MARVEL GOLD PUÑO DE HIERRO INTEGRAL
por Óscar Rosa Jiménez


A mediados de 1974, Marvel Comics Group tenía en marcha dos colecciones que se hacían eco del éxito cosechado, en las salas de cine y la televisión, por las artes marciales; una moda que irrumpió con fuerza, prolongándose durante prácticamente una década. Steve Englehart, un declarado fan acérrimo del género, había creado a Shang-Chi, el cual ya disfrutaba de su propia colección regular bajo el título Master of Kung Fu. Por otro lado, en el formato magacín se publicaba The Deadly Hands of Kung Fu, una serie en la compartían cabecera el vástago de Fu Manchú con los Hijos del Tigre, acompañados de unos artículos sobre el cine y la cultura oriental. Sin embargo, esta incursión de la Casa de las Ideas estaba alejada del universo cohesionado que por aquella época continuaba su imparable expansión. Roy Thomas sería el encargado, una vez más, de plantear un nuevo concepto al receptivo Stan Lee, que mezclaría las artes marciales con el género de superhéroes, la principal apuesta editorial desde que comenzara la Era Marvel de los Cómics con el mítico Fantastic Four #1. Cómo no podía ser de otra forma, la idea le surgió al autor tras ver en un cine de barrio "Los cinco dedos de la muerte", una película protagonizada por Bruce Lee, el actor que revolucionó el cine de acción procedente de Hong Kong y las artes marciales, que acabaría convirtiéndose en una leyenda. Precisamente, sería una de las técnicas de lucha que se emplea en el film, "Ceremonia del puño de hierro", la que acapararía la atención de Thomas, a pesar de que en un principio pensó que quizá no tendría cabida un segundo héroe Marvel con la palabra hierro en su nombre. No obstante, convencido por su mujer, acaba planteándole su idea a Stan y el editor la aprueba. Así nace Puño de Hierro.

La colección elegida para presentar al nuevo personaje sería Marvel Premiere, un banco de pruebas en el que había debutado Adam Warlock y que tras la cancelación de la serie protagonizada por Stephen Extraño se había utilizado para continuar sus aventuras en ella. A partir de Marvel Premiere #15, el Hechicero Supremo cedía su sitio a Puño de Hierro, que contaría con el arte del maestro Gil Kane para cobrar vida en las viñetas por primera vez. El veterano dibujante, con su habilidad para mover la figura, parecía la opción perfecta para concebir a un artista marcial que debía exhibir una gran agilidad de movimientos en sus técnicas de combate. Asimismo, ambos reconocen que para la ambientación que pretendían imprimir a la nueva creación, se inspiraron en un trabajo realizado por Bill Everett, Amazing Man. Incluso la Augusta Persona de Jade era prácticamente un calco del villano conocido como La Gran Pregunta. Por lo tanto, en agradecimiento, decidieron dedicarle el cómic al fallecido autor, dejando constancia de este hecho.

En la primera aparición de Puño de Hierro, conoceremos los dramáticos acontecimientos que han provocado que un joven llamado Daniel Rand haya acabado bajo las enseñanzas de la ciudad perdida de K'un L'un. El leitmotiv del protagonista es la venganza, aunque también se pretende mostrar una analogía de Shangri-La. De hecho, gran parte del argumento de este número presenta muchas similitudes con la novela de James Hamilton, titulada Horizontes perdidos. Sin embargo, los deseos de vengar la muerte de sus padres, motivo por el que aprende artes marciales, será el eje sobre el que pivote Puño de Hierro en los primeros números, tras la marcha de sus creadores. Al igual que le ocurriera a muchos otros personajes de la época, un equipo creativo planta la idea, mientras otros la desarrollan. En un solo número, tenemos el origen y la presentación de personajes y escenarios que serán la base sobre la que cimentar a nuestro protagonista, el cual no alcanza la madurez creativa hasta la llegada de Chris Claremont, que vuelve a demostrar por qué es uno de los mejores guionistas de la década de los setenta en la Casa de las Ideas.

