JOURNEY INTO MYSTERY #91 (abril 1963)
por Victor Dolz



EQUIPO CREATIVO:
Argumento:Stan Lee.
Guión:Larry Lieber.
Dibujo: Joe Sinnott.
Entintado: Joe Sinnott.

SINOPSIS:
De regreso a la ciudad, Thor se encuentra con que una sucursal de banco se halla flotando el aire misteriosamente, con gente atrapada en su interior. Tras contrarrestar la fuerza invisible y empujar el banco de nuevo a tierra, este desaparece junto a todo el dinero de su interior, dejando un grupo de gente amnésica y confundida. Sospechando de Loki, Thor contacta con su padre, pero este le informa que su hermanastro sigue confinado en Asgard y debe ser otro el culpable. Mientras tanto, se siguen produciendo extraños robos por toda la ciudad en los que el dinero desaparece flotando. Unos días atrás, Don Blake y Jane Foster visitan una feria cercana a su consulta. Loki, quién observa a la pareja desde Asgard, se fija en un mentalista llamado Sandu, capaz de llevar a cabo pequeños trucos mentales. Incapaz de regresar a la Tierra por decreto de Odín decide aumentar el poder de Sandu, y permitir que su propia avaricia le conduzca a un enfrentamiento con Thor. Al descubrir sus nuevas habilidades, Sandu actúa como Loki ha predicho y decide enriquecerse y controlar el mundo. De vuelta al presente, se descubre que es Sandu quién hizo levitar el banco, y el mentalista continúa cometiendo crímenes por todo el mundo, sin que nadie sea capaz de detenerle. Sintiéndose invencible, Sandu decide hacer levitar el edificio de la ONU y amenazar a todo aquel que hay en su interior de muerte si no le conceden la soberanía de la Tierra. Don Blake se entera de la situación en su consulta y decide presentarse en el lugar como Thor, pero es rápidamente derrotado por Sandu, quién le golpea con unas vigas dejándole inconsciente para a continuación atarle con unas cadenas y atraparle en una zanja dejando caer un edificio sobre él. Odín, viendo a su hijo derrotado, ordena a las Valquirias que viajen a la Tierra y le entreguen su Cinturón de Fuerza. Ataviado con él, Thor logra salir de la trampa de Sandu y se encara con él. Loki trata de favorecer la victoria de Sandu sugiriéndole que le arrebate el martillo a su hermanastro, y para ello el villano se traslada a otra dimensión junto a Mjolnir. Sandu trata de alzar a Mjolnir, pero ante su incapacidad fuerza hasta el límite sus poderes y sufre una sobrecarga, perdiéndoles totalmente. Sandu regresa a la dimensión de la Tierra y Thor recupera su martillo, tras lo cual entrega al mentalista a las autoridades. El dios del trueno devuelve su cinturón a Asgard, y Loki se lamenta mientras jura nuevamente venganza.

EDICIONES ESPAÑOLAS:
  • Biblioteca Marvel: Thor # 3.

  • DATOS IMPORTANTES:
  • Primera y única aparición de Sandu.
  • En este número aparecen por vez primera dos Valkirias anónimas. Posteriormente se indicaría que una de ellas es Valtrauta.
  • Primera aparición del Cinturón de Fuerza perteneciente a Thor.
  • Este número es el primer cómic en presentar una logoforma del personaje protagonista en la parte superior izquierda de la portada. En este caso se trata de un rostro sonriente de Thor obra de Jack Kirby.

    RESEÑA:
    Nueva entrega de Journey Into Mystery con una importante novedad. Ante la ausencia de Kirby, y tras el poco satisfactorio paso de Al Hartley por la colección, Joe Sinnot se desmelena y se convierte en el autor gráfico completo. El mítico entintador ofrece un trabajo más que satisfactorio con un trazo sólido y consistente, al que lo único que puedo achacarle es la presencia de un poco de oscuridad de más en algunas viñetas.

