Esta semana, vamos a centrarnos en una etapa que supuso el principio de una unión que prevalecería a lo largo de los años; una unión que sería un punto de inflexión tanto para el personaje como para el autor, además de una orientación diferente de la vertiente cósmica del Universo Marvel. Hoy vamos a hablar de…

EL WARLOCK DE JIM STARLIN
por Óscar Rosa Jimenez


Jim Starlin supuso todo un revulsivo para el apartado cósmico del Universo Marvel. Algo que con el tiempo, y su trilogía del Infinito, cobraría aún más fuerza, aunque siempre partiendo de las bases sentadas por Stan Lee y Jack Kirby. De nuevo volvemos a hablar de un concepto nacido en su etapa en Fantastic Four. Sin embargo, Starlin iría un poco más allá e introduciría elementos que adquirirían una nueva dimensión para el género. Elementos que estarían tan ligados a ciertos personajes, como al autor, aunque realmente no fuera él quien los introdujera tal y como los conocemos hoy en día.

Adam Warlock Un buen ejemplo sería la Gema Alma, unida a la frente de Warlock, que originalmente no era más que un componente decorativo colocado por Gil Kane en el regreso del personaje, que había aparecido por primera vez en Fantastic Four Vol.1 #67, en la Saga de la Contratierra (MG Warlock: La Saga de la Contratierra), donde iniciaba su andadura en solitario. Dicha gema pasaría de ser un elemento único a una pequeña parte de algo mayor, que otorgaba poderes ilimitados a su portador. Prácticamente lo convertía en un dios, evidentemente estoy hablando del Guantelete del Infinito.

Pero más allá de todo esto, Starlin le daría al personaje un nuevo enfoque. Roy Thomas nos mostró un héroe casi mesiánico, en lo que sería una especie de adaptación del musical Jesucristo Superstar, mientras que el autor de Detroit optaría por una evolución cósmica en todos los sentidos. De hecho, el nuevo planteamiento pondría al personaje en la tesitura de ser un protector universal.

Curiosamente, una etapa tan interesante como ésta queda plagada de saltos temporales, algo que me hace indicar que en su momento no fue demasiado bien recibida. Aunque el paso del tiempo casi no ha hecho mella en esta obra, la Marvel de aquella época parecía no estar del todo predispuesta a sentirse atraída por el lado cósmico. Por suerte, como suele pasar casi siempre, el tiempo pone las cosas en su sitio.

Tras Warlock Vol. 1 #8, el personaje estaría en barbecho poco más de un año. Esto puede ser el indicativo de la poca acogida del personaje y el motivo por el cual Jim Starlin se pudiese apropiar de él de esa forma, recordemos que el autor no es más que un joven cuyo talento aún está por explotar. De hecho, la historia quedo inconclusa y Roy Thomas decidiría terminarla en una saga de 3 números en la colección de The Incredible Hulk, concretamente en los números 176-178.

Con todas las tramas cerradas el personaje quedaba en suspenso, hasta que en Strange Tales Vol. 1 #178 sería retomado, en esta ocasión por un autor completo, ya que no solo se encargaría de los guiones, si no que haría lo propio con el apartado gráfico. Este hecho nos transmite una sensación mayor de obra cohesionada. No se si es una de esas serendipias o no, pero el número de la colección donde regresa el personaje, es el mismo que tras su última aparición. Quizá fuera algún tipo de señal, quién sabe...

Warlock permanecería 4 números en la cabecera, que acogiera a diferentes personajes a lo largo de su andadura, hasta que los editores pensaron que estaba teniendo el éxito suficiente para volver a su propia colección, continuando la numeración allá donde se quedó.

En esta primera parte de la etapa, tenemos una historia vital para comprender en que clase de personaje quería convertir Starlin a Warlock: un personaje dotado de una complejidad tal, que su propia mente sería su mayor enemigo. Así nacería la némesis del personaje, Magus.

Pero este nuevo enemigo traería consigo a toda una legión de seguidores, de hecho sería considerado lo más parecido a un dios para los creyentes de la Iglesia Universal de la Verdad. De esa forma, se vuelve a introducir la religión en el entorno del personaje cerrando así el círculo.

En esta historia, que está muy cerca de ser un viaje hacia el conocimiento interior de Warlock, tendremos una combinación de 3 elementos, los cuales son la base principal de todo. Dichos elementos son: religión, espacio-tiempo y universo cósmico. Todo ello mezclado, como si de una coctelera se tratará, propiciará el nacimiento de una serie de personajes que acabarán íntimamente ligados a Warlock.

El primero de ellos será Pip el troll, que tras ser liberado por Warlock decide unirse a su cruzada contra la Iglesia Universal de la Verdad. Un personaje pintoresco, siempre unido a su inagotable puro y que imprimirá cierta dosis de humor entre tanta consternación.

La siguiente en unirse será Gamora, una mercenaria adoptada por Thanos que la salvó de morir junto a su pacífico planeta. Posteriormente, y debido a su afinidad con Warlock, acabaría ligada a este pequeño grupo, que con el tiempo se verían obligados a fundar la Guardia del Infinito. Pero no serían suficientes refuerzos, así que finalmente se uniría el propio Thanos, en la defensa del Universo, aunque como se descubriría más tarde con aviesas intenciones.

Portada Strange Tales vol.1 #178 Portada Strange Tales vol.1 #180 Portada Warlock vol.1 #15
No obstante, también habría que destacar a algunos de los villanos que nos traería la Iglesia Universal de la Verdad, como Kray-Tor, que presidiría un peculiar juicio; la Matriarca, cuya perdición será su ambición; o una serie de técnicos que se introducirán en la mente de Warlock bajo el aspecto de unos payasos. Dichos payasos protagonizan una ácida crítica a Roy Thomas, el cual es el blanco en un lanzamiento de tartas. Y es que aquí hay un hueco para todo, sobre todo gracias a la fértil imaginación del autor.

A continuación, ya en su serie regular, llegarían un puñado de historias más o menos intrascendentes. La verdad, es que el nivel del principio de la etapa había dejado el listón bastante alto, por lo tanto es lógico notar ese pequeño descenso de calidad, además serían historias de un corte más o menos autoconclusivo. Incluso Pip robaría el protagonismo de forma temporal al personaje que daba título a la colección.

No sé si esto tuvo algo que ver o no, pero la cuestión es que cuando parecía que el autor tenía otra gran historia en ciernes, donde la gran protagonista sería la Gema Alma, la colección acaba cancelada en su número 15. Esto provoca otro inevitable parón de prácticamente un año, hasta que el autor tiene la oportunidad de concluir la historia en un cruce entre un anual de los Vengadores y otro de Marvel Two In One.

Como decía al principio, el tiempo hizo justicia y afortunadamente hoy podemos disfrutar de esta historia leída de forma continuada sin la necesidad de esperar esos largos periodos de tiempo. El año pasado Panini tuvo a bien publicar en un tomo esta estupenda saga en MG Warlock: La amenaza de Thanos, de esa forma podremos tener una visión mucho más global y justa de las ideas de Starlin. Además de que podéis disfrutar de las bases fundamentales en las que el autor se basaría en el futuro para desarrollar gran parte de sus ideas, tanto en el Universo Marvel, como en otro tipo de proyectos más personales como Dreadstar.

En definitiva, aquí comienza un matrimonio cósmico, entre el autor y unos personajes que acabarían ligados a él de manera irremediable. De esa forma, el cosmos del Universo Marvel nunca volvió a ser el mismo, y en este caso la historia nos da la razón. ¿Qué opináis vosotros?

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