LOS VENGADORES DE STEVE ENGLEHART (I)
por José Jorquera


1. INTRODUCCIÓN

Antes de comenzar mi análisis, primero voy a exponer el contexto en el que nos encontramos. Para poder analizar algo, cualquier cosa, hemos de analizar el entorno en el que se encuentra para poder usar una perspectiva idónea. Cuando Steve Englehart empieza con los guiones de los Vengadores, era el encargado de manejar también al Capitán América. El resto del Universo Marvel se encontraba en una vorágine expansiva, con un montón de colecciones nuevas abriéndose camino. Así pues, nos encontramos con publicaciones de corte terrorífico o sobrenatural como Ghost Rider, Werewolf by Night, Tales Of The Zombie o Tomb of Drácula; la aparición de colecciones nuevas como puedan ser Ka-Zar, Warlock o The Defenders, incluso miniseries dedicadas a mujeres como The Cat, Shanna The She Devil; o la llegada de la blaxploitation a Marvel con Hero for Hire, The Falcon o Brother VooDoo, por poner algunos ejemplos.

Con los movimientos sociales de lucha racial, de feminismo y de oposición a la guerra de Vietnam en plena ebullición, la sociedad estadounidense se ponía en pie y gritaba. Englehart, entusiasta y partícipe de los movimientos hippies de la época, opta por mostrar una visión crítica frente a lo que considera moralmente injusto y lo plasma en sus cómics. Temas como los derechos de la mujer, la discriminación racial, la intolerancia, las relaciones interraciales, la corrupción política, las conspiraciones empresariales… tienen cabida en sus guiones y se convertirán en una de las premisas de Marvel Comics: tratar temas socialmente relevantes en sus cómics y reflejar las inquietudes y la sociedad de la época. Lo hemos visto desde sus inicios, como posteriormente en series regulares u eventos como Civil War o la boda de Estrella del Norte en pleno debate sobre el matrimonio homosexual en EEUU.


2. LOS COMIENZOS (The Avengers #105-115)

Si hay algo que indique lo que un guionista quiere hacer, es, sin duda, su primera página. Y en el caso concreto en el que nos encontramos, tenemos a la Bruja Escarlata sacando su carácter en una viñeta, magníficamente dibujada por John Buscema, en la que da rienda suelta a su preocupación. Tras los sucesos ocurridos en la anterior saga, donde Mercurio, el hermano de la Bruja Escarlata, desaparecía tras su batalla contra los Centinelas, su hermana ocupa el deber de vigilar y preocuparse por su hermano. Un giro interesante que definirá la personalidad de la bruja mutante, que perdurará durante mucho tiempo e incluso será reutilizada años más tarde por Roger Stern. Steve Englehart ya empieza a dejar ver que planea grandes cosas para la Bruja Escarlata y para la Visión. Con el enfrentamiento en la Tierra Salvaje a los mutados por Magneto descubrimos cómo Sif (guerrera de Asgard y diosa) debe ser rescata por su amado de las garras de Bárbarus. Reflejo del escaso peso de la mujer por aquel entonces y que Englehart parece querer denunciar, dejando a las dos mujeres la obligación de rescatar a sus compañeros que han caído bajo las garras de Lorelei. Y, aunque todo parece indicar que serán ellas las encargadas de tan repentino rescate, en un giro de los acontecimientos la Visión resuelve la papeleta al no verse afectado ante los encantos de la sirena. Todo un giro argumental que sorprende y retoma ese aire de menoscabo a las "chicas Marvel", pero quizás fuese demasiado para la época el exponer esa crítica y hacer que fuesen las féminas las que salvasen la situación. Aun así, la crítica está ahí y el "quiero pero no puedo" fue un gesto bastante llamativo para resaltar el papel secundario de la mujer.

En su primer arco, Englehart hace un homenaje a los inicios del grupo incluyendo al Fantasma del Espacio, dejando patente de dónde viene este guionista y hacia dónde quiere ir. No cabe duda de que conoce a los personajes que trata y empieza a dedicar (y a reivindicar) a cada uno de ellos un papel en el grupo.

