TALES OF SUSPENSE #44 (agosto 1963)
por Óscar Abellás



EQUIPO CREATIVO:
Argumento: Stan Lee.
Guión: Robert Bernstein.
Dibujo: Don Heck.
Entintado: Don Heck.

SINOPSIS:
La historia comienza en el aeropuerto con un Anthony Starkque está cogiendo un avión para viajar a Egipto, dónde visitará a un viejo amigo que se dedica a la arqueología. Los periodistas que le despiden le preguntan sobre su fama de rompecorazones y si le sería posible conquistar a la mítica Cleopatra. Tras su llegada a Egipto y conversar con su amigo, éste le señala que el principal problema es localizar la tumba del rey Hatap, por lo que Tony ofrece la posibilidad de usar a Iron Man para ello. Tras pasar la noche en el Cairo, aparece Iron Man en la excavación, localizando, en primer término, la tumba y horadando las rocas del monumento funerario para llegar directamente ante la momia del rey Hatap, dónde el amigo de Tony comenta lo extraño del sistema de embalsamiento que se utilizó. Tras quitarse la armadura, Tony reaparece en el campamento, y su amigo le informa de la desaparición de la momia, por lo que se va para avisar a los equipos de búsqueda. En ese momento, aparece el rey Hatap, en carne y hueso, y le explica a Tony que hace 2.000 años lideró una rebelión contra Cleopatra. Antes de ser derrotado, tomó un líquido que simulaba su muerte y que engañó a Cleopatra, la cual lo enterró conforme a las indicaciones que el propio Hatap le había dado. Con su magia, duerme a todo el campamento y planea retroceder 2.000 años para vengar su derrota, Por ello considera llevar a Tony para usar su genio inventivo. Ambos retroceden en el tiempo, y en cuanto reaparecen en el antiguo Egipto, Tony se deja caer por una duna, aprovechando para ponerse la armadura de Iron Man, que llevaba en su maletín, y escapar del rey Hatap; que ante esa aparición asume que Tony Stark murió a manos de ese monstruo dorado. Lejos de las garras del rey Hatap, Iron Man se topa con un asedio por parte de tropas romanas a una ciudad egipcia, por lo que toma parte a favor de estos últimos, destrozando las máquinas de guerra romanas. Por tal hazaña es presentado ante la reina Cleopatra, a la cual informa del peligro que se cierne con la presencia del rey Hatap. Las tropas leales a Cleopatra e Iron Man se encuentran, frente a frente, en el desierto con las tropas de Hatap, siendo éste último quien ordena una carga para aniquilarlos. No obstante, Iron Man utiliza unas ruedas y un reactor transitorizado para convertirse en una bala humana y desbaratar la mortal carga de Hatap. Sin embargo, Hatap pretende huir de nuevo en el tiempo, utilizando el amuleto que utilizó anteriormente. Pero Iron Man, con una bola de aceite, hace que se le escurra de las manos y cuando Hatap lo va a recoger, tropieza empalándolo con una espada que estaba en el suelo. Tras la muerte de Hatap y la huida de sus tropas, Cleopatra le declara su amor a Iron Man, ofreciéndole compartir el trono. No obstante, el hombre de hierro reaparece en su tiempo tras usar el amuleto. La historia termina con el amigo de Tony enseñándole un extraño jeroglífico de Cleopatra con un hombre de armadura dorada. De vuelta en casa, un periodista le pregunta a Tony si cree que hubiera encandilado a Cleopatra en su época. A lo que Tony responde que cosas más raras se han visto.

EDICIONES ESPAÑOLAS:
  • Biblioteca Marvel: Iron Man #1

    DATOS IMPORTANTES:
  • Tony Stark viaja en el tiempo, utilizando un amuleto del que no se sabe su destino al acabar la historia.

    RESEÑA:
    Tras la salida de Jack Kirby, tenemos a Don Heck cómo dibujante, mientras que Stan Lee pliega velas, y solo aparece acreditado en el apartado de argumento. Los diálogos son de Robert Bernstein. No sería extraño, conociendo su método de trabajo, que Stan Lee hubiese esbozado la historia en algo del estilo: "Iron Man conoce a Cleopatra", y los otros autores tuvieran que realizar el resto.

    Tras una presentación concisa y corta de apenas una página, el lector es puesto en situación de cómo se va a desarrollar la historia. Por un lado, la mención de Cleopatra invita a pensar en que ésta tendrá alguna intervención destacada. Luego, la escena de Tony con su amigo en la excavación de Egipto, ya nos convence de tal suposición. No obstante, una historia de Tony Stark tiene que venir siempre acompañada de una serie de características innegociables. Por un lado, se debe recordar al lector que Tony Stark es un playboy que conquista a todas las mujeres. Para que no haya duda, en las dos primeras viñetas se cumple ese trámite.