    Y centrándonos en las labores argumentales, tras demostrarnos una vez más que los invasores extraterrestres no son, al menos por el momento, la mejor fuente de historias para el poderoso Thor, los hermanos Lieber deciden volver por sus fueros y ofrecernos de nuevo una historia centrada en la eterna enemistad entre el asgardiano y su hermanastro. Aunque en este caso con un pequeño aliciente que acabará creando escuela.


    Pero no nos adelantemos.

    El número se inicia directamente en Asgard, dónde podemos ver a un Odín más vikingo que nunca que sostiene en sus manos nada más y nada menos que el Cinturón de Fuerza perteneciente a su primogénito, capaz de dotarle de mayor fuerza si cabe. El señor de Asgard teme el día en que tal utensilio sea necesario, pero no hace falta ser un lince para darnos cuenta de que ese día debe estar a unas pocas páginas de distancia. Stan y Larry no son demasiado sutiles al respecto.

    La acción se traslada rápidamente a la siempre bulliciosa Manhattan, dónde los ciudadanos observan estupefactos como toda una sucursal de un banco comienza a flotar en el aire. Podríamos entrar ahora en el habitual y entretenido debate sobre la "física del mundo superheroico", y tratar de explicar cómo es posible que una fuerza invisible tire del banco sin que este se desmorone por su propio peso. Por suerte, como veremos después, podemos recurrir al socorrido "Lo hizo un mago".

    La cuestión es que Thor llega en el momento preciso y logra contrarrestar la fuerza, devolviendo el edificio a su sitio... al menos hasta que este desaparece sin más, dejando tras de sí a un montón de personas que se encontraban en su interior, totalmente amnésicas y sin un centavo en sus bolsillos.


    Thor, que no es tonto, intuye a kilómetros que tal fechoría no puede ser obra de otro que de su hermanastro, y una vez más recurre a su padre para conocer el paradero de Loki. Y es que no deja de ser curioso la aparente reticencia que se observa en estos números a que Thor visite su tierra natal, centrándose más y más en aventuras terrenales o recurriendo como en este caso a breves audiencias con Odín para conseguir información. En el futuro, veremos algunas de las mejores historias jamás publicadas en esta serie que transcurrirán entre las doradas agujas de Asgard, pero mientras tanto tan sólo podemos esperar. Regresando a la historia, Odín confirma que Loki sigue en Asgard y no puede ser el causante de lo ocurrido... cosa que, mediante un flashback, descubriremos que no es del todo exacta.


    Nos trasladamos pues a unos días atrás, y vemos a Don Blake pasear junto a Jane Foster camino de la consulta, topando con una feria. En ella entra en escena un supuesto mentalista llamado Sandu, capaz de leer el pensamiento y que a pesar de parecer poco más que un charlatán, logra dar en el clavo, soltándole a Don Blake, delante de sus narices, que puede adivinar que ama a una mujer cuyas iniciales son J.F. A la pobre enfermera se le dibuja una sonrisa de oreja a oreja, pero sus ilusiones se rompen en mil pedazos cuando Don le asegura que es todo casualidad y un burdo truco para burlarse de la gente. La típica escena obligada de la vida privada de Thor es solventada en unas cuantas viñetas, y podemos volver al meollo.

    Llegamos a lo que comentaba en el primer párrafo. A estas alturas, Loki ya ha aparecido en dos ocasiones más. Es un personaje muy jugoso, en él se ha encontrado rápidamente a la némesis del héroe. Pero hay un par de inconvenientes muy grandes: su sobreexplotación puede llegar a cansar; y su poder hasta ahora está muy por debajo de las habilidades de Thor. Como solución tenemos algo que a partir de ahora se convertirá en una característica más del título. Loki comenzará a actuar cada vez más como un poder en la sombra, empleando poderosos peones en su interminable feudo con su hermano, bien sea dotándoles de poder o potenciando el que ya tienen.


