos, ganaba en complejidad con el paso del tiempo. En Daredevil #124, se despide del Hombre sin Miedo para acabar uniéndose a los Campeones; Un grupo al que acaba liderando en el sexto número de la colección. La providencia la situaba como líder de un grupo en el que todos eran hombres. Incluso, uno era un dios olímpico, que se convertiría en su pareja sentimental (o algo parecido), con lo que se volvía a demostrar que Natasha es una mujer con carácter y un poco pionera, ya que sería la primera mujer en liderar un grupo de superhéroes en el Universo Marvel. El poder de la mujer elevado a la enésima potencia se personifica en la esbelta figura de esta luchadora nata.

Tras la cancelación de Los Campeones, el personaje comienza un vagabundeo editorial en toda regla. Aunque habría cierta preponderancia de la franquicia vengadora y algún que otro cruce con cierto abogado ciego. Sin embargo, de esta época me quedo con la saga publicada en la colección de Marvel Team-Up conocida como "Masacre en la 10ª Avenida". En dicha historia, se combinan muy bien el espionaje con el superheroísmo. La participación de Nick Furia y Shang-Chi, junto a la presencia de HYDRA, añaden los elementos necesarios para que la historia funcione a la perfección. Sería una de las pocas aportaciones que hizo Claremont al personaje, lo cual es un poco extraño, ya que sabemos de su predilección por el mal llamado sexo débil. A los lápices estaría Sal Buscema, con un trabajo en el que cuesta reconocerlo por el entintado de Steve Leialoha. Curiosamente, y a pesar de todo lo que hemos comentado, aquí tendríamos una Viuda Negra más víctima de lo habitual, siendo el centro de atención del sobreprotector Spiderman.

Pasarían bastantes años hasta que la Viuda Negra volviera a protagonizar alguna historia en solitario. Esto sucedería en la serie genérica titulada Marvel Fanfare, concretamente del número 10 al 13 de la colección. La trama nos narra como SHIELD le encarga a la Viuda Negra la misión de investigar la desaparición de Ivan Petrovich, que no se sabe si ha sido secuestrado o ha renegado de los USA volviendo con los rusos. Este serial, que aúna perfectamente espionaje y mallas, me recuerda muchísimo a la etapa de Moench y Gulacy en Shang-Chi. Quizá la narración sea muy diferente o los estilos de dibujo, pero la ambientación es muy parecida: es una trama de espionaje repleta de acción con algún que otro giro inesperado. Para la evolución del personaje, creo que es la aventura donde queda más palpable su condición de espía, a lo James Bond, que tanto me hace recordar a la etapa de Steranko en Nick Furia. Además, queda explicado perfectamente como conoció a Ivan, mientras descubrimos que es un científico, algo que hasta el momento no se había explotado y que da cierto valor a su desaparición. Habría que destacar la participación de Jimmy Woo, uno de los agentes de SHIELD más interesantes, al que veremos en China, donde Natasha se verá arrastrada en su investigación. Esta historia cuenta con el dibujo de George Pérez, lo que supone un valor añadido a la trepidante historia creada por Ralph Macchio (Coleccionable Marvel Héroes #22).

A partir de aquí, Natasha se consolida como personaje secundario, presente en miniseries como Contest of Champion o el Guantelete del Infinito; recurrente en la serie de Daredevil, debido a su antigua relación; y finalmente, vengadora por derecho propio, que terminaría siendo líder del grupo durante un tiempo. Con la proximidad del cambio de siglo y la apuesta de Joe Quesada por la línea bajo el nombre de Marvel Knights, sería el momento de que Natasha protagonizara varias miniseries, donde adquiría el nivel de protagonismo que nunca llegó a conseguir de manera autónoma en sus inicios. Así, volvía a estar en el centro neurálgico del Universo Marvel, lista para ser utilizada por Bendis y, más tarde, para ser interpretada en el cine por la escultural Scarlett Johansson, para deleite nuestro. Una larga y fructífera trayectoria, que se ve recompensada por la fama cinematográfica actual. Ahora, seguimos teniendo a una femme fatal, pero más acorde con el nuevo siglo.


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