Puño de Hierro protagonizó Marvel Premiere hasta su número veinticinco. A lo largo de diez números no tendríamos un equipo creativo estable hasta el final. Len Wein y Larry Hama se encargarían de ampliar el aprendizaje de Danny a manos de Lei Kung, el Tronador, mediante flashbacks, mientras el personaje hacía lo imposible por llevar a cabo su venganza contra Harold Meachum. El guionista centró toda su atención en uno de los grandes tópicos del género, sin profundizar demasiado en la cultura oriental, pese a que la mayoría de los enemigos que van surgiendo están íntimamente ligados a las artes marciales de una u otra forma. Cabe destacar el dibujo de un jovencísimo Larry Hama, cuyo primer trabajo en Marvel tuvo lugar en esta serie, tras haber trabajado con Wally Wood y Neal Adams como ayudante. A pesar de su inexperiencia, me parece un trabajo bastante sólido, sobre todo gracias al entintado de Dick Giordano, que aporta cierta coherencia estética con su antecesor, aunque a esto también contribuye que Gil Kane continúe realizando las portadas tras dejar la colección.

Tras la marcha de Len Wein, llega Doug Moench cuyos guiones sí profundizan mucho más en la cultura oriental de la que surge el género. Además, resuelve el tema de la venganza con un giro inesperado que dota a Puño de Hierro de cierta tridimensionalidad. El esquema típico se rompe y comienzan a aflorar conceptos propios del pensamiento oriental. Posiblemente, hasta la llegada de Claremont, Moench es el autor que mejor comprende al personaje y va más allá de los estereotipos. Además, comienza a añadir secundarios a un reparto que hasta el momento era bastante paupérrimo. De ese modo, entran en escena Collen Wing y su padre, los cuales solicitan los servicios de Puño de Hierro para que les proteja de la secta Kara-Kai, seguidores de la diosa de la muerte hindú, que persigue un libro custodiado por el profesor Lee Wing.

En Marvel Premiere #20, volvemos a tener un cambio en el equipo creativo. Tony Isabella se encarga de los guiones, mientras que Arvell Jones los ilustra. A partir de este momento, comienza la introducción del personaje en el Universo Marvel. Para ello, el guionista utiliza a Batroc como antagonista. Se trata de un villano que se había enfrentado anteriormente con el Capitán América y que domina el savate, una variante francesa del kickboxing. Además, ambos autores cierran una intrigante trama que se inició en Marvel Premiere #16, en la que se desvela el secreto del misterioso ninja que persigue a Puño de Hierro desde que llegó a la ciudad. También introducen a un personaje que posteriormente será muy importante para Danny, Misty Knight, la cual se presenta como una compañera de trabajo de Colleen Wing; una relación que nadie se atreve a desarrollar por el momento. Por otro lado, el dibujante muestra influencias de dos estilos tan dispares como la narrativa de Jack Kirby o la estética de Paul Gulacy. No deja de ser curioso cómo una etapa marcada por el constante cambio de autores muestra cierta homogeneidad tanto estética como argumental. Las tramas se desarrollan de forma natural, pese a los cambios de enfoque o la manera de tratar al personaje, y orgánica. Sin duda, son tebeos entretenidos que abordan el género desde distintas perspectivas, pero que ofrecen un resultado final coherente. No obstante, seguimos sin tener a un protagonista definido del todo. Afortunadamente, en Marvel Premiere #23 llega Chris Claremont para solucionar ese y otros aspectos.

Tras haber realizado algunos encargos esporádicos en diferentes colecciones de la Casa de las Ideas, Claremont aterrizaba en Marvel Premiere para realizar un trabajo que le serviría de trampolín en la editorial, poco antes de sentar las bases de la franquicia mutante. Durante los dos primeros números estaría acompañado de otro dibujante novel, Pat Broderick, entintado por un veterano Bob McLeod. Desde el primer momento, se puede constatar que la serie ha dado un pequeño giro, ya que el guionista londinense se esfuerza en desarrollar al hombre tras la máscara. Incluso el primer villano, Halcón de Guerra, presenta un tema tan espinoso como las secuelas de la guerra de Vietnam. Pero si hay algo que destaca con fuerza es la evolución de Colleen Wing, que comienza a presentarse como una mujer de armas tomar. Aquí tenemos el primer ejemplo de un personaje femenino que obtiene todas las características propias de lo que se ha acabará denominando una "mujer Claremont". Su relación con Danny se presenta de forma ambigua, mientras que por fin se revela cual es el negocio que comparte con Misty Knight. Se trata de Investigaciones Nightwing, una agencia de detectives que será un claro precedente de los Héroes de Alquiler.

