Con la llegada de la editorial ECC, se ha reeditado en España una de las licencias obtenidas por Marvel en la década de los 70. Tenemos, pues, el regreso de un personaje que no veía la luz desde la lejana época de Vértice. Hoy voy a hablaros de…

DOC SAVAGE, EL HOMBRE DE BRONCE
por Óscar Rosa Jimenez


Nuestro protagonista de hoy nació en las revistas pulp americanas distribuidas en la década de los 30, que se continuaron publicando durante algunas décadas posteriores. Pulp es un término que se acuñó de forma popular a un determinado formato de encuadernación en rústica con precios económicos para la época. En el sentido etimológico de la palabra, el termino pulp hace referencia al desecho de la pulpa de la madera con la que se fabricaba un papel amarillento, astroso, de muy mala calidad, sin guillotinar y de coste muy barato, con el que estas revistas eran impresas, y que hoy en día se sigue viendo en las ediciones de tapa blanda o en pasquines de poca circulación y bajo precio. Aunque la expansión del formato sería en la mencionada década de los 30, el formato surgiría diez años antes.

Dentro del imaginario popular, se cree, equívocamente, que existe un llamado género de ficción llamado pulp o pulp fiction, el cual realmente no existe, ya que el pulp era el formato de impresión, no el género literario que adoptaba la narración. Las publicaciones contenían argumentos simples con grabados e impresiones artísticas en los que se mostraba el argumento de la narración, de manera similar a un cómic. Este formato fue descendiente directo de las dime novels y los penny dreadfuls, formatos de revistas populares que contaban las hazañas de soldados y bandoleros, los cuales eran baratos para el consumo popular y eran vendidos por un dime (moneda) y un penny (penique), respectivamente.

Las diferentes publicaciones incluían en sus argumentos varios géneros de ficción como la ciencia ficción, terror, suspense, acción, romance y fantasía, en los que intervenían distintos elementos de carácter lascivo como la violencia y el erotismo, concentrándose en las variantes de la ficción de explotación (Exploitation fiction). Las publicaciones comenzaron a distinguirse del comic book tradicional debido a su formato de publicación extenso y a la intervención de elementos de la ficción de explotación en el argumento de los relatos.

Doc Savage fue creado por Henry W. Ralston y John L. Nanovic, editor y ejecutivo respectivamente de Street and Smith Publications, la editorial que publicó las aventuras del personaje en 1933. Además, contarían con la aportación de material adicional escrito por Lester Dent, bajo el seudónimo de Kenneth Robeson, el cual sería quien más escribiría sobre el Hombre de Bronce, que llegó a contar con la friolera de 181 novelas. El éxito del personaje le llevó a protagonizar seriales radiofónicos e incluso tuvo una adaptación fílmica. No está nada mal sí tenemos en cuenta que fue un personaje que nació a rebufo del éxito cosechado por La Sombra (The Shadow), otro de los grandes personajes asociados a los pulp.

A principios de la década de los 70, Doc Savage volvió a ponerse de moda gracias a la reedición de sus novelas a cargo de Bantman Books. Por aquella época, también se puso en marcha un conato de proyecto que intentaría llevar al personaje a la gran pantalla. El film adaptaba The Thousand Headed Man (El Hombre de las mil cabezas), uno de los relatos clásicos del personaje. Chuck Connors fue el actor elegido para encarnar a nuestro protagonista de hoy. Sin embargo, el proyecto no llegó a consolidarse debido a que los productores no consiguieron llegar a un acuerdo, por lo que todo quedó en agua de borrajas. No sería hasta 1975 cuando el personaje conseguiría llegar a las salas de cine, aunque con un proyecto diferente.