La Bruja Escarlata comienza a asumir un papel importante, lejos de ser la damisela en apuros muestra un carácter y una fuerza que la alejan de aquella jovencita que no podía lanzar más de tres hechizos sin desmayarse, para convertirla en una auténtica bruja de la mano de Agatha Harkness. Su personalidad se afianza a medida que se enfrenta primero a la pérdida de su hermano, y después a la oposición de este a su relación con el sintozoide. Durante esta etapa, se expondrá con mayor fuerza su faceta mutante, despreciando a los "humanos" por sus actitudes intolerantes. Son en estos momentos de rabia donde Wanda adopta una evolución importante. Poco a poco empieza a actuar de forma decisiva en los combates, utiliza mejor sus poderes mutantes y empieza a convertirse en una buena luchadora.

Asistimos a la llegada de otro personaje al equipo, que se trata, nada más y nada menos, de la Pantera Negra. Lejos de entrar en polémicas políticas (dado que el personaje compartía nombre con el movimiento social por los derechos de los hombres de color) Englehart deja claro que T'Challa no es un estereotipo, sino un hombre con sus virtudes y defectos. El personaje empieza a tener cada vez más peso y es una forma de plantear temas de luchas raciales que tan en boga estaban por aquella época. Sus habilidades de rastreo y sus capacidades de combate serán el pan y la sal del personaje. A pesar de no contar con tanto poder, cuenta con un aire de nobleza y una fuerza de voluntad que le permite enfrentarse al Dios León, a Magneto, al mismísimo Doctor Extraño y a Ultrón.

Es en esta etapa donde se consagra la llamada "Trinidad Vengadora", con Thor, Iron Man y el Capitán América como ejes de los Vengadores. El Capitán América se convierte en un líder eficaz que sufrirá un proceso interno de autoafirmación personal. Steve lidiará con el hecho de ser un símbolo y las consecuencias que de ello se derivan. Steve Rogers es el Capitán América, un símbolo de la libertad y de la democracia. Nada queda de la imagen fascista e imperialista con la que siempre se le ha relacionado. Steve Englehart trata a Steve Rogers como una persona de carne y hueso, como un idealista, como un ejemplo de honestidad e integridad que inspira a los propios Vengadores y a América a ser aquello que debe ser. Aquí y en su propia colección se perfila la esencia del Capitán América que tan bien plasmaron posteriormente Roger Stern o Mark Gruenwald. Steve Rogers es un espíritu libre, un idealista, un hombre de honor con unos fuertes sentidos morales. Es una encarnación de lo que "una persona puede hacer por su país", de cómo un símbolo de integridad y honestidad puede inspirar la grandeza. Como buen idealista tendrá sus crisis de fe, sufrirá un proceso de revisión crítica personal y alzará a Steve Rogers desde un purgatorio personal existencial para salir fortalecido.

Los Vengadores se enfrentarán a Magneto y rescataran a la Patrulla X con la ayuda de Daredevil y de la Viuda Negra. Otra vez recurrirá a la Visión para solventar el día. Una muletilla que le perseguirá a través de los años. Englehart prescinde de Ojo de Halcón para trasladarlo a sus defensores, justo a tiempo para el crossover que tenía planeado.

El bueno de Clint Burton sufre su propia crisis de identidad. Al ser un personaje ligado a los Vengadores, Englehart quiere romper con la imagen que se tiene de él y lo aleja de aquello que lo define (el grupo) para buscar su propia esencia interior. El pájaro sale del nido para volar solo. Ojo de Halcón pasa de ser el aprendiz a convertirse en el maestro de Imus Champion, donde el arquero recibirá una dura lección. Además, queda patente su poca mano para las mujeres, al recibir calabazas de Natacha, Wanda y la Valquiria. Sus andanzas con los Defensores actúan como forma de reafirmar su posición como alguien poco valorado en los Vengadores y esa búsqueda de auto afirmación, se convierte en un elemento clave e interesante. A pesar de todo, el bueno de Ojo de Halcón se convierte en un eje fundamental en el equipo.