Además del importante desarrollo que sufrían el protagonista y sus secundarios, Claremont plantaba las semillas de una larga saga que se acabaría desarrollando en la serie regular del personaje, en la que Puño de Hierro hacía frente a la amenaza del Maestro Khan. Pero en Marvel Premiere #25, el último número de la colección protagonizado por el arma inmortal de K'un L'un, tenía lugar un importante acontecimiento: la llegada de Joh Byrne. De ese modo, se iniciaba uno de los binomios creativos más interesantes y fructíferos en Marvel durante la década de los setenta, cuyo momento álgido se produjo en su etapa al frente de The Uncanny X-Men, realizando historias que podemos considerar las más grandes de toda la historia de la Casa de las Ideas. Curiosamente, la relación de ambos autores se inició en esta colección, dedicada a introducir las artes marciales en el Universo Marvel, cuando eran poco más que unos desconocidos. Si bien es cierto que Byrne es el que ofrece una mayor evolución en su trabajo, los dos experimentan una mejoría a lo largo de su trayectoria en esta etapa. Aunque hay que reconocer que la prosa y el estilo de Claremont comienzan con mucha fuerza, dando muestras de ser un gran escritor desde el principio. Además, la manera de construir tramas alrededor de la evolución de los personajes es una marca personal del autor, que podríamos disfrutar en todo su esplendor durante toda una década dirigiendo el destino de los mutantes, pero es algo que ya se percibe en Marvel Premiere. Además, el plantel de secundarios sigue creciendo, como la introducción del teniente Scarfe, y las tramas y subtramas comienzan a surgir con una gran naturalidad.

El guionista inglés escribió la primera serie regular de Puño de Hierro, la cual alcanzaría quince números hasta ser cancelada por falta de ventas. Durante todo este tiempo, podemos ver un tándem creativo en estado de gracia. Tebeos sólidos, bien escritos y sumamente entretenidos. En el apartado gráfico, Byrne muestra una evolución continua, sobre todo en lo que a narrativa se refiere. El propio Claremont asegura que en un principio le pasaba los guiones con todo lujo de detalles sobre lo que tenía en mente, hasta que vio el potencial del dibujante y decidió pasar al famoso estilo de trabajo Marvel. Así, el canadiense de adopción podía desarrollar más su faceta creativa, lo que le llevaría a aportar algunas ideas en los guiones. Con el paso de las páginas, se puede apreciar como ambos autores se encuentran cómodos y eso queda reflejado en el resultado final de la obra.

En esta colección, Claremont y Byrne construyeron todo aquello que hoy asociamos con Puño de Hierro y su entorno: introdujeron al abogado Jeryn Hogarth, el cual sería vital para recuperar la fortuna de la familia Rand y la implicación de Danny en la empresa que fue de su padre; proporcionaron a Colleen Wing su característica espada y revelaron su aprendizaje samurái; dotaron a Misty Knight de un brazo biónico y un enorme colt pithon como si de una versión femenina de Shaft se tratara, dotándola de un aire urbano del que carecía en sus inicios; y, lo más importante, convirtieron a Puño de Hierro en un superhéroe, dando sentido a la atormentada vida de un personaje que se encontraba fuera de lugar, lejos de K'un L'un. Además, crearon un nexo de unión entre Danny y la ciudad mítica, estableciendo su origen como una herencia a la que estaba destinado desde su nacimiento. Incluso dieron carpetazo a la enemistad con Joy Meachum, cerrando el círculo de la trama que lo inició todo. Tampoco podemos olvidar la creación de los H'ylthri, una raza de plantas sentientes procedentes de una dimensión adyacente a la Tierra, que tendrían un papel importante en la vida de Puño de Hierro.

La "Saga del Maestro Khan" fue esencial para desarrollar el concepto planteado por Roy Thomas, combinando a la perfección las artes marciales con el género superheroico, pese a que por sus páginas se paseara Iron Man o cualquier elemento propio del Universo Marvel; parece que los autores no esperaron demasiado para presentar un duelo de hierro al más puro estilo Marvel. Bajo esta premisa, comenzaría una trama en la que Puño de Hierro se enfrentaría a los Tigres Dorados, un grupo dirigido por un tipo llamado Chaka, de forma que los villanos de corte oriental siguiesen estando presentes en la colección. Sin embargo, las ventas de la serie no parecían estar respondiendo, por lo que Claremont optó por involucrar al personaje aún más si cabe en el Universo Marvel. Así comenzaron a aparecer miembros de la Patrulla-X, ya que Colleen Wing compartía piso con nada más y nada menos que Jean Grey, aprovechando que Claremont escribía su colección; tuvo un cameo el abogado Matt Murdock; incluso se realizaría una pequeña visita a la mansión de los Vengadores, donde Puño de Hierro conocería al Capitán América. También comenzarían a surgir amenazas de los más recónditos rincones del Universo Marvel. Anteriormente ya habíamos visto a Angar el Aullador pasearse por estas páginas, un villano oriundo de la colección de Daredevil. A éste se le sumaría la Brigada de Demolición, un poderoso grupo que se había consolidado en The Defenders #17; y un renovado Búmerang, uno de los mercenarios ligados al Imperio Secreto, que hizo su primera aparición en Tales to Astonish #81, enfrentándose a Hulk. Por otro lado, también tendríamos personajes de nuevo cuño como Dientes de Sable, que fue creado inicialmente por Byrne con la idea de que fuera la cara tras la máscara de Lobezno. Curiosamente, con el tiempo acabaría convirtiéndose en la némesis de Logan y en alguien ligado al pasado del mutante portador de garras de adamantium. También acabaría íntimamente relacionado con el cosmos mutante, orquestado por el propio Claremont. De hecho, otros personajes surgidos de esta etapa acabarían siendo recuperados en mayor o menor medida por el Patriarca Mutante a lo largo de su carrera, algunos de manera recurrente.

