109. TALES OF SUSPENSE #49 (enero 1964)
por Óscar Rosa Jiménez



EQUIPO CREATIVO (1ª Historia):
Guión: Stan Lee.
Dibujo: Steve Ditko.
Entintado: Paul Reinman.

EQUIPO CREATIVO (2ª Historia):
Guión: Stan Lee - Larry Lieber.
Dibujo: Larry Lieber.
Entintado: George Bell.

SINOPSIS (1ª Historia):
A partir de ese momento, ambos comienzan un enfrentamiento por las instalaciones del puerto. La maniobrabilidad de las alas mutantes evitan que Iron Man pueda detenerlo, pero, forzando sus propulsores, el vengador dorado acaba agarrando al mutante, llevándolo a una gran altitud. La sobrecarga de los transistores deja indefenso a Iron Man, que cae en picado mientras el Ángel observa la escena. Ante la muerte inminente de alguien, el mutante empieza a recuperar su estado habitual, debido a un sentimiento de culpa que se apodera de él. De esa forma, se lanza en picado para ayudar a Iron Man, consiguiendo agarrarlo en última instancia. Una vez en el suelo, el vengador explica que el Ángel no era dueño de sus actos y todo vuelve a la normalidad. Al arriesgar su vida por un mutante ha conseguido la amistad de la Patrulla-X.

SINOPSIS (2ª Historia):
Los Sneepers son una raza alienígena muy avanzada tecnológicamente, que se dedica a conquistar planetas por la Galaxia. Gracias a su tecnología, observa a los humanos de la Tierra, llegando a la conclusión que no son una amenaza para ellos. Los humanos son seres atrasados, los únicos habitantes del sistema solar, pero poco a poco, con el paso del tiempo, los Sneepers observan como los humanos avanzan tanto tecnológicamente como artísticamente. Con la creación de las bombas nucleares, los Sneepers comienzan a ver a los humanos como una amenaza, pero a pesar de su tecnología no pueden ir hasta la Tierra para conquistarlos. Afortunadamente, para sus planes, detectan como la humanidad vuelve sus creaciones contra ellos, por lo que piensan que solo tienen que esperar que se autodestruyan ellos mismos.

EDICIONES ESPAÑOLAS (1ª Historia):
  • Biblioteca Marvel: Iron Man #2.

    EDICIONES ESPAÑOLAS (2ª Historia):
  • Inédito.

    DATOS IMPORTANTES (1ª Historia):
  • Iron Man conoce personalmente a la Patrulla-X.

    DATOS IMPORTANTES (2ª Historia):
  • Comienza el serial Relatos del Vigilante.

    RESEÑA (1ª Historia):
    Comenzamos un nuevo año en el Universo Marvel para nuestro vengador dorado favorito. Cuesta mucho ver algo medianamente interesante en estos primeros años de andadura del personaje. Iron Man tiene mucho potencial, pero vemos, de manera constante, cómo se utiliza una tecnología tan increíble de manera simplista. Todo queda relegado a conceptos superficiales que en muchos casos no tienen el mayor sentido. Ni siquiera el arte de Ditko, poco proclive a la ciencia ficción en este universo, me parece demasiado destacable. Esto no quiere decir que lo haga mal, porque no es el caso, pero sí que da la sensación de estar un poco fuera de su entorno, o con una temática que no le apasiona demasiado. Su Iron Man es demasiado estilizado para que lleve una armadura, por muy flexible que sea. Destaca mucho más en las escenas sin máscaras, como la de la secretaria que se pelea con el chófer en la oficina. El autor consigue mucha más expresividad en los rostros, lo que vendrá muy bien para la idea de este número. Como curiosidad, hay que añadir que tras este número, el dibujante dejaría la colección en manos de Don Heck.


    No obstante, lo primero que nos viene a la cabeza, viendo la introducción del número, es que estamos ante uno de esos momentos históricos. Hasta ahora, hemos visto como el Universo Marvel se prodiga en presentaciones entre héroes, por lo que aquí tenemos una sumamente importante. Este encuentro no es más que la primera piedra que supondrá un acercamiento entre la Patrulla-X y los Vengadores, algo que incluso en la actualidad se sigue exprimiendo todo lo posible. Dos grupos que en el futuro serían el centro de sendas franquicias y que en 1964 tiene lugar el primer encuentro de dos de sus miembros. Lo dicho, un hecho histórico en toda regla.