Englehart se empapa de las ideas de Roy Thomas y las lleva hacia adelante, tratando el tema de la humanidad de la Visión y de sus nuevos sentimientos, así como su relación con el Segador. Aquí es donde se forja uno de los ejes fundamentales de la colección, que será la relación entre Wanda, Visión, Simon Williams y el Segador. La búsqueda de la humanidad de la visión parece una historia sacada de un libro de Isaac Asimov, y con cada pregunta filosófica que el androide se hace, con todas esas dudas sobre sus sentimientos y esa amargura por no poder sentir "como un humano de verdad" hacen del sintozoide un personaje tan entrañable, mientras profundiza en los prejuicios y la discriminación. Las Bombas Vivientes, un grupo de extremistas religiosos que se inmolan para intentar destruir la aberración que representaba según sus ideas la Visión. Si bien el concepto gráfico resulta un poco gracioso, por desgracia no tienen nada que envidiar al mundo real. Englehart se despacha a gusto condenando la discriminación de las minorías mientras el Capitán América defiende su punto de vista con su frase "mi Dios es un dios de amor", el propio autor lanza su frase lapidaria "muerte antes que deshonor, fue probablemente su último pensamiento… si es que pensaban en absoluto".

En el siguiente número asistiremos a la llegada de dos personajes: el Espadachín y Mantis. Los que serían una parte fundamental de la trama que elaborará durante años y que se convertirán en un hecho fundamental para la historia de los Vengadores. Englehart juega bastante bien con el aura de misterio de los dos personajes, con las continuas sospechas de traición y las intenciones ocultas. Una suspicacia que se irá incrementando a medida que los personajes son puestos bajo presión, tanto por sus compañeros como por las misiones a las que se enfrentan. Pero si algo encarna el Espadachín, es el concepto de la redención que ha acompañado a los Vengadores desde sus inicios. Busca la aprobación tanto de sus antiguos compañeros a los que, no lo olvidemos, traicionó; y el respeto y, sobre todo, el amor de su compañera Mantis. Con el paso de los números, Englehart nos desgranará a un hombre atormentado, cuya búsqueda de redención le supondrá una dura prueba y un auténtico afán de superación. Pero toda búsqueda tiene un sacrificio y el Espadachín lo descubrirá por las malas. El amor torturará al personaje y le llevará por la senda de la amargura en el intento de convertirse en alguien digo para su amada Mantis. Si hay un personaje vapuleado y torturado en la etapa de Englehart, es, sin duda, el Espadachín.

No quiero continuar sin antes mencionar al mayordomo de los Vengadores. Jarvis, que se convertirá en un personaje de lujo de la serie como gran secundario. Cabalgará entre el humor y la comedia hasta la cotidianeidad de la mansión, para hacer más humanos y cercanos a los Vengadores a través de sus ojos. El eterno Jarvis formará parte de las esencias del grupo de los héroes más poderosos de la tierra.


3. SAGA DE LOS DEFENSORES (The Avengers #116-118 y The Defenders #8-11)

Cuando trabajas para Marvel y eres el encargado de los guiones de dos grupos de superhéroes, poco hace falta para entrelazar sus destinos. Los actualmente famosos crossover eran antes una rara avis en los cómics Marvel y este en concreto supuso toda una joya. No hay nada como comparar un grupo tan caótico y desorganizado, como son los Defensores, con el formalismo y el orden de los Vengadores. Los archienemigos de ambos grupos: Dormammu y Loki, unen sus fuerzas para encontrar el denominado Ojo del Mal guiados por sus propios intereses: conquistar la tierra y curar su ceguera. Ambos grupos se verán enfrentados por conseguirlo. Si algo se plasma en este cruce, es la tensión existente entre los dos grupos y cómo las viejas rencillas salen a la luz en estas páginas.

La Visión y la Bruja Escarlata son emparejados en esta misión en la que se enfrentarán a Estela Plateada, donde Englehart explorará los sentimientos del sintozoide por Wanda al enfrentarlo a una debacle entre razón y pasión. Englehart continúa explorando los impulsos humanos del sintozoide, que nos muestra arrebatos de pasión y de un amor incondicional que antepone a todo lo demás. El desconcierto reina en este primer enfrentamiento y alimenta las suspicacias entre ellos. Pero, al estar detrás de todo esto Loki, el rey de las mentiras, la confusión está servida. Y es que resulta difícil para el dios nórdico no involucrar a un grupo, que podría decirse que es casi suyo, al ser el artífice de su creación.