    En este caso el centro de las atenciones del dios del mal es Sandu, que ve aumentados sus poderes hasta niveles inimaginables. Telequinesia, capacidad de vuelo, teletransporte... De mediocre a titán, aunque su mayor poder es el de tener el carisma de un ladrillo. No hay absolutamente nada que convierta a este personaje en interesante, ni en diseño, ni la personalidad. Recibe un gran poder, y seguidamente lo usa para tratar de conquistar el mundo. Usar y tirar.

    Tras descubrir el papel de Loki y Sandu en lo ocurrido con el banco volvemos al presente, dónde el renacido mentalista sigue haciendo fechorías por doquier, doblegando a policías y jets del ejército o teletransportando un palacio de un país lejano a suelo americano para vivir en él. Páginas sin mucho interés que sólo sirven para conducir al inevitable enfrentamiento entre Sandu y Thor.


    Lamentablemente no se cumplen las expectativas, el combate es tan fugaz como inverosímil. Sandu eleva el edificio de las Naciones Unidas amenazando con matar a los delegados si no le convierten en soberano del planeta... Al menos Stan y Larry logran aportar un poco de cordura, poniendo en boca de uno de los delegados que no pueden hacer tal cosa.

    Sea como sea, Thor llega justo a tiempo para enfrentarse a Sandu... y el combate se resuelve en unas cuantas viñetas. El villano deja inconsciente al dios del trueno simplemente lanzándole unas vigas de una zona de obras cercana. A continuación, le ata con unas cadenas, atrapándolo en una zanja dejando caer sobre él todo un edificio. Esta situación, que muestra a un Thor tan sumamente débil no hay por dónde cogerla, ni siquiera en estos comienzos del personaje. No es más que una burda manera de dejarlo todo preparado para que por fin el Cinturón de Fuerza entre en escena.


    Y al menos lo hace de manera espectacular, portado por las mismísimas Valkirias, que aquí se nos muestran como una especie de mujeres angelicales de una estética muy alejada a la que se vería años después.

    Con el cinturón puesto, la fuerza de Thor regresa a su máximo esplendor (aunque visto lo visto tampoco es decir mucho) y escapa del encierro para enfrentarse nuevamente a Sandu. Por desgracia este último guarda un último y poderoso as en la manga. Tras oír en su mente la voz de Loki instándole a arrebatar el martillo al dios del trueno, se traslada a otra dimensión acompañado por Mjolnir.


    Pero para desgracia del pobre Sandu, sus días de maldad acaban de manera abrupta cuando intenta desesperadamente alzar el martillo, sobrecargando sus poderes y sufriendo un cortocircuito mental, literalmente. Triste final para un más triste villano.

    Al final de la historia todo vuelve a la normalidad. Sandu es entregado a las autoridades, Thor devuelve su cinturón a Asgard (total, para qué quedárselo...) y Loki vuelve a lamentarse del amargo sabor de la derrota una vez más, mientras jura venganza por enésima vez.

    VALORACIÓN:
    No estamos ante un número tan horrendo como otros que hemos podido reseñar ya, pero tampoco es una historia buena. Intrascendente, soso, con escenas risibles... Sandu es un personaje que de tantos poderes que tiene no se centra en ninguno y acaba convertido en una amenaza vacía, que tampoco está respaldado por una personalidad interesante o unos motivos claros. Loki apenas es un mero espectador, está desaprovechado. Pero sin duda lo peor es la pasividad de Thor, convertido en un mero saco de golpes con un poder muy inferior al que le corresponde y simplemente soltando discursos que no intimidan a nadie. La nota positiva la tenemos en la introducción de más elementos mitológicos, como son las Valkirias o el Cinturón de Fuerza, dejando a un lado que a corto plazo no vayamos a verlos más, y el dibujo de Sinnott, toda una sorpresa que nos acompañará durante unos cuantos números más. Pero eso sí, cuanto antes regresen Lee y Kirby a darlo todo, mejor.



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