Esta semana vamos a hablar de un tomo que en cierta forma supone el momento culminante de la recopilación de los 300 números de The Avengers Vol. 1 por parte de Panini.

Sí, ya sé lo que estaréis pensando; que me estoy adelantando a los acontecimientos, y que todavía quedan algunos años para que eso suceda. Aún así, nadie hubiera pensado que a estas alturas tendríamos tan cerca la posibilidad de tener esos números a color y a tamaño comic-book.

Teniendo en cuenta que los mayas no acertaron en sus previsiones, todo parece apuntar a que, tanto la salud de la línea, como la situación actual en el ranking de popularidad del grupo, son propicias para que lo que digo acabe siendo una realidad, más pronto que tarde.

En definitiva, y por si alguien aún no ha caído, hablaremos de…

MG LOS VENGADORES: DISOLUCIÓN Y RENACIMIENTO
por Óscar Rosa Jimenez


El tomo que nos ocupa hoy, abarca una etapa muy concreta dentro de la colección de los Héroes más poderosos de la Tierra, concretamente la escrita por Walter Simonson. La calidad del autor quedaba avalada tras su etapa en la colección de Thor, donde dejó tal huella en personaje y colección, que posteriormente sería un punto de referencia para la mayoría de los autores que vendrían después. No obstante, su llegada a la colección no estuvo exenta de ciertas particularidades muy concretas.

Portada MG: Los Vengadores: Disolución y Renacimiento En los últimos 5 años, la colección estuvo escrita por Roger Stern, el cual devolvió a Los Vengadores al status que merece dicha colección. Sin embargo, su marcha se produjo de forma algo apresurada debido a desavenencias con el editor Mark Gruenwald. Al parecer no hubo consenso a la hora de establecer el papel que debería representar la Capitana Marvel en los próximos números, ya que éste pensaba que Mónica Rambeau debería ceder su puesto de presidenta de los Vengadores en favor del Capitán América. Todo esto iba en consonancia con lo que el propio editor estaba desarrollando en la colección del Centinela de la Libertad, donde el personaje pasaba por una etapa de rebelión contra lo preestablecido.

Huelga decir que Stern no pudo soportar la idea de maltratar al personaje de esa forma, así que decidió marcharse y los últimos números estarían co-escritos por Ralph Macchio, en la saga llamada "Heavy Metal". Teniendo en cuenta los cambios que sufre el personaje en los primeros compases de este tomo, no me extraña que el guionista de Indina decidiera irse. En mi opinión, fuimos los lectores los que salimos perdiendo, aunque si somos capaces de superar el mal trago inicial, hay que reconocer que el relevo estuvo a la altura.

En esta ocasión, Simonson no sería un autor completo, aunque realizaría varios bocetos para las portadas. No obstante, el peso del apartado gráfico recaería en el gran John Buscema, que realizaría los bocetos, mientras que los acabados y el entintado estarían a cargo de Tom Palmer. Sinceramente, y a pesar de que no estamos ante uno de los mejores trabajos del mayor de los Buscema, el resultado de la colaboración de este tándem creativo es una autentica delicia para los ojos.

Centrándonos en nuestro guionista, hay que decir que aceptó el encargo con mucho gusto. No por el posible reconocimiento profesional, sino más bien por el cariño que profesaba a la colección; así que tenemos otro caso de esos en que el sueño de un escritor se hace realidad. De esa forma, comienza una etapa que se puede definir en dos palabras: deconstrucción y reconstrucción. Para ello, lo primero es seguir el plan editorial…

Los esquemas de Simonson tienen cierto ánimo de continuidad, no sólo porque bebe directamente de elementos planteados por su predecesor, sino porque además mantiene la creación de tramas y subtramas a lo largo del poco menos de un año de permanencia en la colección. Incluso continúa el desarrollo de personajes como el Caballero Negro o la querida Mónica Rambeau, aunque no fuera lo deseado por Stern. Pero como digo: a veces los designios editoriales son inescrutables.