Ojo de Halcón, recién salido de la fila de los Vengadores se une a este equipo para ayudar a su amigo y compañero Dane Witman, el Caballero Negro. Su rival en la búsqueda del Ojo del Mal es el Hombre de Hierro, donde el bueno de Clint Barton tiene un combate muy interesante que rememora sus inicios como villano. La batalla saca, además, todo lo que el arquero contenía en su interior para eclosionar en una rabia que le hace actuar más allá de lo que él haría y consigue llevarse el premio con una maniobra de distracción que solo un truhán como él es capaz de hacer.

La Valquiria se enfrentará al Espadachín. Si hay dos personajes con espada, extraño sería que no acabasen enfrentados. En este número asistimos a un acto curioso. La evolución que ha sufrido el Espadachín tras su contacto con Mantis, cómo quiere reformarse y ser un hombre de provecho para que su amada se sienta orgullosa de él. Este número resulta curioso por la justicia kármica que sufre el que en su día fuese el traidor del grupo, aquí acaba por ser traicionado. Vemos la nobleza de la Valquiria, a pesar de ser una fiera y letal guerrera, ella se preocupa por su enemigo caído. Un relato que sirve para afirmar y profundizar en ambos personajes que recuerda a las batallas de película de aventuras.

El Doctor Extraño se las verá contra Mantis y la Pantera Negra, con una pelea física de lo más sorprendente, que termina de forma abrupta por el incuestionable poder de Stephen Extraño. Lo interesante es que el propio Englehart sabe que la batalla está ganada desde el principio, pero al menos juega con los personajes al realizar una "caza del conejo", donde el bueno de Stephen Extraño juega al despiste para evitar a sus contrincantes, pero desconoce el alcance de los poderes de Mantis, que es capaz de percibir la energía mágica a través de su innata empatía. La pelea física entre la Pantera Negra y la artista marcial Mantis son dignas de ver, ya sea tanto por el apartado gráfico como por el mismo desarrollo del combate, que cuentan con una gran calidad narrativa.

El choque entre Namor y el Capitán América rememorará las viejas glorias pasadas de ambos junto a los Invasores. Una idea que le resultó interesante y que no pudo plasmar como hubiese deseado. Esa espina se la quitaría años más tarde en la serie limitada de la Visión y la Bruja Escarlata. Como no podía ser de otra forma, el Capitán América decide intentar resolver los problemas con la razón y el diálogo. Es este sentido racional del Capitán América una de las características que impregnarán al personaje en los siguientes enfrentamientos futuros, y que formarán parte del carácter del vengador de las barras y estrellas. En un primer momento es una batalla a tres bandas con Fuego Solar en medio. Los tres se enfrentan por el control del Ojo del Mal. La decisión de Fuego Solar de tomar partido por el Capitán América hace que el impetuoso príncipe submarino esté más dispuesto a dialogar con su antiguo aliado. Es en este punto de la historia donde se rompe el aire de desconfianza que existía y se pasó al siguiente escalón en la estructura clásica (primero pelea por confusión) con la unión contra el enemigo común.

Pero aún quedan aliados que no han aparecido. La lucha entre Thor y Hulk está a la altura, y en esta ocasión, Englehart, decide el resultado de tan colosal choque con un empate técnico. Este enfrentamiento cuenta con un dibujo a la altura, donde se puede leer la tensión y el esfuerzo en el rostro de los dos titanes. Los dibujos de Sal Buscema están bastante inspirados y consiguen transmitir la épica del momento. Este tipo de enfrentamientos son de los que hacen historia y han acompañado a miles de charlas de merienda sobre quién ganaría a quien en un combate.