    El problema radica en que los hechos históricos, por desgracia, no siempre van acompañados de grandes historias. En esta ocasión, tenemos un relato que no se sostiene. Posiblemente, porque se emplee elementos tan cotidianos, en este universo de ficción, como la radioactividad de una forma tan inocente como alegre. Ya lo decía al principio: la simplicidad. Todo es demasiado simple, tanto que estamos ante una historia totalmente desfasada.

    Desde el principio del relato, tenemos esa inocencia desbordante. La primera escena nos presenta a Iron Man junto a una bomba que está apunto de estallar. Y tendríamos que preguntarnos: ¿Qué hace Stark con una bomba en medio de una fábrica y en plena ciudad de Nueva York?


    Aún así, siendo capaces de utilizar la suspensión de la realidad como arma defensiva, incluso obviando que la explosión les pilla muy cerca, ¿de verdad que la radiación te vuelve solo malvado? Es decir, que la radiación solo influye a nivel mental, nada a nivel físico. Además, de forma casi simultánea. Esto debe ser porque es un mutante o algo...


    Los años sesenta se caracterizaron por muchas cosas, la ingestión de sustancias psicotrópicas es una de ellas. Sea lo que sea que tomarán estos guionistas, me hubiese gustado probarlo. Por lo menos tenemos el arte de Ditko para consolarnos. Recordad lo que dije antes, expresividad. Quizá sea lo único que se ha explotado minimamente bien en esta historia.

    A partir de aquí, comienza la "locura" creativa. Un tipo con alas es más rápido que unos jets propulsores. Además, la maravillosa tecnología Stark tiene demasiadas limitaciones en esta historia. No puede volar muy alto, su uso prolongado hace que se recaliente demasiado y fallen más de una vez. No sé que pensaréis vosotros, pero aquí parece que esta fabulosa tecnología necesita volver al departamento de I+D urgentemente. Bueno, al menos, los repulsores magnéticos funcionan bien...

    Pero lo mejor está por venir, ya que en la mansión de Westchester la noticia de la marcha del Ángel no sienta demasiado bien. Fijaos que cara se les queda a todos los miembros del equipo.


    Quizá cabría destacar que estamos ante el primer caso en el que alguien quiere abandonar un grupo, y este hecho se narra en una colección ajena a dicho grupo. Un recurso que comienza a volverse manido en estos años crepusculares del Universo Marvel. La sorpresa es tal, que sus compañeros intentan disuadirlo, pero, curiosamente, los poderes del Ángel los dejan a todos en jaque.


    Sinceramente, esto no hay quien se lo crea. ¿De verdad que un grupo tan bien engrasado no puede con Warren, teniendo en cuenta que conoce mejor que nadie sus debilidades? Pero lo peor es que vemos como esquiva los rayos mentales de la Chica Maravillosa, ¡como si pudiese verlos! Ya decía yo que la radioactividad tenía que darle algún superpoder adicional...

    Seguimos con el festival del humor, ya que nuestro mutante alado quiere unirse a los malos. Nada de especificar si a Magneto o a la Hermandad de Mutantes Diabólicos. El muchacho quiere ser malo con toda la ambigüedad posible. Así que a robar dinamita y a provocar explosiones que llamen la atención de... Los Malos. En fin, sin palabras.

    En el seno de la Patrulla.-X están conmocionados, por lo que consideran que el Ángel es una amenaza terrible que ellos solos no pueden detener. Pues nada, se llama a Los Vengadores, los cuales están demasiado ocupados en sus cosas. Menos mal que lo hacen de forma altruista, porque sino estarían todos despedidos.


    Empiezo a dudar si todo esto obedece a la idea de un universo cohesionado, o simplemente es una campaña de marketing pura y dura. Si sumamos los anuncios típicos de los tebeos americanos, creo que estamos ante dieciocho páginas de propaganda. En la época deberían haberla repartido por los buzones...