El hecho de que la colección estuviese al borde de su cancelación fue un hecho que no pasó desapercibido a Claremont. El guionista londinense ya había dado muestras de su peculiar forma de trabajar, creando tramas y subtramas a largo plazo. La mencionada "Saga del Maestro Khan" es el ejemplo más claro de ello, pero en un intento de captar la atención de los lectores construyó historias de menor recorrido, incluso algunos números autoconclusivos. Sin embargo, ni la presencia de la Patrulla-X al completo en Iron Fist #15 consiguió evitar la cancelación de la serie. Esto provocó que quedasen inconclusas algunas líneas argumentales. La más importante de todas tenía como protagonista a Davos, Serpiente de Acero, un guerrero nativo de K'un L'un, que acusaba a Danny de haberle robado aquello que más a anhelaba: el poder de Puño de Hierro, la energía de naturaleza mística que se obtenía tras derrotar al dragón Shou-Lao. Incapaz de admitir la derrota y herido en su orgullo, Davos se une a Joy Meachum ante la posibilidad de poder obtener el objeto de su venganza y su obsesión. Tras la reconciliación de Joy y Danny, Serpiente de Acero reta a Puño de Hierro a un duelo en el que se determinará quién será el poseedor del poder de un arma inmortal. Todo esto se desarrollaría en Marvel Team-Up #63 y 64, poco después de la cancelación de Iron Fist. Claremont y Byrne se habían convertido, pocos meses antes, en el equipo oficial de la colección en la que el Trepamuros vivía aventuras acompañado de otros personajes del Universo Marvel, por lo que aprovecharon la flexibilidad que ofrecía el concepto para cerrar todas las tramas pendientes en la vida de Puño de Hierro. Y no solo las suyas, sino que también aprovecharon para hacer lo propio con las Hijas del Dragón: Misty Knight y Colleen Wing. Tanto es así, que la historia nos deja la sensación de que Spiderman es el auténtico invitado en ella.

Más allá del épico enfrentamiento entre Puño de Hierro y Serpiente de Acero, en estos números, tenemos el inicio de una relación sentimental que se ha prolongado hasta nuestros días. Claremont, siempre empeñado en hacer avanzar a sus personajes, despeja, de una vez por todas, la incógnita sobre los sentimientos de nuestro protagonista. Desde la primera aparición de Colleen, daba la sensación que Danny y ella formarían pareja, pero parece que el tándem creativo estaba de acuerdo en que sería más interesante una relación interracial. Esto puede parecer algo banal hoy en día, pero si nos trasladamos a mediados de los setenta en el cómic americano, podemos presenciar la primera pareja de estas características en el Universo Marvel. Algo que más allá de su valor histórico o el obvio componente trasgresor, también incluye la unión de dos conceptos que cosechaban un gran éxito en el cine por aquella época: las artes marciales y la blaxploitation. Precisamente, esa fusión de elementos socioculturales sería la gran protagonista en la siguiente fase de la trayectoria de Puño de Hierro, durante la década de los setenta, en la Casa de las Ideas.