Una vez reunidos los héroes y el Ojo del Mal, el desenlace está a punto de desarrollarse con la aparición en escena de Dormammu para invadir la tierra y convertir a sus habitantes en demonios. La lucha se vuelve crítica, y para atestiguarlo SHIELD hace su aparición, igual que el Vigilante. El Universo Marvel hace su pequeño cameo para mostrarnos que todos se están enfrentando al mismo enemigo, ya sean los 4 Fantásticos, Spiderman, Ka-Zar o el mismísimo Drácula. Los dos grupos se unen para invadir la dimensión de Dormammu, el cual está ocupado con el encarcelamiento de su antiguo aliado, Loki. Los sin mente son derrotados por los héroes y se enfrentan al Señor de la Dimensión Oscura. Con un simple golpe, y un dibujo bastante impactante, los Defensores son derrotados, dando paso a los Vengadores, que también son derrotados con facilidad exceptuando a Iron Man, Thor y la Bruja Escarlata, que cargan contra él. Con un simple gesto se deshace de Thor y de Iron Man, convirtiéndoles en sus álter ego, el Dr. Donald Blake y Tony Stark. La única que permanece en pie es Wanda, su poder nació con ella, no es una mera bruja disfrazada, sino la única esperanza de la tierra. Dormammu la tortura ante los ojos de sus camaradas y es, en ese preciso momento, cuando Loki decide vengarse de su antiguo aliado y recobrar su añorada vista. Es en ese momento de distracción cuando la Bruja Escarlata completa su hechizo y derrota, ella sola, a los dos poderosos villanos. Englehart revindica aquí a la Bruja Escarlata como un vengador a tener en cuenta, tan poderoso, o más, que sus compañeros masculinos. Una historia que resultará muy curiosa de comparar con The Avengers #18 para ver la evolución tanto del personaje como del papel de la mujer en los comic Marvel.

La historia se cierra con un número de los Defensores, donde parten al pasado a rescatar al Caballero Negro, mientras los Vengadores regresan a la mansión para enfrentarse en el tejado a sus propios sistemas de defensa, que al detectar a Loki entre ellos, activan su programación automática para lucimiento de la Pantera Negra, que salva el día. He aquí otra muestra más de una de las características del grupo: ser atacados por su propio sistema defensivo. Una muletilla que continuará con el paso de los años y con diferentes autores.

Durante los siguientes números, Englehart desarrollará a su misteriosa fémina, mostrándonos en profundidad sus poderes y su misterioso pasado.


4. MANTIS (The Avengers #119-124)

Hablar de la etapa Englehart es hablar de Mantis, eso es algo indisoluble. Que Englehart quería tener más féminas en sus colecciones es algo evidente. Si en un principio quiso traer de vuelta a la Viuda Negra, el personaje fue rápidamente descartado por su propia creación. Mantis, una artista marcial que irrumpió en los Vengadores después de rescatar a Wanda de un tipo bastante desagradable. Ya desde el principio era toda una "come hombres", ya que consiguió que sus compañeros masculinos se fijaran, o se ruborizaran, antes sus encantos. No por nada la mantis en la naturaleza es más grande y fuerte que su contrapartida masculina, que es devorada en el momento de la fecundación. ¿Será Mantis la perdición de los Vengadores?

El personaje no dejó indiferente a nadie. Mujer, asiática. De Vietnam, ni más ni menos, país con el que EEUU había estado en guerra durante años y se había visto obligado a retirar sus tropas. Artista marcial, vestida como una bailarina exótica, sexualmente agresiva, con una agudeza y perspicacia encomiable… ¡Y toda una excelente manipuladora!

Desde un principio, se nos muestra a un personaje peligroso, que fue capaz de derrotar a Thor y al Capitán América sin pestañear. Su control sobre su cuerpo y la misteriosa empatía que posee, la convirtieron en un sujeto interesante y, a la vez, extraño. Mantis, lejos de poseer poderes que la relegaban a un segundo plano (invisibilidad, convertirse en un insecto, telequinesia o lanzar tres hechizos antes de desmayarse) la ponían en primera fila del combate, al ser una experta en artes marciales. Lejos queda la mujer desvalida incapaz de defenderse a sí misma. Mantis posee una mente inquisitiva y analítica, es coqueta y altiva pero sobre todo es una mujer sexualmente inquietante. Es un personaje que se conoce a la perfección y que explota todas sus habilidades. Su personalidad no es tímida, no se deja amedrentar por las opiniones ajenas y dice siempre lo que piensa. Por el contrario, su mentalidad en ocasiones es infantil, pero sobre todo es impulsiva y muy visceral. Se nos muestra como una experta en artes marciales, con un control total y absoluto de su cuerpo, posee un nivel de empatía que la permite percibir cosas que los demás no sienten y puede curarse a sí misma. Englehart la usa siempre que puede para resolver las situaciones a las que se enfrentan los Vengadores. Ya sea para desbaratar los planes del Coleccionista como para derrotar al Devorador Estelar. Si pesos pesados como Thor o Iron Man eran derrotados, quien asumía la iniciativa y se convertía en un enemigo a temer era Mantis.