Un poco antes, Marvel adquirió los derechos del personaje para lanzar una serie a todo color, cuyo primer número vio la luz en octubre de 1972. La serie, bajo el título Doc Savage: The Man of Bronze (Doc Savage: El Hombre de Bronce), alcanzó los 8 números y contaría con guiones de Steve Englehart, aunque los números finales serían escritos por Gardner Fox y Tony Isabella. El apartado gráfico recaería en las manos de Ross Andru (que contaría con las tintas de Jim Mooney y Tom Palmer), que también cedería el testigo al final de la serie a los dibujantes Frank Springer y Rich Buckler. Cabe destacar las portadas de esta serie, realizadas por algunos de los grandes maestros de la industria del cómic como John Buscema, Jim Steranko y Gil Kane.

El verdadero nombre de Doc Savage es Clark Savage Jr., médico, cirujano, científico, aventurero, inventor, explorador, investigador e, incluso, músico, que dedicaba su vida a la cultivación del cuerpo y la mente. Un equipo de científicos reunidos por su padre, entrenaron su mente y cuerpo a capacidades casi sobrehumanas desde el nacimiento, dándole una gran fuerza y resistencia, una memoria fotográfica, un dominio de las artes marciales y un vasto conocimiento de las ciencias. También se convirtió en un maestro del disfraz y un excelente imitador de voces. Con una dedicación total al servicio del bien y una inconmensurable fortuna empleada en la construcción de toda clase de vehículos y armas, se convertía en el paradigma de un héroe a caballo entre lo clásico y lo futurista.

El propio Lester Dent lo llegaría a describir como una mezcla entre Sherlock Holmes, por sus capacidades deductivas, y Tarzán, por sus habilidades físicas. Su educación científica sería comparable a la del detective de ficción Craig Kennedy, mientras que su bondad le recordaría al presidente Abraham Lincoln. Una amalgama de conceptos que, junto a su piel dorada, serían las principales características de este héroe, cuyas aventuras estarían enmarcadas en los años 30.

Junto a nuestro protagonista, se encontraba un nutrido grupo de ayudantes que, bajo sus órdenes, intentaban combatir el mal del mundo. "Ham" Brooks, un abogado licenciado en Harvard; "Monk" Mayfair, un antiguo coronel del ejercito y químico industrial licenciado en Yale; el "Profesor" Littlejohn, geólogo y arqueólogo; "Renny" Renwick, antiguo coronel del ejercito e ingeniero civil; "Long Tom" Roberts, antiguo mayor del ejército, ingeniero electrónico y piloto aviador. Y, para completar este elenco de secundarios, tendríamos a "Pat" Savage, prima de Doc Savage, que regentaba un salón de belleza y cuyas habilidades físicas eran muy similares. Todos quedarían perfectamente retratados en Doc Savage: The Man of Bronze que, a pesar de la calidad de sus autores, pasaría sin pena ni gloria. De ahí, su cancelación prematura.

La serie ofrecía una adaptación de una novela escrita por Lester Dent cada dos números. Las elegidas fueron: "Hombre de Bronce","La Muerte Plateada", "Los Monstruos" y "La Marca del Hombre Lobo". En ese mismo orden. En las historias primaría el suspense y la intriga, acompañados de acción y aventuras desenfrenadas, donde el desarrollo de los personajes quedaba en un segundo plano. Esto ofrecía un extraño contrapunto para lo que se estaba desarrollando en los cómics de la Marvel de aquella época. Todo sucedía muy rápidamente y ni siquiera teníamos la más mínima explicación de por que el protagonista, ni su hermana, tenían ese color de piel. Steve Englehart no parecía el mismo y su prosa resultaba bastante recargada, suponiendo un pequeño lastre para la lectura.

Pero, en Marvel, no se dieron por vencidos tan fácilmente y, prácticamente un año después de la cancelación de la primera serie, empezaron a publicar una segunda. En esta ocasión, se optaba por el magazine en blanco y negro y con mayor extensión de páginas, donde se pretendían eliminar las posibles limitaciones del comic book tradicional. De nuevo, volvemos a tener autores de primera línea, como Doug Moench en los guiones, acompañado de los dibujantes John Buscema, John Romita Sr., Tony DeZuñiga, Marie Severin, Ernie Chan y Val Mayerik.