Tras la cancelación de Iron Fist y las pocas ventas obtenidas por la colección protagonizada por Luke Cage, Power Man, Archie Goodwin, el por entonces Director Editorial de Marvel Comics Group, piensa que sería una buena idea unir a ambos personajes en una misma serie. De esa forma, quizá los lectores de ambas cabeceras serían capaces de sustentar una sola. Bajo esta prerrogativa nace Power Man & Iron Fist, titulo que ostentaría la colección de Luke al alcanzar el medio centenar de entregas. Para este proyecto eligen al tándem formado por Claremont y Byrne, que tan buenos resultados había cosechado hasta el momento. La fusión se hace de manera gradual, por lo que el equipo creativo aterriza en Power Man #48, aunque Claremont también escribió el número anterior, que fue dibujado por George Tuska, el creador gráfico del personaje. En solo dos números, los autores concluían el ciclo argumental protagonizado por el binomio Boa Constrictor/ Maya Korday, una subtrama en la que Misty se infiltraba como amante de un capo de la mafia para conseguir pruebas que lo encarcelaran. Esta se había desarrollado tanto en los números finales de Iron Fist como en la saga publicada en Marvel Team-Up, concluyendo en Power Man. Desde luego, no se puede negar el entusiasmo de los autores por su trabajo y la intención de no dejar a los lectores colgados. Ya podrían tomar nota algunos guionistas actualmente...

Asimismo, se conseguía limpiar, de una vez por todas, el nombre de Luke Cage, sobre el que estaba pendiente de resolución una acusación por tenencia de drogas desde el primer número de la serie regular. De ese modo, los autores mataban dos pájaros de un tiro, construyendo una historia que unía los destinos de los dos personajes y sus respectivos secundarios. Para que esta fusión tuviese algo de sentido, Claremont decide que Misty contrate a Luke para trabajar en Investigaciones Nightwing, dando pie a un primigenio concepto que años después acabaría derivando en Héroes de Alquiler. Una vez más, hay que agradecer al inglés un planteamiento que en el futuro dará muy buenos frutos. A estas alturas no cabe duda que Puño de Hierro le debe gran parte de lo que es hoy día a Claremont y Byrne, además de crear a una pareja de protagonistas cuya amistad se prolongará a lo largo de las décadas y aún se mantiene en la actualidad. Ahora quizá podamos entender mejor por qué Marvel se ganó a pulso el sobrenombre de la Casa de las Ideas, sobre todo teniendo en cuenta la solidez de las mismas.

Tras la marcha de Claremont y Byrne, Ed Hannigan tomó las riendas durante un par de números para pasar el testigo a Mary Jo Duffy, que realizaría una etapa que está considerada como una de las grandes olvidadas de la editorial y que bien merecería ser recuperada. Si no, preguntadle a nuestro amigo adamvell. O mejor, leedle vosotros mismos en nuestra web hermana: Universo Marvel. Aunque teniendo en cuenta el anuncio del plan editorial dedicado a los clásicos que verán a luz este año, parece que su publicación está a la vuelta de la esquina.

Panini Comics ha publicado la trayectoria de Puño de Hierro, durante la década de los setenta, en un voluminoso tomo perteneciente a su línea Marvel Gold en tapa dura, más conocido como Omnigold. Si bien es cierto que entre Vértice y Forum ya se habían publicado el grueso de estas historias, con esta edición, la editorial italiana lo hace en un interesante compendio, sin alteraciones y a todo color. Quizá sobren un par de números, correspondientes a Marvel Team-Up o Marvel Two-In-One, que son totalmente intrascendentes, pero como posiblemente la no inclusión de ellos no hubiese reducido el precio del tomo, se pueden considerar extras que, además, sirven para constatar la paulatina integración de Puño de Hierro en el Universo Marvel. A pesar de contener prácticamente 700 páginas, no es un tomo pesado, ni incómodo de leer, aunque está en el límite de lo que yo consideraría un tomo manejable. Con respecto a ediciones anteriores, como es el caso de los tomos Clásicos Marvel Blanco y Negro que publicó Forum, a la etapa de Claremont y Byrne se le incluye todos los números pertenecientes a Marvel Premiere, pudiendo ser testigos en primera persona del origen y desarrollo de Puño de Hierro. Además, se añade algún número más tras la unión de Danny y Luke del que se puede leer en la mencionada edición de Forum. No soy muy amigo de las llamadas "ediciones definitivas", pero desde luego si alguien quiere conocer la etapa clásica de Puño de Hierro, este tomo se me antoja la mejor opción y la más completa. Para lo más reticentes con el formato y los que no se lo puedan permitir, supongo que siempre les quedará Internet, o el mercado de segundas mano. La cuestión, como siempre, es acercarse a esta etapa y poder disfrutar de unos buenos tebeos clásicos. En ellos, los jóvenes autores de Marvel dieron forma a un personaje surgido a raíz de una moda que se originó en las salas de cine. Con esta publicación se demuestra que, aunque la moda pasó, Danny sigue golpeando fuerte con su puño de hierro.


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