Su vida anterior es un misterio, Englehart juega con la ambigüedad sin dar una respuesta clara de quién es "esta". Pronto descubrimos que su pasado está relacionado con Libra, tras su enfrentamiento con el Zodiaco, donde la artista marcial sufre un cambio al estar a punto de morir en combate. Por suerte para ella, fue rescatada in extremis por la Visión. Este hecho supondrá un momento crucial en la relación entre Mantis y Visión; por no hablar de las consecuencias con otros dos personajes: el Espadachín y la Bruja Escarlata. Pero volvamos con el pasado de Mantis. Ella es la hija de Libra y de la hermana del rey del hampa de Saigón, el antiguo jefe del Espadachín. "Esta" lo rescata tras una misión fallida donde casi muere el Espadachín y lo lleva a su casa, lo cura y lo convierte en un hombre nuevo. Desde entonces, el Espadachín no será más que un muñeco en manos de su amada Mantis, que intenta ser como ella quiera que sea: el hombre fuerte y valiente que siempre buscó.

Libra desvela que su hija fue entrenada por los sacerdotes kree de Pama como una experta guerrera y que su vida anterior permanecía oculta por un bloqueo mental puesto por sus antiguos mentores. Todo queda en suspenso y sin resolver. Las dudas y sospechas sobre la veracidad de las palabras de Libra, tendrán que esperar para resolverse más adelante.


5. GRANDES AMENAZAS (The Avengers #125-128 y Fantastic Four #150)

Tras la saga del Zodíaco, los Vengadores se enfrentan a varios pesos pesados, empezando por Thanos. Los Vengadores vuelven al espacio a defender la tierra de las amenazas cósmicas con unos combates a la altura del peligro; pero, quizás, lo más interesante de este número es la tensión y los celos que se producen entre el Espadachín y la Visión, que afectará a Mantis y a la Bruja Escarlata con comentarios irónicos e hirientes en medio de los combates. La resolución del conflicto es, al menos, divertida. La flota de Thanos permanecía unida por un traductor universal que, una vez destruido, provocó la lucha encarnizada entre sus miembros como en la historia de la torre de Babel. Englehart reparte un poco de moralina en su historia, como suele hacer siempre que puede. ¿Acaso los cuentos infantiles no tenían su propia moraleja? Englehart traslada sus pensamientos e ideas a sus historias, y esta no es una excepción.

En el siguiente número los protagonistas son Solarr y Klaw, que deciden atacar a los Vengadores para reclamar a T'Challa el trono de Wakanda. Por un lado tenemos a los "tres grandes" concentrados en animar a un taciturno Capitán América tras el final de la saga del Imperio Secreto y por el otro al cuarteto de parejas mientras los celos hacen mella en el Espadachín y en la Bruja Escarlata a causa de las especiales atenciones de la joven vietnamita hacia el sintozoide. La tensión es palpable y afecta a los descorazonados amados que ven como otra persona se interpone en su felicidad. La Visión, confundido por estos nuevos sentimientos que no domina, no hace más que tomar decisiones lógicas con toda su mejor intención, pero erróneas al tratarse de ataques de celos basados en la emoción. Todavía le falta mucho por aprender de humanidad a nuestro querido sintozoide. La Pantera Negra se planteará su deber para con Wakanda y su papel en los Vengadores, con un análisis sobre sus acciones decisivas en el grupo, que no son pocas. Tras usar su aguda inteligencia para solventar la crisis, con rehenes incluidos, decide tomarse una excedencia para asumir su deber como rey. Thor le concede la excedencia sin ningún miramiento, si alguien sabe de dobles responsabilidades, ese es Thor. Además, el Capitán América es el siguiente miembro en salir de la alineación impulsado por la decisión de Pantera Negra y su crisis existencial.