De esa forma, el primer paso es continuar las pautas sembradas en la mencionada saga "Heavy Metal", estableciendo en el seno del grupo un elemento subversivo. En este caso le tocaría el turno a Doctor Druida, un personaje aparecido en un momento de crisis, como fue el asalto a la Mansión de los Vengadores (The Avengers Vol. 1 #276), donde su actuación le granjea la posibilidad de unirse al grupo. Aunque en un principio no era más que un personaje algo taciturno, nada parecía presagiar sus posteriores actos; unos actos que lo llevarían a desear el liderazgo del grupo a cualquier coste, sobre todo en detrimento de la Capitana Marvel, la entonces líder. Haciendo honor a la verdad, tenemos que reconocer que las ambiciones megalomaniacas de Nébula tuvieron su parte de culpa. Aunque también es cierto que el personaje queda estigmatizado en esta etapa debido a su obsesión, tan rastrera como egocéntrica, por lo que pierde cualquier simpatía que hubiera podido ganar.

La intervención de Nébula, nieta de Thanos, nos trae el regreso del Consejo de los Kangs, otro de los elementos mostrados por Stern que daba un giro de tuerca a uno de los mayores enemigos de grupo y que nos acercaba al Omniverso Marvel. Con este concepto entre manos, el autor creaba una trama bastante compleja que nos acercaba a las diferentes realidades, pero sobre todo a un punto concreto del espacio-tiempo; una burbuja temporal cuya presencia tendría algunas reminiscencias en la colección de los Cuatro Fantásticos, que desarrollaría el propio Simonson (Marvel Héroes Vol. 1 #45).

Portada The Avengers #297 De forma paralela, el autor también cerraría una trama que implicaba a Namor y Marrina, en la que ambos dejaban el grupo debido a algo alojado en el interior del antiguo miembro del grupo canadiense Alpha Flight; algo relacionado con su naturaleza alienígena y que parecía olvidado. Esto nos llevará a otro momento dramático de esta etapa, lo cual parece ser una constante a lo largo de la misma. Además, esto sería el punto de inflexión a partir del cual las filas del grupo se verían mermadas, llegando incluso a la disolución del mismo. Afortunadamente, siempre nos quedaría Jarvis

En esta situación tan desoladora, podríamos establecer un claro punto y aparte dentro esta etapa. No solo porque todos los caminos habían llevado a la desaparición del grupo tal y como lo conocíamos, sino porque además la parte final estaría centrada en su intervención en dos de los eventos de la época. El primero de ellos sería La Guerra de la Evolución, un crossover muy largo, concretamente de once capítulos, que se desarrollaría en los anuales de las diferentes colecciones. El capítulo final se narraría en uno de la serie de Vengadores, a pesar de que ellos no estaban operativos. Esto planteará una situación propicia para que se forme un grupo de lo más variopinto, donde se reunirían varios miembros reservistas: Hulk, Hércules, Halcón, Bestia, Yocasta, Chaqueta Amarilla (Rita DeMara) y el Capitán América, salvo que ahora se llama a si mismo el Capitán y tiene una nueva indumentaria. Dicho grupo será el encargado de enfrentarse al Alto Evolucionador, cuyos planes están orientados a cambiar el mundo a su antojo, como si fuera un dios. Aunque al final deberá enfrentarse a uno mucho más real de lo que piensa.

Más allá de la trama central del crossover, los fans del grupo pueden ver de nuevo bajo el grito de guerra: Vengadores ¡Reuníos!, a miembros que en un momento u otro dejaron el grupo. Aunque quién realmente destaca es Hulk, cuya permanencia tiene el dudoso honor de ser de las más cortas, a pesar de ser uno de los fundadores del grupo. De todas formas, en esta ocasión lo tendremos en su faceta gris, muy alejada de su aparición en aquel legendario The Avengers Vol. 1 #1, gracias a la obra y gracia de Peter David. Tampoco deja de ser un poco extraño ver a la Bestia con su traje de Factor-X, o a una Chaqueta Amarilla que no es más que una ladrona. Sin embargo. Simonson consigue que funcione la historia y vuelve a demostrar que el mundo necesita a los Vengadores, por lo que llega el momento de la reconstrucción.