    El siguiente paso, no menos importante, es que se debe recordar que a pesar de que Tony Stark es un inventor con una inmensa fortuna, y un imán para todas las mujeres, no hay que olvidar que en realidad en un pobre desgraciado, que tiene que llevar una placa pectoral que ha de recargar continuamente. Dado que hay que tener en cuenta que la historia se va a desarrollar principalmente en el antiguo Egipto, iba a ser complicado encontrar un enchufe, por lo que, por si acaso, se ventila ese requisito en la segunda página, utilizando un bizarro dramatismo de que su vida pende de un hilo en un hotel por no llegar a tiempo al enchufe, cuando en la viñeta anterior estaba tranquilamente tomando champán. Suerte que los botones del hotel son bastante eficientes, porque, efectivamente, podríamos encontrarnos con la peor muerte del universo Marvel.


    El siguiente requisito de una historia del conocido, en breve tiempo (la siguiente aparición de Iron Man sería en el número 1 de Los Vengadores), cómo vengador dorado, es la de mostrarnos los gadgets de la armadura. Así, para facilitar el trabajo de excavación, recordemos, arqueológica, nada mejor que unas gafas que localicen la tumba que se buscaba (a la primera por supuesto), y un taladro que horade la roca como mantequilla (estaba claro que lo de ir limpiando el polvo poco a poco y excavar para no dañar en exceso los restos arqueológicos, no se llevaba en aquella época.).


    La presentación del villano, el rey Hatap, es bastante previsible, pero al mismo tiempo muy apresurada y poco convincente. Extraña el método utilizado para conservarse en animación suspendida durante 2.000 años, pero tampoco se queda atrás cosas cómo lo de volver en el tiempo, llevándose a Tony Stark con él por ser un genio del siglo XX, y cómo Hatap llega a ese conocimiento. De todos modos, toca seguir quemando etapas en lo que se refiere a elementos de estas aventuras, y el siguiente es la del cambiazo. Traducido: que Tony Stark se cambie a Iron Man sin que nadie se dé cuenta, ni que se llegue a la conclusión de que ambos son la misma persona. Para el caso presente, se opta porque Tony se deje caer por una duna lejos de la vista de Hatap, resurgiendo en la figura de Iron Man. Cuando Hatap dice que Tony tuvo que morir a manos de Iron Man es cuando sabemos que el cambiazo ha tenido éxito, y la identidad de Tony está a salvo (si eso tiene alguna importancia en el Egipto de hace 2.000 años).

    El siguiente paso es conocer a la bella muchacha que, bien como villana bien como damisela en apuros, será seducida por el savoir faire de Tony. En este caso se pica alto, nada menos que la mítica Cleopatra. Recapitulemos, estamos en el año 1963, en esas fechas se estrenaba una película interpretada por una bellísima Elisabeth Taylor y que se titulaba (redoble de tambores) ¡Cleopatra! En efecto, la sinergia entre cine y Marvel tiene un claro antecedente en este número.


    El siguiente paso es la lucha contra el villano, el cual es derrotado de la manera más efectista posible. Si Hatap ataca con una carga de carros, Iron Man contraataca con su propia versión de carro, o de bala humana. En este sentido, ya en la reseña realizada por el compañero Víctor (y que os invito a repasar) se hacía mención a esa particularidad. Así como las variopintas formas con las que se utilizaba la armadura. En este número, no podía ser menos. Eso sí, porque no se quedaban atascadas las ruedas de los patines en la arena de desierto no se explica. Lo digo por si había dudas.


    Y tan solo queda el final, Hatap muere, por su propia torpeza, al caerse y empalarse con una de sus propias espadas. Cuando Cleopatra le ofrece compartir el trono a Iron Man (en una maniobra que me recuerda un poco aquello de "por el interés te quiero Andrés", una vez que le quitó de un plumazo un ataque romano y una rebelión de Hatap), éste vuelve al presente para seguir con su vida. La última viñeta es utilizada para hacer mención al estreno de una película sobre Cleopatra, que suponemos se refiere a la ya mencionada antes.

    VALORACIÓN:
    Historia sencillita, de las de andar por casa y sacar un número más en la colección. Sigo pensando que Stan Lee apenas metió la mano en la historia, salvo para decirle a Berns que hiciera una historia de Iron Man junto con Cleopatra. Como se ha ido señalando, se fueron metiendo todos los ingredientes utilizados en las historias anteriores, uno detrás de otro sin complicarse la vida. Quedan cosas colgando, pero la más notable es la del amuleto que, recordamos, sirvió para viajar al pasado. Una característica nada desdeñable. La lectura es pasable, no es horrible respecto a otras que podamos leer de la misma época, pero eso sí, prohibido buscar coherencia argumental ni histórica si quieres conservar tu salud mental.



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