Es en este momento cuando irrumpe Roy Thomas con el Giant-Size Avengers #1. Una historia que daría que hablar, ya que se revelaría que los padres de Wanda y Pietro eran el Zumbador y Miss América, y que Nuklo, el hombre nuclear, era en realidad su hermano. Al ser Roy Thomas un enamorado de la Golden Age, no pudo evitar rescatar a estos personajes para reintroducirlos. Esta historia, que en algunos aspectos quedaba coja, se resolvió de forma posterior con Marc Gruenwald y Bill Mantlo a los guiones. Nuklo se libera de su confinamiento y el Zumbador intenta viajar al pasado para impedirlo. Es ahí donde se topa con los Vengadores que acaban enfrentándose a Nuklo. La protagonista es la Bruja Escarlata, que descubre su pasado y debe enfrentarse a su hermano pequeño para salvar el día.

Steve Englehart continúa con una saga que dará mucho que hablar: la boda entre Mercurio y Cristal. Como no podía ser de otra forma, tenemos un invitado espaciel a la boda. Todo un clásico: Ultrón. Las relaciones entre los Vengadores son tensas, sobre todo entre la Bruja Escarlata y Mantis. La bruja tiene que enfrentarse a su hermano, que, además de no invitarles a la boda, sigue reprobando su relación con el androide. Todo un ejemplo de intolerancia que choca con la condición de mutante de Pietro. Más aún si tenemos en cuenta que se va a casar con una inhumana. Los prejuicios no usan una lógica, y la relación entre su hermana y una máquina es algo que no puede llegar a entender. Un hecho curioso es que desde los inicios ya se ve una relación tensa entre Mercurio y Cristal, algo que más adelante se vería en los futuros guiones de Steve Englehart al retomar a los personajes. Pero será mejor que me centre en la historia actual. Ante el enemigo en ciernes, que empieza a derrotar a Vengadores, Inhumanos y 4 Fantásticos por igual, Mercurio se une a las filas de los Vengadores con la célebre frase "vengadores una vez, vengador siempre". Este número está repleto de comentarios sobre romance y goza de un aire de culebrón, que será marca de identidad del guionista. Con todos los personajes derrotados por el rayo psíquico de Ultrón 7, es Franklin Richards, el cual fue despertado del coma en el que se encontraba por el rayo psíquico, quien derrota a Ultrón 7 para que se celebre la boda. Incluso el Zumbador puede ver la retransmisión de la misma desde la mansión, ya que continúa recuperándose del ataque al corazón que sufrió en el anterior número. Un final de fiesta muy edulcorado y romántico.

Para cerrar, asistimos a una lucha entre Necrodamus y la Bruja Escarlata en "Bewitched, Bothered, and Dead" (título homenajeado en Buffy The Vampire Slayer 2x16 titulado "Bewitched, Bothered and Bewildered") en su bautismo de fuego como auténtica bruja. Tras regresar de la boda de Mercurio y Cristal, se encuentran con un ataque inesperado en la mansión. Un ataque mágico. Agatha Harkness disipa el hechizo y propone a Wanda ser su discípula. Ella acepta y su entrenamiento comienza de inmediato, con un enemigo sorpresa: Necrodamus. Mientras Wanda se enfrenta a él y consigue aumentar sus poderes para poder lanzar más de tres hechizos seguidos, al aprender a usar su propia fuerza interior. Con un ataque melodramático, Necrodamus es derrotado por Wanda al destruir el objeto que portaba los espíritus a los que controlaba. Una vez liberados se cobran su justa venganza contra el nigromante.

Mientras tanto, Mantis no pierde el tiempo con la Visión. Tras despreciar al Espadachín como una auténtica reina del hielo, acude a buscar consuelo en el sintozoide. La conexión entre los dos personajes se hace patente. Sus respectivas dudas sobre su pasado y acerca de quién es ella misma también las comparte la Visión, que se ha visto afectado por irracionales ataques de pánico. Mantis, que se comporta como una auténtica víbora en este número, al dejar destrozado, humillado y hundido al Espadachín, se dispone a seducir a la Visión. Incluso se define a sí misma como "golfilla". Este número, que a primera vista parece intrascendente, juega muy bien sus cartas, ya que maneja muy bien los tiempos y la narración, para dejarnos con la duda sobre si la Visión caerá, o no, en las garras de la "come hombres". Mantis recibe su justo castigo al ser rechazada por la Visión, el amor que profesa el sintozoide por Wanda es superior a cualquier encanto de la seductora Mantis. El número se cierra con la aparición de Kang el conquistador para iniciar una de las sagas fundamentales del grupo: la Madonna Celestial.


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