Aunque estaba claro que esta nueva situación no duraría demasiado, la verdad es que la nueva formación se hizo esperar un poco. Esto es debido a que en esos momentos el Universo Marvel estaba asolado por una guerra demoníaca que había traspasado las fronteras del limbo. De esa forma, el nuevo grupo nacería durante los números involucrados en Inferno.

Pero antes tendríamos un número muy especial, también incluido dentro del crossover, que estaría protagonizado por el mejor vengador de todos; Jarvis. El fiel mayordomo de los Vengadores, no sólo estaba afligido por el destino de sus amigos, si no que además había perdido su trabajo; un trabajo que era toda su vida. Recuperado de su convalecencia tras el asalto a la Mansión, el querido mayordomo volvía al servicio para poco después clausurar La Hidrobase, la base de operaciones del grupo en esos momentos, volviendo a vivir con su madre. En un intento por solucionar diversos problemas domésticos, Jarvis decide salir a la calle para verse inmerso en el caos que asola la ciudad, aunque demostrará con creces, que un héroe puede llevar sombrero y paraguas sin perder un ápice de heroicidad.

Finalmente, cuando las cosas se complican más de lo debido aparecerá el Capitán, al que sobre la marcha se le irán uniendo diferentes aliados para afrontar la desconcertante situación. Entre ellos se encuentran Reed Richards y Susan Richards, su mujer, a los que ayudará a rescatar a su hijo de las manos de los demonios y de cierto villano maternal. El matrimonio de la Primera Familia había abandonado sus labores heroicas para cuidar a su hijo, pero estaba claro que el mundo no estaba por la labor de mantenerlos al margen por mucho tiempo. También se une al grupo un eterno al que llamarán Gilgamesh, que junto a Thor serán los miembros del renacido grupo. Si la memoria no me falla, estaríamos ante el primer Eterno en formar parte activa del grupo. Personalmente, pienso que es una pena que el autor solo crease la formación, porque quizá hubiese tenido interesantes historias con ella, pero eso sería una labor para Ralph Macchio.

Portada The Avengers vol.1 #298 Portada The Avengers vol.1 #299 Portada The Avengers vol.1 #300
Pero The Avengers Vol. 1 #300 reserva una sorpresa final en la que se intercambian los papeles. En esta ocasión, Walter Simonson se ocupa de los dibujos, dejando la escritura en manos de Ralph Macchio. El epílogo de esta etapa se centra en narrar desde una nueva perspectiva el origen del grupo, contado en The Avengers Vol. 1 #1; en esta ocasión, desde la perspectiva de Loki. Una buena forma de celebrar un acontecimiento tan importante como es llegar al número 300 de la colección.

Intentado extraer algún tipo de conclusión final, diría que estamos ante una etapa que rezuma la esencia de los Vengadores por los cuatro costados, a pesar de que está lastrada por decisiones editoriales poco convincentes o inentendibles. Esto puede conllevar sentimientos encontrados con algunos lectores, sobre todo tras el desenlace de ciertos personajes. No obstante, estamos ante una buena etapa cuya mayor pega es haber estado situada tras la estela de Stern; una etapa que tuvo cotas muy altas de calidad y que dejó una huella indeleble en la colección. Quizá la de Simonson no esté a su misma altura, pero sin duda es merecedora de cierto reconocimiento, porque no os quepa duda de que así se debe hacer una etapa en los Vengadores.

Por lo tanto sólo me queda decir: ¡Vengadores, Reuníos!

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