    Finalmente, llega la hora de la verdad y el único vengador que escucha la llamada de ayuda es Iron Man. Los miembros de la Patrulla-X se quedan tranquilamente en casa mientras el vengador soluciona la papeleta. Ver para creer. La cuestión es que el Ángel parece estar de racha ese día, porque, además de maldad, la radioactividad le dio mucha astucia, rapidez y la capacidad de poner en serios problemas a Iron Man. Por otro lado, Tony está torpe y se ha quedado medio tonto. Quizá le hubiese venido bien que su armadura no lo protegiera de la radiación.


    Quizá lo único con un poco de sentido sea la ventaja aérea del mutante, aunque me genera algunas dudas, la verdad.


    Finalmente, consigue cogerlo y llevarlo a gran altura, donde (¡sorpresa!) le vuelven a fallar los jets. Predecíblemente, todo obedece a un plan trazado por Tony, quizá el único de cierta relevancia en todo el número. Un plan muy arriesgado que juega con la psicología del mutante y que, afortunadamente, sale como estaba planeado.


    De esta forma tan altruista nace una consistente amistad. Me pregunto si Bendis ha leído esta historia. Aunque todos sabemos que nada es para siempre, ya lo dice la canción.


    VALORACIÓN (1ª Historia):
    Qué puedo decir que no haya dicho ya. Esta época del vengador dorado me parece bastante mala y cada vez que vuelvo a leer estas historias solo hace que se confirme aún más mi opinión. No hay nada realmente atrayente en esta historia. Un relato flojo, lleno de tópicos, donde los elementos se fuerzan con calzador para crear una trama loca e incongruente en cada página. Un número en la historia negra del personaje, que es mejor relegar al más oscuro ostracismo. Que venga Gene Colan, por favor, que por lo menos disfrutaremos con el dibujo...

    RESEÑA (2ª Historia):
    A partir de este número, y en concordancia con lo visto en otras series del Universo Marvel, comienza un serial en el que uno de los personajes de este universo de ficción narra historias que sirven de complemento. En esta ocasión, tenemos a un presentador de excepción, el Vigilante. Como ocurre en Tales to Astonish, el Vigilante no es más que un narrador, aunque en esta historia sobrevuela la crítica social y el final con moraleja típicos de muchos tebeos de esta época y de años anteriores.


    Cuando vemos esta imagen, es inevitable acordarse de la serie What If...? Estoy convencido que en Marvel vieron el inmenso potencial del personaje como presentador.

    La historia tiene poco que comentar, en solo cinco páginas se nos presenta a la raza alienígena llama Sneepers. Unos extraterrestres típicos, con orejas puntiagudas, de color verde y con una increíble tecnología. Bueno, no tan increíble, porque nos pueden observar, pero no pueden llegar hasta la Tierra. Esto nos hace pensar para qué puñetas nos observan, si no pueden hacer nada por detenernos.

    A pesar de este desatino argumental, la historia tiene un trasfondo crítico. Los autores manifiestan como la humanidad, a pesar de sus avances, se centra en conflictos bélicos que pueden llevarlos a su propia destrucción. Quizá sea un mensaje algo alarmista, pero me parece que es un mensaje que de alguna forma no ha perdido su vigencia. Es curioso, porque la mayoría de los conceptos de la época han quedado desfasados, pero el miedo a que seamos responsables de nuestra propia extinción es algo de rabiosa actualidad. Aunque en esta historia se utilizan noticias que nos parecen parte de una historia lejana, son perfectamente intercambiables por otras más modernas y tendría el mismo efecto.


    VALORACIÓN (2ª Historia):
    Estamos ante una historia de complemento típica de la época. La mayoría de las que yo he leído me han parecido entretenidas. Y es que en cinco páginas hay que hacerlo muy mal para aburrir al personal. De todas formas, me ha sorprendido ver una moraleja tan crítica con la sociedad del momento. Además de ser algo que, en cierta forma, no ha perdido fuerza. Diría que esta historia es mejor que la principal de este número, a pesar de que no está exenta de tópicos, pero tiene un objetivo más claro e interesante. Digamos que es un objetivo que no ha pasado de moda, por lo tanto merece una valoración más positiva que su antecesora en este tebeo.



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