Doug Moench le cogió, mucho mejor que Englehart, el pulso al personaje y esta nueva serie, titulada simplemente Doc Savage, supuso una importante mejora respecto a la anterior. Aunque el punto fuerte fue el dibujo, con una magnífica narrativa e ilustraciones llenas de detalles, que nos demuestra que los magazines son una joya a recuperar. El gran defecto de esta serie es la repetición de conceptos o esquemas, donde todo gira en torno a un amigo muerto o que está en peligro, o a una dama en apuros. Es algo palpable sobre todo en los primeros números, aunque a medida que avanzaba la serie mejoró en esos aspectos. Quizá, son elementos que quedaban disimulados por ser una publicación bimestral. No obstante, se mejoró también en el desarrollo de los personajes, excepto con Doc Savage (sobre el que se mantenía el halo de misterio), que ya no parecían tan planos. Todo parece indicar que los autores no quisieron salirse demasiado de las pautas establecidas por las novelas, al contrario que en otras licencias, donde sí hubo más valor a la hora de evolucionar a los personajes en alguna dirección. Posiblemente, ese fue el mayor error de Marvel, aunque no sabemos si el contrato de la licencia establecía algunos límites, porque la serie no cosechó demasiado éxito.

Tras ocho números (parece que la maldición se repetía), la colección era cancelada y se ponía punto final al periplo del personaje en Marvel. Es curioso, porque a pesar de que no vendió demasiado en su momento, posteriormente se convertiría en una serie de culto bastante codiciada. No hay quien entienda a los coleccionistas de tebeos…

Pero estas dos series no fueron los únicos intentos de la editorial para reflotar al personaje. Como ya sucediera con otras licencias, probaron suerte introduciéndolo de forma tímida en el Universo Marvel. La primera aparición tendría lugar en Giant-Size Spider-Man #3, aunque realmente ambos personajes no llegaron a interrelacionarse en la misma historia, ya que no convergieron en el mismo plano temporal. Fue algo similar a lo que hicieron con Drácula en Giant-Size Spider-Man #1. No sería hasta el Marvel Two-In-One #21 cuando Doc Savage se relacionaría con un personaje del Universo Marvel. En esa ocasión, formaba equipo con La Cosa para enfrentarse a Sol Negro. Ambos números fueron publicados por Vértice, aunque actualmente está complicado que se vuelvan a publicar, y es lo único que le falta a ECC para publicar todo el material perteneciente a la Marvel de los 70 donde Doc Savage debutó en los cómics.

Posteriormente, tras la pérdida de los derechos por parte de Marvel, el personaje acabó recayendo en DC, donde parece que ha encontrado su sitio, al menos de forma momentánea. En noviembre de 1987, apareció el primer número de una serie limitada de cuatro, donde el guionista Denis O'Neil y los dibujos de la familia Kubert devolvieron al Hombre de Bronce a las viñetas con un enfoque diferente. Justo un año después, O'Neil comenzó una nueva serie regular del personaje, que alcanzó los 24 números y un anual, superando la numeración maldita, aunque al séptimo número O'Neil cedió el testigo a Mike W. Barr. La mayoría de las portadas serían obra de los Kubert, mientras que el interior contaría con el trabajo de los autores Eduardo Barreto y Rod Whigham. Cabe destacar que, en dicha serie, se conocieron Doc Savage y La Sombra que, como ya hemos visto tienen las mismas raíces.

De todas formas, el viaje editorial de Doc Savage no acabó ahí. Actualmente, los derechos del personaje pertenecen a DC, que en 2010 publicó una nueva serie. No obstante, el personaje tuvo tímidas incursiones en Dark Horse o en Millenium Publicaciones, convirtiéndose en un personaje con un rumbo errático dentro del mundo editorial, en el que no parece encontrar un sitio estable. Posiblemente, nos encontremos ante una creación que no termina de aguantar el traspaso a otro medio, o que su público ya no es tan fiel como en sus inicios. Sea como sea, Marvel fue la primera en apostar por él, como hemos podido comprobar.


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